Capítulo 2

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En la semana hay mucho trabajo, me distraigo mucho haciendo publicaciones para los eventos que tendremos, volantes, calcas en fin todo va muy bien, tenemos más alumnos cada día eso me ilusiona, saber que no todo está mal.

En la semana me veo con mi mejor amigo Hoseok, nos vamos a cenar y a tomar un poco, solo para salir de la rutina, nada especial, platicamos de todo, pero no me atrevo a decirle lo que Yoongi me ha forzado a hacer, lo conozco y sé que golpearía a Yoongi y me daría un buen regaño por aceptarlo y en este momento no podría resistir un regaño de su parte, es uno de mis mejores amigos, el también como todos tiene problemas, pero siempre tiene una sonrisa o una tontería que decir para hacerme reír y olvidarme un poco de todo, por eso necesitaba verlo justo esta semana. Me siento muy contento con él, sus regaños los acepto porque siempre son para ayudarme, es de las pocas personas que te dicen las cosas como son, directas sin ofenderte y con muchos consejos, solo que hoy sé que flaquearé y que lo único que provocaré es que se vaya a buscar a Yoongi y lo voy a exponer y no voy a permitirlo.

Salimos del pequeño bar, nos abrazamos al despedirnos, siento que me derrumbaré frente a él, pero nos tomamos una foto sonrientes y siento que todo mejorará. "Nada es para siempre" me dice, le sonrío y sé que sabe que no le he contado todo, me conoce bien, le agradezco que sepa que ha sido mi distracción y que no haya indagado más, le vuelvo a dar otro abrazo más fuerte y nos despedimos.

Cuando llego a casa Yoongi está dentro.

-Buenas noches.

-¿Dónde estabas?

-Con Hoseok.

-¿Seguro?

-¿Quieres pruebas?

-Enséñame.

Contaba con ello, las cosas no serían como antes, ya no habrá confianza ni respeto. Le muestro la foto que me tomé hace unos minutos e incluso la hora en que la tome, no le entrego mi celular solo le muestro la foto, le retiro el teléfono y me subo a la habitación, él se queda un rato y más tarde sube, yo ya estoy en short y camiseta, acostado y leyendo un libro, enciende la tele, pero aunque le ha bajado algo al volumen, me doy cuenta que intenta estar conmigo, pues estaba viendo el mismo programa cuando estaba en la sala. Lo ignoro y sigo leyendo, después de un rato, me hace platica, pero yo solo le contesto con monosílabos o sonidos guturales nada más. Al poco rato voy al baño, me lavo los dientes y me duermo. No sé a qué hora apaga el televisor, pero al menos por este día, no me lo hace pesado.

Llega el viernes y mis nervios están a mil, me he enfocado en el trabajo durante toda la semana, pero debo volver a casa y no quiero, me quedo un buen rato en el coche fuera del trabajo, suena mi celular, es Yoongi, pero no quiero contestarlo, insiste, deja de sonar y vuelve a sonar repetidas veces, esto pasa con 10 llamadas.

-¿¡QUÉ!?

--Te va a ir mucho peor si no llegas.

-¡Carajo Yoongi!... no quiero hacerlo... ¿Por qué me humillas de este modo?

-Tienes 10 minutos para llegar o no estarás a tiempo.

Cuelgo el teléfono y lo aviento hacia el tablero. Arranco el coche y me dirijo hacia la casa, estoy temblando, llorando del coraje y me he pasado un semáforo. Traigo todo el coraje dentro de mí. Llego a la casa, estaciono correctamente el coche y en cuanto me bajo, Yoongi me toma del brazo lastimándome, me adentra a la casa y sube conmigo las escaleras, abre la puerta del cuarto y me adentra a el de un empujón, pero no caigo, me quito los zapatos, aviento la polera que traigo en las manos a la cama y me dirijo al baño sin siquiera mirarlo. Azoto la puerta del baño y me baño, mis lagrimas bajan, pero trato de disfrutar del agua caliente, el día ha sido muy pesado para mí.

Mil maneras de amarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora