ꜱɪᴇᴛᴇ ɴᴏᴄʜᴇꜱ ᴅᴇ ᴘᴜʀᴏ ᴀᴍᴏʀ|ʙɴʜᴀ

❀ ⃟ ፧ᴄᴜᴀᴛʀᴏ

Temática de noche cuatro: Fiebre

Continuación del capítulo anterior.

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Todos los alumnos de la clase 1-A miraban incrédulos al hermoso pecoso. A pesar de haberlo conocido ayer, les pareció sumamente agradable, a demás logró conquistar el corazón de Bakugō. Él chico vestía la clásica ropa de enfermero, a diferencia de los colores pálidos y pasteles de la tela. Se veía adorable.

—¿Qué?— salió de la boca de Katsuki. De no ser que estaban ante todos los alumnos, probablemente Katsuki hubiera saltado sobre Izuku y se lo abría llevado lejos.

Al terminar las presentaciones formales, Izuku alegre fue en busca de su novio.

—¡Kacchan!— sin poder evitarlo gritó. Internamente agradecía que no haya mucha gente.

La mirada verdosa y la rojiza se encontraron. Midoriya corrió a su lado, pero fue parado por la mano de su amado que se interponía entre ellos. Izuku lo miró extrañado por la lejanía repentina, temió que se hubiera enojado por no contarle ayer sobre la noticia.

—¿Kacchan?— preguntó preocupado.

El nombrado giró la cabeza para un costado. Un estornudo, dos, tres. Katsuki miró avergonzado a su pareja y retiro la mano que los separaba. Ambos se acercaron, Bakugō estaba listo para recibir el beso de "hola" en sus labios. Sin embargo, sintió esos cálidos y carnosos labios sobre su frente.

—Kacchan, estas hirviendo— la mirada preocupada de Izuku no se hizo esperar.

—Hirviendo por tí cariño— jugó con sus palabras—. Ahora quiero mi beso_ exigió.

El rostro rojo de Midoriya resaltaba los pálidos colores del atuendo.

—No te voy a besar— respondió firme—, estas enfermó, seguro fue ayer con la lluvia— asumió algo sumido en sus pensamientos—. Perdón— se disculpó, no por el beso, más bien porque por su culpa término enfermo su querido Kacchan.

Sin preguntar Midoriya arrastró a Katsuki a la enfermería, ni siquiera tuvo tiempo de quejarse. Su novio lo acostó sobre la camilla sin mucho esfuerzo, podía ser un simple médico, pero ejercitada su cuerpo constantemente. Agarró un termómetros y se lo puso en la axila.

—Oh, hola Midoriya— saludo la señora de tercera edad que entraba a la habitación.

—¡Hola recovery girl!—correspondió al saludo entusiasta.

—Primer día y ya secuestraste un alumno— rio divertida—, ¿Qué le pasó a Bakugō?— agregó mientras lo miraba acostado con el ceño fruncido.

El tipido del termómetro rebotó como pelota por toda la habitación. Midoriya retiro el aparato y miró espantado el resultado.

—Kacchan, tienes 38° de fiebre.

—Esa es mi temperatura normal.

—¡Eso es imposible! La temperatura adecuada del ser humano es de 36.6°

—¿Y tú qué sabes? Deku.

—¡Estudio medicina!

La viejita miraba entretenida la situación mientras estaba sentada sobre su silla.

—Bakugō, Midoriya tiene razón— vió de reojo como su sucesor le sacaba la lengua a su pareja—. Te vas a tener que quedar hasta el final de las clases o hasta que baje la fiebre, vas a estar a cargo de Midoriya. Yo le voy a avisar a Aizawa sobre tú ausencia y voy a hacer papeleo. Midoriya— le miró—, quedas a cargo— sin mas se fue.

Izuku se acercó a su pareja y le beso la mejilla, luego la frente, y otra vez la mejilla, la barbilla, por último le dió un pequeño pico en los labios.

—Hola Kacchan— dijo poniéndole énfasis al "Hola".

—Hola Deku— no era lo que quería pero estaba satisfecho.

Midoriya puso música de arpa, a la par iba tarareando la canción. A Katsuki le empezaron a pesar los párpados, estaba tan relajado que no pudo evitar quedarse dormido.

Izuku en silencio aprecio la belleza de su pareja. Agarro un paño húmedo y lo acomodó en la frente de su amigo de la infancia. Acomodó algunas cosas desordenadas de la habitación, y no vio nada más que hacer.
Preparó té, a él le gustaba, e iba perfecto para ayudar con la fiebre. También era perfecto para acompañar el libro que traía en su mochila.

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Katsuki despertó una hora después gracias al aroma que estaba a su lado. Junto a él, dos tácitas y una tetera descansaban en una charola, la tetera despedía un aroma embriagador. En una silla a los pies de katsuki se encontraba Izuku dormido. En la camilla había un libro, se sentó con cuidado y lo agarró.

"Dos chicos besándose" leyó el título.

—Kacchan— la voz dormida de Izuku se escucho—, ¿Estas mejor?— recibió un asentimiento de cabeza—. Te voy a tomar la temperatura.

Miró mucho más tranquilo el termómetro luego de esperar unos minutos.

—¿Quieres té?— sus ojitos verdes brillaban, y Bakugō no se pudo negar.

Izuku sirvió el té en la pequeño tácita y se la entregó a su pareja, consecutivamente se sirvió a él. Ambos hablaron relajados, Midoriya se disculpó otra vez y hablaba alegre sobre todo lo nuevo e interesante de la UA.
Katsuki amaba a Izuku, todo de él y todo lo que hacía junto a él. Caminar de la mano, acompañarlo a la casa, jugar bajo la lluvia, incluso tomar té —aunque fuera más una persona del café—. La compañía del té le hacia pensar en unos escritos que encontró escondidos en el cuaderno de su novio.
Incluso si perdía sus horas en la clase por culpa de una fiebre, lo agradecía, gracias a ello puede pasar más tiempo con Izuku.

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Entró despacio por la puerta de la enfermería para encontrase una escena demasiado tierna. Katsuki durmiendo abrazado a Izuku sobre la camilla.

—Ay, los niños de hoy en día— pronunció la ancianita enternecida.