Capítulo 1

415 32 6
                                    

Mi nombre, Park Jimin, vengo de una familia grande y unida, entre hermanos, sobrinos y mis padres somos cerca 16. Somos felices, no gozamos de una posición social adinerada, pero al menos no pasamos hambre, siempre hemos creído que mientras estemos unidos todo saldrá bien, algunas de mis cuñadas no me caen del todo bien, pero mientras vea a mis hermanos felices, yo estoy bien.

Yo soy el de en medio en la familia, no estoy casado, pero llevo cerca de cinco años con Yoongi, decidimos vivir juntos después de andar cerca de tres años, estudiábamos diferentes carreras, pero aún así nos conocimos en la universidad, nos llevamos bien desde un principio, él estudiaba Ciencias de la comunicación y fue un gran reportero, antes conducía un programa de reportes,  pero su forma de expresarse lo ha metido en problemas, tanto que ahora no tiene trabajo, siempre le dicen que pronto le darán otro programa, que no se desespere, pero sus "amigos" lo han abandonado, y claro mientras él pagara los gastos, invitara la cena, todo mundo estaba con él, ahora las cosas han cambiado...

Yo trabajé mucho tiempo en una oficina de gobierno, pero por alguna razón las prestaciones que tenía y los horarios ya no eran los de antes, con la ayuda de Yoongi decidimos poner una pequeña escuela juntos, nuestros principales clientes son mis sobrinos, no nos va del todo mal, pero yo me tengo que hacer cargo de todo, él básicamente solo llega y cobra dinero, eso desespera a mi familia, pues todos ayudamos y Yoongi es el que menos lo hace. Es difícil tratar de convencer a tu familia de que como él puso la mayor parte del dinero tiene "derecho" pero es como defender lo indefendible, pues yo mismo sé que tienen razón.

Lo malo de mi situación es que creo seguir queriéndolo, no puedo simplemente dejarlo, tengo miedo de hacerlo, no todo es malo, salimos a fiestas, convivimos con sus amigos y poco con los míos lo admito, pero me siento bien con él. El hecho de pensar en dejarlo hace que me duela el estómago muy fuerte, lo veo, en ocasiones cuando estamos cenando o desayunando y me gusta, es un hombre atractivo, rasgos finos, a pesar de que es serio, cuando ríe, ilumina toda la habitación y mi corazón. Si, le quiero.

Estoy en la recámara mirándome al espejo, estoy vestido tal cual Yoongi me lo pidió, una lágrima resbala por mi mejilla, me siento el ser más despreciable del mundo. Tomo la loción y me la pongo en el cuello, froto mis manos con lo que queda y pongo un poco en mi cara, peino mi cabello hacia atrás con mis dedos. Mi mirada es triste, no hay ese brillo en ella.

El timbre de la casa suena y mis nervios se disparan. Me siento en la orilla de la cama, mis manos comienzan a sudar y a temblar.

Se abre la puerta y veo a Yoongi asomarse, cierra la puerta detrás de él, solo lo miro.

-Levántate.

Lo hago, sin mirarle a los ojos, me toma del codo y me separa de la cama y me rodea. El muy cabrón todavía me está analizando.

-De acuerdo. Nam está abajo en la sala, me había pedido que estuviera presente, pero se ha arrepentido, estarás solo con él, cuidado y tengo un mal reporte de su parte, no pienso perder ese dinero, ¿Me oíste?

-Eres un hijo de la chingada.

Digo entre dientes.

-Lo soy, pero eso ya lo sabías ¿No? Voy a salir, puedes disfrutar lo más que puedas.

Sale de la habitación y me vuelvo a sentar en la cama, mis piernas me tiemblan, siento las palpitaciones de mi corazón en la garganta, quiero vomitar y me ha entrado un zumbido en los oídos.

Nam entra, lo reconozco, cierto que es amigo de Yoongi, pero no recuerdo exactamente en dónde lo vi. Me levanto de la cama y me hago a un lado, por instinto estoy huyendo de él. Se acerca a paso lento.

Mil maneras de amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora