La enfermera me llevó al elevador, subimos Harry, la enfermera, y yo.
-Todo va a salir bien, linda.- dijo Harry apretando mi mano, y sonriendo.
Las puertas del elevador se abrieron, avanzamos hacia una pequeña habitación, y la enfermera y yo entramos.
-Disculpe, ya no puede pasar, es mejor que espere aquí.- la enfermera empujo ligeramente a Harry, y
salió de la habitación.
Me ayudó a sentarme en la camilla que estaba en la habitación, el dolor era cada vez más grande.
-Enseguida viene el doctor.- dijo sonriendo, antes de salir por la puerta de la habitación.
Aguardé unos minutos en la habitación, respirando de una manera exagerada, intentando calmarme, cuando la puerta se abrió, eran la enfermera, y un doctor.
-Hola, ¿cómo te llamas?- preguntó el doctor. ¿En realidad importaba ahora?
-_____.-
-Muy bien ____, empecemos.- dijo colocándose un cubre bocas.
El parto tardó más de lo esperado, hubo una pequeña complicación, por lo que fue por cesárea. Me sentía debilitada por la anestesia, además de que había dado a luz hace unos minutos.
-Felicidades, ___.- dijo el médico.- Acabas de dar a luz un hermoso varón.- seguido de esto, la enfermera me entregó a mi bebé, envuelto en unas mantas azules. No tenía sus ojos abiertos, movía sus pequeñas manos, y hacia gestos algo graciosos, ya que la luz le incomodaba.
-Gracias.- susurré al tener a mi bebé en brazos. Era tan pequeño, e indefenso, y hermoso.
-La dejaremos con su bebé un momento señorita, permiso.- dijo el doctor saliendo, seguido de la enfermera.
-¿Puedo pasar?- pude escuchar la voz de Harry desde el otro lado de la puerta. –Gracias.- dijo mientras había la puerta de la pequeña habitación. –Hola.- dijo entrando, y cerrando la puerta detrás de el. -¿Puedo?- dijo refiriéndose al bebé, yo solo asentí.
Lo tomó con delicadeza, y lo envolvió con sus brazos.
-Hola.- le dijo al bebé en un susurro. –Eres hermoso, hijo.- dijo dándole un beso en su pequeña frente al bebé.
Sonaba tan bien cuando decía hijo.
-Es hermoso.- dijo mirándome a los ojos.- Se parece a ti.- dijo sonriendo. El doctor entró, y le dijo a Harry que podía quedarse dentro de la habitación, pero tenían que llevarse al bebé, para poder tomarle sus medidas, y peso. Salió con el bebé en brazos, y
Harry se sentó en la camilla, junto a mi.-
-Bien, ya somos padres.- dijo besando mi frente.