No estuvo seguro de cuantos minutos se mantuvo disfrutando del seductor aliento de YoonGi apoderándose del suyo antes de que éste lo arrastrara hasta un oscuro rincón del estruendoso lugar para comenzar a devorar su cuello.
Pero JiMin no estaba dispuesto a dejar que la parte "racional" de su cerebro le impidiera disfrutar de esa deliciosa sensación, aunque le estuviera recordando con cada lamida, que había asegurado que no quería eso.
El alcohol había nublado sus sentidos y era una perfecta excusa para hacer lo que estaba haciendo. Siempre podía culpar a su amigo, y a su supuesto poco aguante para beber.
Así que Park no lo pensó siquiera y de un momento a otro ya se encontraba con sus dedos enredados en el sedoso cabello de YoonGi mientras jadeaba, demasiado excitado ante la sensación de la experta lengua del muchacho recorriendo su nívea piel.
Min escurrió una de sus piernas entre las suyas y fue entonces cuando JiMin deslizó una de sus manos hasta el redondo trasero del muchacho.
Lo aprisionó contra su entrepierna y comenzó con pequeñas simulaciones de embestidas y unos cuantos movimientos circulares que hicieron gemir a YoonGi.
Éste lo sujetó de pronto de ambos glúteos y comenzó a amasar su carne, provocando que JiMin gimiera aún más fuerte y se mordiera varias veces el labio inferior.
Sus respiraciones estaban tan agitadas y sin remordimiento alguno JiMin acercó sus labios al oído del chico.
—Vamos a un hotel —susurró, y casi podía jurar que se había escuchado un tanto sumido en la desesperación.
YoonGi no pudo evitar morder su cuello al escuchar tal petición y tardó más en seguir al chico entre la alocada gente que seguía bailando mientras lo sujetaba de la mano para salir del local, que en subir a su auto y recorrer la cuidad para buscar una habitación.
No había terminado siquiera de abrir la puerta cuando JiMin se le echó encima para devorar sus labios. Y a esas alturas ya le daba igual si YoonGi pensaba que estaba loco.
¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que tuvo sexo? Park no estaba seguro pero recordaba muy bien que había sido poco después de graduarse de la universidad.
Prácticamente, estaba frustrado, agobiado. Necesitaba descargar sus ansias y no le importó en lo más mínimo que YoonGi se diera cuenta.
Min lo tomó de la barbilla y comenzó a besarlo con posesividad. Llevó ambas manos a la hebilla del cinturón del muchacho y no tardó más que un par de segundos en sacárselo y desabotonar su pantalón.
Por su parte, Yoongi fue un poco agresivo al desnudarlo, pero eso sólo sirvió para calentar más a JiMin.
De pronto fue aventado sobre la cómoda cama y sintió que su corazón se agitaba en demasía. Su cuerpo ya estaba perlado por el sudor y cuando YoonGi terminó de colocarse el preservativo, subió a la cama y le sujetó ambas piernas para llevarlas hasta sus hombros.
Sintió que su respiración se entrecortaba y no pudo evitar dejar salir un agudo gritito cuando el otro ensalivó su erecto pene y lo comenzó a penetrar si aviso alguno.
JiMin se aferró en primera instancia a las sábanas, pero cuando Min dejó ir toda su extensión y pegó su pecho al suyo para volver a besarlo, sintió que llegaba al paraíso con las fuertes estocadas que le propinaba y sin más clavó sus uñas en los bien formados brazos de YoonGi.
Éste lo sujetó del cabello y cuando alzó su cabeza, comenzó a besar su cuello de nuevo y JiMin ya no pudo acallar más sus lascivos gemidos.
YoonGi rozó con fuerza una y otra vez su próstata, JiMin no pudo retener más su espeso líquido y se derramó entre sus abdómenes al mismo tiempo que un largo y muy placentero orgasmo lo sacudía de pies a cabeza.
ESTÁS LEYENDO
Esta Mesa Esta Reservada (YoonMin)
FanfictionUna desastrosa cita a ciegas es el detonante para que JiMin comience a odiar a Yoongi.