Takashi

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Capítulo antes de la fecha indicada porque acabo de terminar mis exámenes!

Disfrutadlo!

—¡Kolivan, tu ubicación!

—Veo el Castillo De Los Leones en mi cénit.

—¡No llegaremos a tiempo!

Golpeo los controles con los puños.

No me hubiera atrevido a gritarle así a Kolivan si una base de refugiados no estuviera en peligro. Estaba viajando un parsec por segundo terrestre. Faltaban unos kilómetros para llegar a las coordenadas que me dió Lotor… en un caza que me brindó también a muy mala gana. Casi se me rompió el corazón con su rostro cuando me vio partir, y tal vez para siempre. Me estaba quitando lo que quedaba de pintura del rostro con ayuda de una fina capa de sudor . No quería tener que explicarle a los demás por qué tenía marcas alienígenas en el rostro ni delineador negro en los ojos.

Estaba hecho un manojo de estrés, sobretodo por pensar que esa explosión pudo haber sido culpa mía. ¿Qué estaba haciendo cumpliendo el papel de prometido de Lotor cuando la mitad del universo peligra? No puedo darle el lujo de evadir mis problemas y preocupaciones.

—¡¿Voltron?!

—Estamos en la posición exacta para que Kunna pase por el hangar externo del castillo. El león amarillo espera para desacelerar su aterrizaje y el león azúl para otorgarles una pista.

—Eso es muy específico —comenta Hunk.

Comencé a ver el castillo debajo del caza galra. Presiono el botón que indicaba Inyección y salgo disparado hacia el castillo.

Aterrizó en el hangar externo.

—Espada de Marmora, prepárense para sacar a todos.

—¡Kunna está acercándose a una velocidad de cincuenta kilómetros por minuto! —informa Coran gritandole a la pantalla que tiene enfrente—… ¡sesenta…. sesenta y cinco!

—¡Hunk! ¡Prepárate para atraparlos con cuidado!

—¡Dos, cuatro!

—¡Princesa, activa la plataforma!

—¡¿Vas a dejarlos entrar al castillo?! —masculla Pidge—. ¡No sabes qué tipo de bomba estamos lidiando!

—¡Pero tú sí, averigua como desactivarla antes de que aterrice!

—¡Es… tecnología fuera de mi alcance!

—¡Tienes que hacerlo o todos los refugiados morirán!

—¿Sin presión? —cuchichea Lance.

La más pequeña de los paladines se lleva las manos a la cabeza y brama frustrada, escucho sus dedos golpear con violencia las teclas.

Salgo del castillo y la plataforma aparece frente a mí, desde lo lejos puedo ver la nave onix, brillante y negra, acercándose a toda velocidad. Lance traza un camino de hielo procurando bajar la velocidad que lleva y amortiguar el aterrizaje.

—Cincuenta —informa Coran una vez más.

—¿Cómo es que no está en llamas? —inquiere el amarillo.

—Está diseñado para soportar cualquier tipo de daño al exterior. —notifica la princesa.

—¿Y no lo diseñaron para no activar bombas en el interior?

—Evidentemente no —ruedo los ojos debajo de mi máscara—. ¡Listos! ¡Viene hacia acá! ¡Hunk, colócate debajo sin dejar de descender!

—¡Estoy en eso!

The Only Boy In The Galaxy | VOLTRONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora