Cap 2

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5 años después....

Daniela aparcó el coche y vi como se miraba por la ventana para ver a Elisabet, la vimos saliendo de entre la multitud con cara de mala gana y sus cascos negros puestos. Se metió en el coche dando un portazo.
-Hola cariño- dije nervioso. Que tal el día?- pregunte, este suspiro y se quitó los cascos.
-Si te digo la verdad- dijo esta mirando por la ventana mientras arrancábamos el coche. El día ha sido una mierda- suspire, su padre hablaba igual, no podía cambiarle el lenguaje.
-Bueno- dijo Daniela intentando animar el ambiente, vamos a la cafetería juntas- dijo dando la vuelta con el volante para ir hacia la cafetería. Y de paso dejamos a tus papis en casa solitos- me miro y me guiño un ojo.

Me dejaron en casa y besé a Elisabet Antes de dejarla ir con Daniela a la cafetería, seguramente estaría esmeralda, así que si pasaba algo, ahí estaría para llamarme, y Esther también estaría así, así que me quede tranquilo. Llame a la puerta y escuché las pesadas pisadas de craig, vi como abría la cara de mala gana y después sonreía al verme.
-Hola- dije mirando al suelo. Por cierto...no habrás visto a...un chico, alto, con ojos azules y pelo negro por aquí no?- dije de una manera seductora. Este sonrió.
-No, porque, lo perdiste?- preguntó apoyándose en la puerta de la casa.
-Si...quería que- me acerco a él. Hiciésemos unas cosas especiales en casa, ya que estamos solos y...- me besó y me metió dentro de casa.

Nos tomamos nuestro tiempo para nuestro momento de amor y sensualidad.mientras craig se iba a correr escuché el timbre de la casa, mierda, no habíamos terminado. Derrepente, la puerta de abajo se abrió y de escuchó la voz de Daniela y de Elisabet.
-Papa?- preguntaba Elisabet. Craig todavía no se había corrido, así que corrió al baño y de encerro mientras yo me empezaba a vestir, tenía que hacerlo rápido o Elisabet me vería desnudo. Me puse la camiseta y vi la puerta abrirse lentamente.
-Hola amor!- dije mientras está me abrazaba y se quitaba los cascos.
-Donde está papá?- dijo mirando alrededor, mis mejillas se sonrojaron Caundo escuché un pequeño y grave gemido viniendo del baño. Elisabet y yo nos giramos hacia la puerta cerrada.
-Es que! Se ha pillado el dedo del pie!- dije saliendo con ella de la habitación. Suspire. Casi

Los pequeños ( continúan De cuando vuelvas) terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora