(Parte II)

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–Conozco una cafetería, podríamos ir ahí, claro si deseas o podrías elegir tú el lugar–

– La cafetería está bien– dije, él soltó su agarre de mi suavemente.

–Mi auto se encuentra a una cuadra, no hubo lugar para estacionarme cerca de la clínica. Debemos caminar – asentí, y el comenzó a caminar.

Me coloque a su lado siguiendo sus pasos, evite mirarlo, estaba demasiado nerviosa como para asimilar la decisión que había tomado, aunque sabía que esto no era un error, terminaría arrepintiéndome.

Nunca fui ese tipo de persona que decidiera alguna situación antes de ver las consecuencias que ocasionaría. Pero con él no podía pensar claramente que era lo bueno y lo malo, estaba arriesgándome demasiado o tal vez deseaba hacerlo.

Yo también deseaba conocerlo, saber de él.

Paramos nuestra caminata, visualice su auto, no pude evitar sonreír recordando lo que había pasado dos semanas atrás, él lo noto y también sonrió, por primera vez lo vi sonreír.

Pude fijarme que en sus mejillas se le formaron unos hermosos hoyuelos.

Él era demasiado irreal, no quería realizarme esta pregunta en mi mente, porque realmente lo que me enseño Joseph no podía irse a la basura, pero ¿Por qué alguien como él se podría fijar en alguien como Yo?, no solo en lo físico, sino en lo personal, no era alguien interesante de explorar, vivía en mi mundo y yo quería ese mundo como a nadie. Evitare pensar esas cosas, debía recordar lo que siempre me dijo Joseph; "Cada persona es interesante para otra, no importa si sus mundos sean opuestos, su religión sea otra, sus sueños sean diferentes, sus pensamientos sean distintos, y hasta si su físico no es el adecuado para la sociedad que te sentencia a sentirte mal contigo mismo por no "encajar", todos nacimos para ser amados y amar."

Busco la llave en su bolsillo, presionando un botón logro sacar el seguro. Iba abrir la puerta cuando el detuvo mi mano, quede desconcertada cuando sentí como el roce de nuestra piel causo un cosquilleo agradable en mi estómago y a la vez un escalofrió en mi espina dorsal. Esto que ya estaba sucediendo no tenía retorno alguno.

Abrió la puerta para que pueda entrar, fue todo un caballero, no era habitual en el hacer estas cosas lo sabía perfectamente él lo había dicho antes, y yo no quería pensar en eso porque claramente iba arrepentirme de todo esto.

–Gracias – sin más ingresé en el auto, su colonia atrapo mis fosas nasales, era un olor que conocía perfectamente y no quería olvidar.

Observe como cerraba la puerta y rodeaba el auto para llegar a su asiento. Cada cual se puso su cinturón de seguridad, sin más encendió el auto y emprendió el viaje. No hubieron palabras de por medio, lo cual me puso aún más nerviosa, el ambiente no era incomodo a pesar de no saber cómo empezar una conversación, el encendió el radio reproduciendo música, no puede evitar tatarear al escuchar <Somebody Else> de la Banda The 1975, amaba demasiado hacer eso, sentirme yo misma delante de las personas sin esconder lo que era, tan solo por caerles bien o no, eso era lo de menos. Mi vista se concentró en la ventana, recostando mi cuerpo un poco en el asiento.

En todo el camino no hablamos, solo nos dedicamos a escuchar la música.

–Llegamos – aviso, estacionando el carro, desabroche mi cinturón y baje.

Sin duda alguna la cafetería fue una buena elección, Tenía una fachada hermosa, su gran cartel con luces y en el escrito Divino Pecado, realmente era hermoso y ni hablar de su decoración que a través de los ventanales pude observar dentro del lugar.

¿Lograrás ser Feliz con Él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora