Hacía mucho no se veían como tal. La agenda de tu novio era apretadísima por lo que, lo único que hacían era hablar por celular: llamadas, mensajes o videollamadas.
Pero se dio el día en el que ambos pudieron estar juntos. Salieron a cenar a un lindo restaurante a las orillas del mar, y luego fue cuando la acción comenzó. Los besos comenzaron a ser más pasionales, lenguas entrando en la cavidad bucal del otro, toqueteos por acá, manoseos por allá, ropa volando por los aires y al fin, para placer de ambos, él había entrado en ti. Era tanto el placer y la necesidad del cuerpo del otro que a pesar de que alguien se encontraba en el pasillo, ustedes no iban a parar. De repente la puerta suena y...
Jinhwan.
— Vamos Jagi, grita mi nombre, hazle saber al idiota que esta afuera, que eres mía y solo mía.— dijo yendo con sus caderas cada vez mas rápido haciendo que se oyera un sonido totalmente placentero para ustedes pero no tanto para el pequeño Chan.
—Hyung, lo siento pero ¿pueden parar? se siente asqueroso desde mi habitación.— dijo el chico apenas entrando pero con los ojos tapados.
—¿Quieres morir?— respondió el chico haciendo que el maknae huyera despavorido de la habitación ajena.
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Yunhyeong.
—No me importa lo que quieras Bobby.— dijo comenzando a moverse en círculos dentro tuyo haciendo que te sintieras expandida y llegaras al mismísimo cielo.
—Lo lamento.— dijo el pelimorado y correr asustado a su habitación. Te había visto desnuda y no es algo que él quería hacer.
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Bobby.
—Vamos nena, gime para mi, hazme escuchar lo necesitada que estas.— dijo para ignorar el sonido de la puerta ser abierta y a los pocos segundos ser cerrada. A él solo le importaba estar contigo y hacerte llegar al cielo.
