César: podría vivir con todo menos sin ti
Victoria: podrías vivir con la idea de que seré tu mujer sin dejar de ser la de él?
César: (bajó su mirada pero tenía a Victoria firme entre sus brazos)
Victoria: crees que yo podría vivir así?
César: dame una salida por favor... (dijo en tono suplicante)
Victoria: deja de pensar en ti nada más... (hizo que la mirara nuevamente)... además yo no
quisiera compartirte, no soportaría la idea que después de estar conmigo tengas que ir a estar
con ella
César: (entrelazó sus manos en la espalda de Victoria sorprendido por lo que dijo)
Victoria: te soy honesta César, acaso crees que en todo este tiempo no he sentido celos?
César: (la tristeza era notoria en su mirada)
Victoria: acaso crees que no me molestaba el despedirme de ti sabiendo que irías a tu casa y a
tu cama al encuentro de otra persona... (debía confesarlo todo)... o cómo piensas que me sentí
cuando viajaste con ella? Realmente creíste que no me desagradaba la idea?... (rió
irónicamente)... eso pensaste? Pues no! Porque entérate que yo realmente me estaba
muriendo por dentro!
Se miraron un instante, y sin romper el contacto de sus ojos ni el gran abrazo en que estaban
sumergidos, Victoria siguió con su confesión
Victoria: (frotaba suavemente los brazos de César) no soy quien crees, estoy muy lejos de ser la
mujer perfecta, y no me quiero seguir atormentando más con la sombra de tu feliz esposa...
(amenazaba con llorar)... no quiero compararme con esa mujer aparentemente perfecta para
ti... (lo miraba con ojos cristalinos)... no quiero seguir luchando con ella... (lo alejó un poco)...
no quiero seguir con la tortura de imaginarte junto a ella en la intimidad, porque no tienes idea
cómo me molesta... (se separó completamente de él y empezó a retroceder)... me molesta su
nombre, me molesta su cara, me molesta que sea tu esposa, me molesta que exista! (estaba
ahora de espaldas, recargando su peso en sus manos apoyadas en su tocador)... y lo peor de
todo es que la víctima es ella y que yo no tengo derecho a sentirme así.
César estaba más que sorprendido con las palabras de Victoria y sólo entonces empezó a
entenderla, todo en su mente pasaba como un fugaz reflejo, viéndola suspirar de pesar y de
cansancio comenzó a comprender el daño que le estaba haciendo la condición de ser infiel.
César: (caminó hacia ella) Perdóname Victoria, perdóname por haberte hecho tanto daño con
sólo amarte... (se acercó y la abrazó por detrás)... pero sobre todo perdóname por no haberte
encontrado antes.
Victoria: (se recostó en el cuerpo de César y se aferró a sus brazos) dónde estabas César?
(suspiró y cerró sus ojos dejando caer unas lágrimas) por qué Dios nos hace esto? Qué nos está
queriendo enseñar?
Se quedaron por unos minutos así, César recargó su mentón en el hombro de Victoria y ella
echó para atrás su cabeza y frotaba las manos de él. Y sólo entonces sus mentes empezaron a
aclarar sus pensamientos y a ponerse de acuerdo.
César: (hipnotizado por su aroma buscó la manera de tomar valor) con más de cuatro décadas
en este planeta espero haber llegado a conocer a las mujeres y sobre todo a entenderlas
Victoria: (seguía en su postura atenta a lo que le decía y sintiendo su cálida voz en su oído)
César: y sé que sueñan con encontrar la felicidad formando una hermosa familia casándose
para toda la vida con un gran hombre... (apretó a Victoria y le besó la mejilla desde atrás)... y
eso tú ya lo encontraste... (Victoria empezó a lagrimear)... y creo que mereces vivirlo
Victoria: (estaba entendiendo: César se estaba despidiendo)
César: mereces luchar por tus sueños, por tus metas, por tus hijos...
Victoria: (una fría sensación recorría su cuerpo y apretó las manos de César)
César: ellos merecen una gran familia, ellos merecen a sus padres... (Victoria lloraba en silencio
recostada en el pecho de ese hombre que también empezaba a llorar)... ellos merecen lo
mejor de ti y debes luchar siempre por eso mi vida... (la besó nuevamente pero esta vez en el
cuello)... tienes razón en querer hacerlo y no te lo voy a impedir más... (él la apretó más contra
sí)... y honestamente Victoria deseo que lo logres porque estas lágrimas tienen que valer la
pena
Siϖ la que escribe esta historia estuviese segura que este César existe, entonces dejaría este
computador, renunciaría al periódico para el que trabaja y renunciaría a este país, tan sólo por
ir en su búsqueda a cualquier parte del mundo...
Victoria: (intentó hablar pero se dio cuenta que no sería capaz por el sollozo)
César: yo más que nadie quiero tu felicidad... (dejó de presionarla y empezó a sobarle desde
los codos hasta los hombros oliendo sus cabellos).... y ojalá logres volver a amarlo... (se alejó
un poco pero mantenía sus manos en sus hombros)... ojalá logres olvidar lo que pasó...
Victoria: (cerró sus ojos y se mantenía quieta de espaldas a él) tenemos que lograrlo... (dijo
entre sollozos)
César: si... (parpadeaba rápidamente como queriendo evitar seguir lagrimeando)... sólo que
ahorita no quiero pensar, ni entender, ni nada, sólo quiero salir de aquí y olvidarme de todo
por un momento
Victoria: (no quería que se fuera pero no dijo nada)
César: necesito sólo un momento a solas para asimilarlo y te prometo que no insistiré más...
(besó su cabeza y frotó sus hombros)... hasta luego.
El ocaso de un amor, significativaϖ frase que una inolvidable película lleva por nombre y que
ahora representaba al momento gris que acaba de vivir la pareja de los ojos bellos.
Victoria se recargó en su tocador a llorar apenas escuchó que la puerta se cerraba. Se criticaba
el no haber tenido valor de darse vuelta y verlo a los ojos, el no haberle dicho que no la dejara
o al menos haberle pedido un último beso...
Y entonces recordó que nunca se había sentido así al terminar alguna relación, y se prometió
poner de su parte para sobrellevar todo lo que se venía.
++++ Transcurso de la tarde ++++
El trabajo es una buena terapia para olvidarse de los problemas por un momento, y eso
hicieron ambos, se dedicaron a concentrarse únicamente en sus escenas. Escuchando y
siguiendo indicaciones de sus jefes, platicando amenamente con sus compañeros, etc.
Victoria había cambiado de set de grabación, estaba con nuevo vestuario y aunque había
llegado antes de su llamado, quiso aprovechar para leer su texto mientras esperaba que todo
quede listo para la escena.
Estaba atenta a su guión, nadie se le acercaba para no interrumpirla, de hecho intentaban no
hacer mucha bulla pero resultaba imposible. Sin embargo Victoria estaba realmente
concentrada hasta que alguien la saludó por detrás.
Silvia: interrumpo?
Victoria: (volteó a verla y le sonrió) no, ahora no! (rieron y la saludó con beso en la mejilla)
Silvia: te juro que casi me muero de la impresión!
Victoria: la que casi se muere soy yo! Por qué entraste así?! tanto te costaba tocar la puerta?
(divertida)
Silvia: (riendo fuertemente) aunque la hubiera tocado tú no lo habrías escuchado... pero qué
escenón amiga! Qué beso! Debo reconocer que tienes una forma muy peculiar de terminar tus
relaciones...
Victoria: no me hacen gracia tus bromas Silvia y ahórrate los comentarios si? (enseriándose)
Silvia: ay qué genio! De una vez te digo que conmigo no vas a descargar tu frustración eh
Victoria. Cuál frustración? (algo molesta)
Silvia: sabes a lo que me refiero
Victoria: (esquivó la mirada) está bien, discúlpame... pero es que últimamente todo ha salido
mal... espero que todo acabe pronto.
Silvia: eso es lo que quiero preguntarte, terminaste con César o...? (mirando a Victoria) te lo
pregunto por lo que vi hace rato...
Victoria: no te dejes llevar por lo que viste y por favor olvida ese asunto si?... (pasando las
hojas de su libreto)... realmente me incomoda!
Silvia: haz vuelto a hablar con tu hijo?
Victoria: (tirando de un golpe su libreto al suelo) es que acaso te has propuesto arruinarme el
día?! Dime, porque si es así te diré que lo estás haciendo muy bien! Realmente me estás
perturbando! (algunos técnicos habían volteado y miraban la escena)
Silvia: (muy serena miró a sus lados y sonriéndole le habló muy cerca al rostro) nunca, por
nada, se te ocurra volver a contestarme de esa manera chiquita... (se acercó a besarle la
mejilla)
Victoria: (arrepentida) Silvia yo... lo siento, necesito hablar contigo... (la toma del brazo)
Silvia: (soltándose discretamente) llámame y entonces veré si YO tengo ganas de hablar
contigo... buenas tardes.
Se habría levantado Victoria con el pieϖ izquierdo ese día? Se empezó a sentir culpable por
todo, por la molestia de Silvia, por el sufrimiento de César y por el suyo propio.
Recordaba la conversación que tuvo hace dos noches con su hijo mayor y entonces se repetía
que había decidido lo mejor. No quería recordar muchos detalles pero le bastaba sólo con
rememorar la frase Gracias por la familia que me has dado mamá para atormentarse por lo
que estaba pasando.
La tarde terminó entre risas y cansancio con el resto del elenco, por la noche se juntó un
pequeño grupo de actores a grabar la escena donde Esteban queda en libertad.
Más avanzada la noche el productor los reunió a todos para comentarles acerca de los
preparativos para celebrar la culminación de la novela, hasta que poco a poco se fueron
retirando.
++++ Camerino de César 11:30pm ++++
Acostado en el mueble, con ropa cómoda y la mirada en el techo se encontraba ensimismado
en sus pensamientos. Al parecer lo había conseguido, estaba resignado a separarse de Victoria,
no quería llegar a su casa aunque su cansancio era evidente, pensó en llamar a su cubana
confidente pero reparó en la hora y pensó que no sería prudente. Estaba seguro que le
restregaría en la cara el que tuvo razón cuando le advirtió que sufriría, pero necesitaba hablar
con alguien.
Y aunque no era la persona indicada para hablar, Victoria le llamó tras la puerta.
César se sentó de un impulso al escuchar su voz y esperó a que volviera a llamarlo para estar
seguro, efectivamente: era ella. Se paró y le abrió la puerta.
César: adelante, cómo sabías que aún estaba aquí?
Victoria: (entró y dejó sus cosas en el sofá) llamé al estacionamiento para preguntar si ya
habías salido
César: (frotándose los ojos en señal de cansancio) y por qué no me llamaste a mí?
Victoria: tienes el celular apagado... (suspiró)... quiero preguntarte algo?
César: (haciéndole un gesto para que se sentara) dime
Victoria: (hizo gestos de nerviosismo) tal vez sea una pregunta estúpida y creas que soy una
tonta pero... no lo sé...
César: (se sentó a su lado) qué pasa?
Victoria: sé que es muy pronto y que todo está tan fresco pero tengo dudas y miedos
César: (asintió con la cabeza)
Victoria: no vas a dejar de hablarme verdad?
César: (hizo un gesto de confusión y asombro para luego sonreír)
Victoria: debes estar pensando que soy infantil pero...
César: (tomándole una mano)... no, no voy a dejar de hablarte y tampoco de fastidiarte eh!
(tratando de eliminar la tensión)
Victoria: (sonrió con él) lástima que faltan pocos días... hay otra cosa que quiero preguntarte
César: tampoco voy a golpearte cada vez que te vea por si acaso
Victoria: es bueno saberlo... (ambos rieron)... pero no es eso
César: dime
Victoria: vas a separarte de tu mujer? (preguntó rápidamente y le evadió la mirada)
César: (respiró profundamente)
Victoria: olvida lo que dije, no tienes por qué responder
César: separarme aún no lo sé, pero merece que le hable con la verdad... (lo miró
sorprendida)... pero tranquila que no voy a mencionarte
Victoria: o sea que de ella depende... si te perdona o no
César: depende si resolvemos si nuestro matrimonio vale la pena o no
Victoria: (se quedó incómodamente en silencio)
César: aveces a los matrimonios los une algo más que el amor... y yo sé que entre Vivian y yo
hay sentimientos muy fuertes, muy sólidos y sobre todo muy puros
La rabia y molestia que Victoria había mencionado en la tarde nuevamente aparecía en ella, le
era inevitable, sentía envidia de aquella mujer, de que tuviera a César como esposo, mientras ++++ Camerino de César 11:30pm ++++
Acostado en el mueble, con ropa cómoda y la mirada en el techo se encontraba ensimismado
en sus pensamientos. Al parecer lo había conseguido, estaba resignado a separarse de Victoria,
no quería llegar a su casa aunque su cansancio era evidente, pensó en llamar a su cubana
confidente pero reparó en la hora y pensó que no sería prudente. Estaba seguro que le
restregaría en la cara el que tuvo razón cuando le advirtió que sufriría, pero necesitaba hablar
con alguien.
Y aunque no era la persona indicada para hablar, Victoria le llamó tras la puerta.
César se sentó de un impulso al escuchar su voz y esperó a que volviera a llamarlo para estar
seguro, efectivamente: era ella. Se paró y le abrió la puerta.
César: adelante, cómo sabías que aún estaba aquí?
Victoria: (entró y dejó sus cosas en el sofá) llamé al estacionamiento para preguntar si ya
habías salido
César: (frotándose los ojos en señal de cansancio) y por qué no me llamaste a mí?
Victoria: tienes el celular apagado... (suspiró)... quiero preguntarte algo?
César: (haciéndole un gesto para que se sentara) dime
Victoria: (hizo gestos de nerviosismo) tal vez sea una pregunta estúpida y creas que soy una
tonta pero... no lo sé...
César: (se sentó a su lado) qué pasa?
Victoria: sé que es muy pronto y que todo está tan fresco pero tengo dudas y miedos
César: (asintió con la cabeza)
Victoria: no vas a dejar de hablarme verdad?
César: (hizo un gesto de confusión y asombro para luego sonreír)
Victoria: debes estar pensando que soy infantil pero...
César: (tomándole una mano)... no, no voy a dejar de hablarte y tampoco de fastidiarte eh!
(tratando de eliminar la tensión)
Victoria: (sonrió con él) lástima que faltan pocos días... hay otra cosa que quiero preguntarte
César: tampoco voy a golpearte cada vez que te vea por si acaso
Victoria: es bueno saberlo... (ambos rieron)... pero no es eso
César: dime
Victoria: vas a separarte de tu mujer? (preguntó rápidamente y le evadió la mirada)
César: (respiró profundamente)
Victoria: olvida lo que dije, no tienes por qué responder
César: separarme aún no lo sé, pero merece que le hable con la verdad... (lo miró
sorprendida)... pero tranquila que no voy a mencionarte
Victoria: o sea que de ella depende... si te perdona o no
César: depende si resolvemos si nuestro matrimonio vale la pena o no
Victoria: (se quedó incómodamente en silencio)
César: aveces a los matrimonios los une algo más que el amor... y yo sé que entre Vivian y yo
hay sentimientos muy fuertes, muy sólidos y sobre todo muy puros
La rabia y molestia que Victoria había mencionado en la tarde nuevamente aparecía en ella, le
era inevitable, sentía envidia de aquella mujer, de que tuviera a César como esposo, mientras