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Pasaron dos días desde la discusión, o más bien pelea que tuvieron en el baño. BaekHyun sentía culpa. Aún permanecía en su cabeza el rostro molesto del menor, la forma en la que se dirigió hacia él y el modo tan frío en el que ahora lo trataba.

Los miembros se dieron cuenta de que las cosas habían quebrado entre ellos. Podía notar las miradas interrogantes y curiosas de sus compañeros, pero al parecer decidieron no involucrarse. BaekHyun agradeció eso.

Aunque estaban todos demasiado preocupados por el silencio que reinaba en el departamento. Acostumbraban oír a BaekHyun cantando alegremente o siendo sumamente ruidoso, pero desde esa tarde en que lo observaron salir agitado y cabizbajo del baño, eran pocos los momentos que el castaño siquiera dejaba su cuarto.

La tensión en el aire era palpable y asfixiante cuando se encontraban en la misma habitación. Era doloroso, no obstante, ninguno tuvo el valor y las agallas para dejar de lado su orgullo y disculparse con el otro.

Las ganas de llorar de nuevo renacieron, ¿cómo es que estaba tan sensible?

Y, ¿hasta cuándo se iba a engañar a sí mismo?

BaekHyun suspiró, cubriéndose hasta la cabeza con las sábanas, preocupado y asustado levemente por aquellos sentimientos encontrados.

Su relación con SeHun siempre fue una de sus amistades favoritas. Los momentos que habían vivido juntos, las risas compartidas, cuando uno se dejaba caer y el otro echaba una mano para evitar que lo haga por completo... esos días y noches de ensayos y prácticas que los volvía locos, pero lograban sobrellevarlas juntos. Lo hacían juntos.

De pronto, la puerta de madera que separaba el interior de la habitación de SeHun y el oscuro pasillo, se veían intimidantes. Pero tomando valor, dio dos golpecitos en ésta.

A los segundos, un SeHun con prominentes ojeras abrió, el valor pasando a segundo plano.

SeHun se tensó por completo al recibir el peso del cuerpo de BaekHyun contra él, aferrándose, como si su vida dependiera de ello. El mayor inhaló su aroma, ahogándose contra su cuello sin decir una sola palabra. El pelinegro envolvió la temblorosa anatomía entre sus brazos, compartiendo la calidez.

—Lo siento, SeHun-ah.

Levantó la cabeza, encontrándose con la mirada ajena. BaekHyun tenía los nervios de punta.

—Está bien, Hyung. Pero necesitamos hablar.

SeHun acarició la espalda de BaekHyun, provocándole escalofríos, y se dirigieron hacia su cama. Los dos se tumbaron en ésta, permaneciendo en silencio. A BaekHyun le carcomía la incertidumbre, y empezaba a incomodarle el hecho de estar mirando el techo como si el blanco de éste fuera lo más interesante, cuando lo que realmente le interesaba era lo que SeHun pensaba.

—No sabes cuánto te extrañé —cerró los ojos.

—Me lo puedo imaginar... Es imposible no extrañarme —bromeó, recibiendo un golpe en el brazo por parte del mayor.

Su respiración y latidos se hicieron más pausados y lentos. El hecho de que el pelinegro bromeara con él, le devolvió parte de la tranquilidad que había perdido desde su disputa. Estar rodeado del aroma de SeHun y sentir su calor corporal, provocaron que poco a poco, cayera profundamente dormido.

Lo último que percibió entre sueños, fue una mano entrelazándose con la suya.

𝓗𝓾𝓰 𝓜𝓮 [ꜱᴇʙᴀᴇᴋ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora