¿Embarazada? / Capítulo 7

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Sasuke

Hoy es miércoles, pensé, aún falta mucho para el viernes, pero eso no era impedimento para estar aquí afuera del hospital, pendiente de Sakura y la bebé, además ya había hablado con el Hokage sobre este asunto, dándome unos días libres, y sobre el viaje quedaba pospuesto para: nunca, no dejaría a mi familia, es decir, a mi futura esposa y a mi hija.

— Así que los rumores eran ciertos, serás padre y yo tío.

La voz de mi hermano retumbo en mis oídos.

— Cállate Itachi. —Viéndolo cómo sonreía.

— Vamos, sólo vine a felicitarte y preguntar cuándo llevaras a tu prometida la casa, nuestros padres están un poco ansiosos por conocer a la novia y al nuevo Uchiha que viene en camino.

— Pronto

Itachi me miró, evaluando lo que estaba ocurriendo sin necesidad de alguna explicación adicional — Ya veo, pues arregla rápido tus problemas con ella, todos queremos escuchar risas de un bebé.

Mi mirada prometía asesinato pero respondí — Es una bebé y se llamará Sarada.

— Así que una niña, ¡eh! — Se quedó pensativo — Sarada, lindo nombre, me despido, espero verte pronto hermanito ¡Ah! Por cierto, hemos recibido varias amenazas, esos tipos te odia, dijeron que mataría a tu esposa y a tu hija.

— ¿Las amenazaron? — Confirmé en forma de pregunta, mierda, sabía que pasaría esto, claramente lo tenía contemplado, bien, el siguiente paso a seguir, cazaría a todos esos tipos, ya era tiempo de que pagarán todas sus fechorías.

La decisión fue claramente marcada de mis ojos y fue fácil de leer por mi hermano.

— Lleva a Naruto contigo, yo cuidaré de ellas o yo puedo acompañarte y Naruto cuidarlas, francamente me da lo mismo.

— Iré con Naruto — Contesté con forma cortante.

Eso me dejó en cierta forma tranquilo con mi hermano vigilándolas, seguro estaría muy bien protegidas.

— Aunque ciertamente — Comentó mi hermano — Ella ya debería de residir en el Distrito Uchiha, contigo por supuesto.

No tenía forma de rebatir eso, Itachi tenía razón, ya era momento de dejar de jugar al "él dijo, ella dijo" y aclarar bien las cosas con Sakura, no era posible que esta situación se mantuviera por más tiempo, además debía de reconocer que secretamente era el más feliz, aunque también me había comportado como un patán ante sus ojos.

Más me valía arreglar todos los problemas que habían generado los malentendidos.

De repente sentí como una alarma emanaba de mi cuerpo, algo que a todas luces decía peligro ¡Cuidado!, a y no era el único, Itachi también percibió lo mismo, por lo que corrimos hacia la misma dirección, tal parecía que la cacería había iniciado.

Sakura

En el Hospital, al mismo tiempo que se daba la plática entre los hermanos Uchiha, una discusión un tanto similar se llevaba a cabo en el consultorio de la Dra. Haruno.

— Pero no lo entiendo, Sakura.

Y ahí vamos de nuevo.

— Ino, ya te lo dije, fue algo fugaz, algo que como llegó se fue, ¡pum! Así se esfumó.

— Sí, lo que digas frente de marquesina, tan fugaz que incluso te dejó un paquete que podrás recibir en 9 meses.

Sentí que mi sonrojo era mayúsculo, y eso sólo ayudo a incentivar el interrogatorio de la cerda, ya no sabía qué decirle, confesar que me había enamorado como una adolescente del Shinobi más guapo que formaba parte del escuadrón Anbu, o que aún no entendía cómo se había logrado este embarazo y que al tener dentro de mí un pedazo de Sasuke había creado un vínculo que duraría para toda nuestra vida.

Bueno y que hablar de contarle la razón del porqué nos separamos, no, creo que no.

— ¿Y qué tal si lo dejamos para después? — Sonreí para luego fruncir el ceño — Ya casi llega mi paciente, ¿sabes?

— Mientes, falta para que llegue tu paciente.

¡Me descubrió! ¿Ahora qué, acaso Ino se había unido a la Fuerza de Interrogación y Tortura de Konoha? ¿De qué me había perdido?

— No, no miento, lo que quise decir es que ya casi llega tu paciente.

Mi amiga miró el reloj algo molesta; y muy regañadientes dijo — Tienes razón, pero que quede asentado, esto no se ha terminado, nuestra plática está pendiente, quiero entender realmente porqué rechazaste al bombón del Uchiha.

La cerda no tenía remedio, a veces creo que no piensa con la cabeza ni con el corazón sino con otra cosa que en estos momentos no quiero definir.

Cerré mis ojos para relajarme, dejar de pensar en Sasuke, "el bombón".

Y sin más, mi mente me llevó a otro lado, específicamente a una heladería, quiero un helado triple de chocolate, muero por un helado, esos antojos son una constante en mí vida; revisé mi agenda, tenía suficiente tiempo, para mi primera cita, por lo que podría ir por mi helado.

Avise a la enfermera en turno que saldría un momento y no tardaría, vi de reojo a los ninjas que me cuidaba ¿Desde cuándo yo necesito un guardaespaldas? ¿Qué tan patética me creen?

Con un clon de sombras los saqué del camino para ir con tranquilidad por mi helado que ya saboreaba en mi mente.

Llegue a la heladería y compré el tan codiciado helado, lo probé y degusté, era tan exquisito que parecía ser la primer vez en que lo comía; cuando sentí como un chakra desconocido se acercaba y no con buenas intenciones.

— ¿Tú eres Sakura, la Dra.?

Me preguntó un tipo de aspecto raro, algo extraño en su atuendo y en su cabello era de color naranja repartido en tres mechones y con ojos de igual color, era un shinobi sin duda, ¿de dónde era? No lo sabía.

— Dra. Haruno, ¿en qué le puedo ayudar?

Su sonrisa era petulante, fastidiosa y me preparé para el ataque, no fue muy complicado saber lo que intentaba cuando lo vi mirarme con esa sonrisa en busca de sangre.

— Mi nombre es Jirōbō y vengo a matarte.

Su declaración me sacó de balance ¿Qué diablos le pasaba a ese individuo? Esquive fácilmente el golpe, la mesa donde estaba mi helado quedó hecha pedazos, di varias piruetas hacia atrás ante las miradas de los curiosos que se encontraban a mi alrededor.

El tipo me siguió y trató de alcanzarme pero fui más rápida y en la última vuelta, aún con las manos sobre el piso le di un golpe con mi pierna derecha, lo dejé un poco desorientado, pero no fue suficiente, y aproveche ese momento para propiciarle otro golpe fulminante en su estómago.

Su risa macabra me indicaba que se entretenía con todo esto, y eso francamente me molestó, fruncí el ceño, cargue mi chakra como me había enseñado mi maestra y lo mandé a volar, estúpido pretencioso.

Vi cómo la gente empezaba a correr buscando un refugio, el griterío empujaba a la confusión, cuando entre ellos salió otro tipo con 6 brazos, definitivamente por su aspecto, éste sí era para estar en un laboratorio.

— Haruno Sakura, soy Kidōmaru y ha llegado tu hora.

¡Diablos! ¿Qué es el día del lunático? Vi como abrió su boca y una extraña luz salía por ella, sin pensarlo dos veces corrí para alejar a la gente que estaba en su dirección ¡Háganse a un lado! La gente seguía corriendo y yo en dirección contraria.

— ¡Dra. Haruno! Morirás

Me gritó Jirōbō con gran respeto, al menos ya había aprendido algo.

Lo detuve con otro golpe, antes de que chocara con los civiles que aún seguía huyendo y, tomándolo de sus raídas ropas lo arroje contra él de 6 brazos ¿Cómo dijo que se llama? Bueno, creo que eso no importaba, lamentablemente me vi lenta, porque solo desvié la fecha hacia un grupo de civiles.

Noes mi día de suerte — ¡Cuidado! — grité y corrí en su dirección, cuando lleguéhacia ella, la flecha rozó su brazo, dejándola casi inconsciente.    

Fin capítulo 7 / 01022019

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