El sonido de la sirena de alerta resonaba por las calles de París, muchos huían y se escondían, algunos cuantos desafiaban el peligro y se mantenían atentos mirando la ardua pelea entre los héroes parisinos y el monstruo gorrilla de 20 metros.
Mientra tanto Natalie caminaba dos calles lejos de donde parecía ser el centro de la batalla.
Sin auto, ni taxis que pudiera tomar por la situación; decidió recorrer el camino hasta la mansión Agreste, desviándose para evitar encontrarse en medio de la pelea.
El trayecto era corto, sólo unas cuantas cuadras, sin embargo la nueva ruta rodeaba por completo el trayecto y la hacía caminar mucho más.
A lo lejos se escuchaba el estruendo de los golpes a los edificios y de las pisadas de aquel monstruo. Era un sonido leve, parecía alejarse, así que con un poco más de confianza, retomó el camino más rápido a su destino.
De pronto, sin poder reaccionar del todo, el sonido se volvió más y más intenso, se acercaba a pasó muy acelerado.
Natalie quedó en shock al ver aquel gigante corriendo a unos cuantos metros sin detenerse. Era su fin, sería aplastada sin compasión.
Cerró sus ojos con fuerza, subiendo las manos a su cabeza como reacción para protegerse pero justo en ese momento, sintió un brazo que rodeó su cintura y siendo elevada en el aire, aterrizando en techo de un edificio.
- Justo a tiempo, y dicen que los gatos negros son de mala suerte ¿no? - dijo el héroe de manera juguetona.
La asustada mujer, abrió los ojos y justo al frente se encontró un chico rubio, de traje negro y aspecto felino, sonriendo con total naturalidad - gracias .... - dijo ella en un tono serio.
De repente, algo paso por la mente de Natalie, quizá en algún lugar, alguna persona, o alguna entidad mágica, estaba jugando con su destino.
Nada más podía tener sentido, no era lógico pensar que todo lo ocurrido fuese parte de la simple casualidad, se estaba convirtiendo en una ruin ironía, llegando a tal punto que lo que menos imagino que podría ocurrir en el día... no, peor aún... lo que realmente no esperaba que pasará en su vida; sucedió, el eterno antagonista de su querido jefe y por lo cual había desarrollado un desprecio inimaginable, se encontraba salvandole la vida: Chat Noir.
No podía evitar sentirse aliviada y agradecida, pero a pesar de lo sarcástico de la situación, aún mantenía desprecio al muchacho, por tantas ocasiones entre combates y fracasos.
- No ha sido un buen día cierto? - dijo el chico de ojos esmeralda, angustiado casi como si adivinará sus pensamientos.
- Si te refieres a que si consideraba en mi agenda estar a pocos segundos de ser aplastada o subir a un edificio con un superhéroe el día de mi cumpleaños, pues no, no pasó por mi mente está situación - murmuró en su tono formal característico sin expresar ni una emoción y sin mirar al chico - ahora ¿ Podría bajarme de este sitio para poder continuar mi camino Chat Noir ?
Volteo a mirarlo pero la reacción del muchacho la desconcerto, perplejo con sus ojos abiertos de par en par, parecía haber descubierto algo increíble.
- ¿Estás cumpliendo años? No tenía idea! - dijo el rubio llevando sus manos a la boca
- No recuerdo haberlo anunciado a ningún superhéroe, ni tampoco que fuese la única persona que cumple años en París para que tuviera que ser importante, ¿Porqué te sorprende? - pregunto confundida
- No, no, no es eso - tartamudeo nervioso, poniendo un brazo en su cabeza - es sólo que sé lo importante que es esta fecha para cualquier persona y lo horrible que debe sentirse no poder celebrarlo.
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El cumpleaños de Natalie (TERMINADA) - Miraculous Ladybug -
FanfictionPara Natalie su vida gira en torno al trabajo: las tareas diarias, los compromisos, ser cómplice de un super villano y cuidar que todo marche perfectamente en la mansión Agreste. Sin embargo, es hora de tomar un descanso y decide que el día de su c...