Emperador Lotor

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11,000 palabras escritas para lectores fantasmas. Alguien tiene que darme el crédito.

WARNING: Lenguaje fuerte.

—¡No seas, imbécil! —Le dije empujándolo con una mano. No logré hacer que retrocediera ni un paso.

—¿Qué prefieres? ¿Soy un imbécil o quieres información?

—No lo haré. Estás loco.

—Trabaja solo, pequeña espada.

¡Espera!
Pude imaginar el trabajo de La Espada de Marmora; Infiltrarse, ser espía, trabajar sucio no es suficiente para ellos mientras no consigan información sobre los galras. Si no pongo algo de mi parte, no seré útil para la Espada y no podré impresionar a Kolivan. Además haría cualquier cosa para encontrar a Shiro, incluso alinearme con Lotor.

—Lo haré.

—¿Lo dices en serio?

—Sí. Si juras que tus intenciones son verdaderas.

Lotor se quitó el guante con los dientes. Sacó su espada y se hizo un corte en la palma de la mano.

—Conoces el juramento. Eres galra.

Asentí cortándome la mano con mi cuchillo también sin sentir un rasgo de dolor.
La determinación y el amor son más fuertes que el dolor.
Extendemos nuestros brazos y los enlazamos como señal de confianza. Una promesa inquebrantable.
Y decido confiar en él, porque a pesar de que sea galra, dejaré atrás los prejuicios y lo haré todo en el nombre del amor.

—¿Qué te pasó en la mano? —pregunta Kolivan.

—Ah, sólo me corté con un escombro cuando volamos el lugar. —miento.

Esquivo a Kolivan, sin embargo sus ojos amarillentos aún me siguen. Sé que sospecha algo, mierda.
Me pongo el guante y me dirijo a la sala de entrenamiento.
Había encontrado información importante de el paradero de una base galra y también de Shiro.

«— A tres sistemas al borde de la galaxia está tu paladín negro.

—¿Qué significa eso?

—Ah-ah, tienes que pagar cada vez necesites información.»

Las puertas se cerraron tras de mí y me dejé caer de rodillas. Golpeo el piso con mis puños enardecidos y gimoteo.

Comprendí lo que acababa de hacer, un pacto inquebrantable con Lotor era un pacto Fáustico.
Le vendi mi alma al diablo por mi honor y mi amor.
La puerta se abrió de par en par. Iba a levantarme del frío suelo pero Kolivan me agarró del brazo inmovilizandome. Remueve el guante de su lugar.

—Está es la marca de una cuchilla. De tu cuchilla. —dijo.

Me zafe bruscamente de su mano.

—No es nada.

—No soy estúpido, sabes el juramento.

Abrí el puño y ví el reflejo de mi desesperación cruzando desde el inicio de mi índice al inicio de mi muñeca. Lotor tiene una también.

—¿De quién es el brazo que tiene tu sangre?

—No es como si no lo supieras —Me levanté encarando a Kolivan, pero aún así es más de medio metro más alto que yo así que me siento pequeño y frágil a su lado—. Sé que tienes alguien en mente.

—Lotor estaba en la nave —afirma pero fue las como una pregunta—. ¿Cuál fue el pacto?

—Va a ayudarnos.

The Only Boy In The Galaxy | VOLTRONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora