𝓗𝓾𝓰 𝓜𝓮 [ꜱᴇʙᴀᴇᴋ]

4

Esas noches se repitieron, una semana, dos o quizás más.

Dormir abrazados se había vuelto un hábito. Lograban de inmediato conciliar el sueño, encontrando comodidad en el calor de sus cuerpos.

BaekHyun no se despertaba en medio de la noche, tampoco para ir al sanitario. Durmió sin interrupciones hasta la siguiente mañana. Hubo noches en las que durmió sin SeHun, porque éste debía ausentarse algunos días por cuestiones arregladas de trabajo. Tenía algunas dificultades para conciliar el sueño, así que pensó en preguntarle a alguno de los miembros si les hacía compañía.

Durmió con ChanYeol, pero fue un error. El alto en su inconsciencia era demasiado inquieto, y tuvo que regresar a su habitación porque casi no le dejaba espacio en la cama. Las piernas largas golpeaban sus sensibles rodillas en la madrugada. Lo había descartado.

Con Yixing no hubo demasiada diferencia. Continuó con los demás miembros que al notar su persistencia, acabaron por preguntar el por qué de todo aquello. BaekHyun solo se encogió de hombros. Dormir solo con su osito ya no figuraba entre sus opciones. Quizás se volvió algo pretencioso.

Para su alivio, luego de unos días, el menor finalmente volvió y todos estaban bastante alegres.

Platicaron sobre cómo le fue en sus grabaciones, contaron anécdotas y chistes malos como solían hacerlo mientras disfrutaban de la cena.

Luego de finalizar la comida, fueron a sus respectivas habitaciones. BaekHyun se dirigió a la de SeHun.

Ingresó al cuarto, como siempre, olvidándose de tocar la puerta, y se encontró a primera vista con SeHun con pantalones cortos de dormir y sin camiseta, secándose el cabello con una toalla. En cuanto el pelinegro lo vio de pie en la puerta, se rió.

—Supongo que has venido a ocupar mi cama, Hyung. Me has extrañado, ¿no? —se burló, cayendo de espaldas al colchón.

—De hecho, sí.

—Si, ¿qué?

BaekHyun sonrió, burlón.

—Es decir, sí. Vine a dormir.

—¿Y, no me has extrañado? —fingió estar ofendido, haciendo una mueca.

—No, no lo hice —imitó su expresión.

Los dos rieron.

—He mantenido mi mente ocupada en el trabajo, pero en la noche echaba de menos abrazar a alguien antes de dormir —dijo, mientras posaba sus ojos sobre el castaño.

BaekHyun sintió calor en su vientre.

—Bien, ¿podemos dormir?

El más bajo asintió. Se acomodó, acurrucándose junto a SeHun y esperando a que sus brazos desnudos lo abracen, como noches atrás. BaekHyun contaba los latidos de SeHun, que a medida que transcurrían los minutos se hacían más parciales. Suspiró, relajándose.

Lo primero que percibió al despertar, fueron los tenues rayos de sol que ingresaban por la abertura de la ventana. Y luego, gritos.

—¡SeHun, despierta! —llamó KyungSoo, desde otro lado de la puerta.

—¡Yah! Estoy despierto, Hyung —la voz ronca de SeHun se escuchó por todo el cuarto.

BaekHyun se sobresaltó cuando el pelinegro se alejó de él.

—Bien, ¿sabes dónde está BaekHyun? Su habitación está vacía y nadie lo ha visto.

El castaño estaba dispuesto a responder que se encontraba allí, pero SeHun se adelantó.

—Si, BaekHyun durmió conmigo —gritó.

Miró al suelo. Por alguna razón, no quería que lo supiera.