2. Simplemente venido

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Miraba al rededor mientras daba cada paso intentado recordar las casas y si giraba a la derecha o a la izquierda, porque mi intention no era perderme a cada vez que quisiese venir a la residencia o cada vez que quisiese ir a clase.

De repente paro de andar cuando siento como algo se rompe debajo de mi pie, frunzo el ceño de confusión y miro hacia abajo. Aparto mi pie y puedo distinguir lo que es una inconfundible botella de alcohol, en este caso cerveza y ahora rota en pedacitos por mi culpa.

Levanto la mirada de nuevo para encontrarme una gran casa, dos pisos, una fachada amplia, una puerta de madera oscura y ventanas por todas partes, decorada con ladrillos lo que le daba una vista más... hogareña? Pero lo que destacaba no era la decoración de esta... lo que más destacaba era la entrada, el jardín que acompañaba a el camino a la entrada, todo lleno de botellas de Cristal, papel higiénico y otras cosas que actualmente no me apetecía distinguir.

Detrás de mi escuché un coche parar delante de la casa pero yo estaba demasiado ocupado mirando la casa como para darme la vuelta.

Pero es entonces cuando un par de chicos pasan a mi lado y me empujan dándome un pequeño golpe en el hombro e ir apresurados entre risas a la puerta principal.

- Aparta guaperas- Dice uno mientras pasa por mi lateral y el otro simplemente ríe hacia sus palabras.

- Oye no lo trates así, tal vez necesita nuestra ayuda- Explica el otro, ellos se miran por unos segundos y empiezan a reír.

- ¿Y eso a quien le importa?- exclama mientras se encoge de hombros.

Yo decido no hacer nada, me quedo allí, parado mirando a las dos figuras con una gran confusión mostrarte en mi rostro, actúan como si yo ya no estuviera allí.

Ellos llaman al timbre y otro chico que llevaba puesto simplemente su ropa interior abre la puerta bostezando.

Dicen algo que puedo descifrar cómo 'ese chico tal vez necesite tu ayuda' y ellos ríen por unos segundos para que el que solo lleva la ropa interior ruede los ojos y parece que los reprende ya que ellos me miran de nuevo y él le da unas palmadita a en las espaldas antes de que ellos entren de nuevo en la casa mientras yo trago saliva, cuando finalmente el chico que solo llevaba ropa interior me mira fijamente y sonríe de lado.

- Matthew Morgan si no me equivoco, ¿verdad?- pregunta mientras se cruza de brazos cuando los otros entran dentro sin si quiera mirarme de nuevo.

Yo no se muy bien que decir pero asiento con la cabeza. Tengo sueño y confusión.

- Bienvenido a tu nueva fraternidad- Dice con una sonrisa ahora un poco traviesa y abriendo sus brazos como si estuviese enseñándome un palacio cuando en realidad es una simple casa que está hecha un asco, al menos el exterior. En ese momento otro chico más bajo sale de detrás del chico casi desnudo y hace manos de jazz a lo que yo no puedo evitar soltar una pequeña carcajada. Al menos este está vestido con un pijama.

El chico prácticamente desnudo se ríe y el otro chico me mira de arriba a abajo como evaluándome, con una de sus cejas alzadas, él después eleva ambas cejas como de sorpresa y suelta una risa muy baja y puedo imaginarme que nada bueno le ha aparecido por la cabeza, aun así yo camino hacia la entrada teniendo cuidado de no pisar nada inconveniente.

Llego a la entrada y miro de nuevo al chico medio desnudo y a su compañero, el primero tiene ojos verdes, pelo rizado y largo, una sonrisa traviesa puesta y es un poco más bajo que yo algo que no pude haberme dado cuenta desde la distancia que estaba antes, unos hoyuelos de le formaban cuando este sonreía y la verdad es que tampoco me había fijado mucho en él.

Mi ley de NewtonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora