Todo había empezado por un malentendido.
Había conocido a Yoongi de una forma demasiado peculiar y, aun así, a Min no le había costado mucho trabajo conquistarlo a pesar de que al principio lo aborrecía.
Pero Park había descubierto que el hombre era su tipo. Con todo y su cursi comportamiento. Por todas y cada una de sus acciones alocadas. Por todas las noches de sexo frenético que habían compartido.
JiMin se había enamorado de YoonGi. Lo tenía tan claro que hasta le era difícil creerlo. Y, por eso mismo, había decidido alejarse de él.Más de seis meses habían pasado y la rutina ya estaba instalada en sus vidas —o al menos en la suya sí—. Ese horario en donde, después del trabajo, ambos iban a cenar a un bonito restaurante y, si se daba la oportunidad, alguno de los dos se perdía en el departamento del otro y daban rienda suelta al enorme deseo que sentían mutuamente.
Y le encantaba todo eso. JiMin disfrutaba de su vida como nunca lo había hecho antes y por eso supo que mientras más dejara pasar el tiempo, iba a ser más complicado abandonarlo. Porque, si ya sentía su corazón estrujarse cada vez que pensaba cómo decírselo a Yoongi, podía imaginarse la reacción que tendría al confesárselo, a menos de que estuviera equivocado, y Min no sintiera lo mismo por él.
Después de todo, el muchacho nunca le había dicho que lo quería. Aunque él tampoco lo había hecho. Pero, ¿era necesario? ¿Realmente tenía que hacerle saber a Yoongi lo que sentía por él?
A esas alturas JiMin pensaba que no y ya no había marcha atrás.
Había sido escogido de entre varios prospectos para el puesto de gerente general de la cadena de centros comerciales en Japón y le iban a doblar el sueldo.
Había estado esperando por eso. Así que el "amor" que había desarrollado por Yoongi no tenía cabida en sus planes.
¿Y entonces por qué una vacío había comenzado a crecer en su pecho? Sentía que de alguna manera, estaba traicionando a Yoongi.
Pero, en ningún momento habían dejado en claro el tipo de relación que tenían. Sólo eran alocadas noches de sexo, algo que muy bien pudo haber hecho con otro, pero simplemente no había querido dejar escapar la oportunidad que se le había presentado con Min.
Sí. Era sólo eso. Y tal vez ese supuesto amor lo estaba confundiendo. Era sencillo, porque nunca antes le había pasado algo así. Era fácil de apabullarse con eso. Era algo que iba a quedar atrás después de un tiempo.
JiMin suspiró sonoramente y se giró sobre el colchón, apagó la luz de la lámpara a un lado de su cama y se acomodó mejor bajo las sábanas. No podía seguir pensando en algo que ya estaba decidido.🕧🕐🕜🕠🕔
—¿Cuándo te vas? —preguntó su asistente y amigo Hoseok. JiMin se acercó a la silla tras su escritorio y se dejó caer, recargando la cabeza en el respaldo.
—En dos días. Me faltan algunas cosas por hacer. No quiero dejarle mucho trabajo a SeokJin cuando me vaya —aclaró, respirando profundo segundos después.
—Y, ¿estás seguro de que es todo lo que tienes que hacer? —JiMin se incorporó y entrecerró los ojos después de fijarlos en el muchacho.
—No sé a qué te refieres —dijo, desviando la mirada y tomando una de las carpetas que había sobre la madera.
—Entonces, ¿YoonGi no significa nada? —JiMin abrió más los ojos.
—¿Cómo...?
—¿Cómo sé sobre él? Bueno, hace meses hizo un par de llamadas a recepción y me las pasaron. Fue gracioso porque parecía muy interesado en ti, aunque al principio creí que era algún tipo de acosador, hasta que vi su nombre en tu teléfono cuando me pediste que hablara en tu lugar para retrasar la junta del mes pasado.Park cerró los ojos y de nuevo se recargó en la silla, suspiró con profundidad y se mordió el labio inferior.
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Esta Mesa Esta Reservada (YoonMin)
FanfictionUna desastrosa cita a ciegas es el detonante para que JiMin comience a odiar a Yoongi.