𝓗𝓾𝓰 𝓜𝓮 [ꜱᴇʙᴀᴇᴋ]

9

—Adelante.

BaekHyun se arrepentía de estar allí.

Con manos temblorosas, ingresó a la habitación y encontró a SeHun tumbado en la cama con su móvil en mano. Al verlo, se sintió incapaz de poder soltar alguna palabra sobre sus sentimientos. Estaba que se moría del miedo.

SeHun se incorporó, mirándolo con curiosidad y frunciendo el ceño. Al parecer, la expresión de nerviosismo mal disimulado en BaekHyun lo delató.

—Hyung, ¿pasa algo?

—Quiero hablar sobre algo.

Sus palabras salieron con dificultad, cosa que asustó a SeHun. BaekHyun siempre se mostraba seguro de sí mismo, y ahora era un bollo de nervios.

—Me estás asustando.

—Estoy enamorado —soltó.

SeHun lo miró por varios segundos, sin ninguna expresión. El mayor creyó ver algo de sorpresa y desconcierto en su rostro, pero solo por un momento. BaekHyun escondió sus manos tras la espalda.

—Wow, hyung, ¿te enamoraste finalmente?

Sintió decepción por la respuesta despreocupada. Pero, ¿qué reacción precisamente estaba esperando?

«Deja de hacerte la cabeza, idiota»

—Si.

—¿Y quién es? ¿Dónde la conociste?

BaekHyun se rió, nervioso, dejando confundido a SeHun.

—Lo —corrigió.

—¿Qué?

Tembló. No quería mirarlo a los ojos.

—Sí.

BaekHyun se atrevió a levantar la vista: SeHun estaba realmente anonadado. Nunca le cruzó por la mente que a su Hyung le vayan los chicos. El castaño sabía que él no era homofóbico o algo por el estilo, pero pudo imaginar que resultara demasiado extraño el hecho de enterarse y al menos él no se imaginaba saliendo con un hombre, según lo comentó en una ocasión en una de sus reuniones grupales luego de tocar aquel tema. Todo a causa de las novedosas historias que los fanáticos escribían en internet, emparejándolos entre ellos.

—No pensé que te inclinabas por ese lado, es decir, siempre me contabas tus aventuras con chicas.

—Si, me gustan las chicas. Pero, solo me siento atraído por ese hombre, ¿comprendes?

Vio a SeHun directo a los ojos, con intenciones de transmitirle todo lo que sentía por él a través de sus miradas conectadas. Sin embargo, el menor no recibió la señal.

—Pues, yo te apoyo, Hyung. Y dime, ¿quién es?

Las palabras demasiado... amistosas y despreocupadas del pelinegro dolieron, sus ilusiones cayendo y rompiéndose como cristales. Algo en su interior poseía una pequeña esperanza, la esperanza de ver algún tipo de reacción que delatara o demostrara otra clase de sentimiento más allá de lo normal entre ellos, más allá de lo amistoso. Diferente.

—El problema, es que no puedo decirte.

SeHun permaneció en silencio. La sonrisa burlona desapareció de su rostro, siendo reemplazada por una fina línea y expresión molesta.  BaekHyun tragó en seco.

—Oh, ya comprendí. Así que, ¿era por eso que ya no ibas a mi habitación? ¿por eso me ignorabas, BaekHyun? —el volúmen de su voz subió, asustando al castaño.

Su corazón estaba a punto de salir por su garganta. Esperó el rechazo y desprecio que seguramente vendría ahora.

—Yo no-

—Fue porque estabas con él, ¿no? —se puso de pie, quedando a un metro de distancia de su cuerpo—. Estas semanas he estado culpándome, pensando que había hecho algo mal y por eso te alejabas de mí. Pero resultó que tú la pasabas maravilloso con tu enamorado sin pensar en el maldito lío que yo tenía en la cabeza.