Capítulo 2

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Ricardo

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Legue del trabajo tan agobiado como siempre, amaba lo que hacía pero necesitaba un rato de descanso.

Entre a mi departamento, no quedaba muy lejos del hospital en donde trabajaba, salude a Meredith, la ama de llaves que ya se disponía a salir.

– Buenas Noches Señor Dornan – me saludo amablemente.

– Buenas Noches Meredith – dije

– Señor me retiro su cena queda en el horno- dice y yo asiento dispuesto a ir a mi habitación- Por cierto la señorita Rebecca vino hace media hora, dije que no se encontraba pero ella insistió en quedarse a esperarlo, ahora se encuentra en su despacho.

– Gracias, ya puedes retirarte a casa, Hasta Mañana – dije amablemente

– Bueno Señor Hasta Mañana – asentí y se retiró.

Primero iría a la habitación a bañarme, después a darle a Rebecca lo que venía a buscar, yo era así mantenía una relación con alguna chica si era solo sexual nada de sentimientos de por medio, las hacia disfrutar al máximo sus orgasmos, nunca me enamore, tampoco quería una historia de Amor al igual que en las películas, eso no era lo mío.

Era mutuamente lo que esa chica y yo teníamos una relación solo sexual desde hace ya un mes, era ardiente, con un cuerpo tan encantador y muy hermosa , cada noche la encontraba en casa, fue mi compañera en la Universidad nunca mantuvimos comunicación, hasta que la encontré en un bar, conversamos sobre que paso con nuestras vidas después de graduarnos, hasta que terminamos medios ebrios y después ella termino en mi cama, no sabía cómo actuar al siguiente día porque no quería que se ilusionara de una relación seria, pero ella era igual que yo, y ese fue un gran alivio.

Después de bañarme y cepillar mis dientes, solo dispuse a ponerme un pantalón de chándal e ir al despacho donde ella me esperaba, no fui a cenar ya que con mis compañeros de trabajo decidimos ir a un restaurante.

– Hola pensé que nunca llegarías –dijo ella sentada en el escritorio con un vestido rojo muy ajustado se podía ver su braguita del mismo color, porque ya tenía las piernas abiertas, esa vista hizo que mi polla tuviera una erección de inmediato.

– Lo siento nena cosas de trabajo – me limite a decir yendo a su dirección, se estaba bajando del escritorio, yo fui más rápido y la detuve – No lo hagas quiero hacértelo aquí – dije, poniendo mis manos en su cadera, con mis piernas hice que se abriera más para mí –Mira como me tienes – le dije cerca de su oído, cogiendo su mano, la puse en mi erección para que sintiera como ya estaba de duro.

–Hazlo de una vez, yo estoy igual de ansiosa que Tú –me dijo enredando sus piernas en mi cadera.

No espere más y comencé besando su cuello, ella se arqueo ante mi tacto, baje dejando besos húmedos hacia sus senos, con mi mano izquierda en su espalda fui bajando el cierre del vestido, me dirigí a su boca, en un beso rudo y ardiente, su vestido desapareció en cuestión de segundos, ella gemía en mi boca y yo también, ya que nuestros centros se encontraron.

Disfrutaba de sus toques en mi espalda, sin previo aviso desabroche su sostén bajando hacia sus perfectos pechos no tuve pudor en meter mi boca en uno lamiendo, chupando y mordiendo, procedí a repetir lo mismo con el otro seno, escuchaba sus jadeos pidiéndome mucho más.

–Ricard... ¡Ah! – gimió al sentir mi mano en su centro, estaba tan mojada que adentrarme en ella sería más fácil, acaricie su clítoris introduciendo mis dos dedos en su centro, embestí una y otra vez sintiendo como ella se estremecía, mientras mordía mi hombro, su orgasmo estaba cerca pero no quería que se viniera todavía, saque mis dedos volviendo a besarla callando sus gemidos, saciándome de su boca.

–Que deseas Rebecca dímelo – dije agarrando su mentón para que me viera, su mirada me demostró lujuria y deseo.

–A Ti, Quiero que me folles sin compasión– me dijo en un susurro cerrando los ojos y mordiendo su labio inferior.

Eso hizo que más me excitara, mi polla quería su liberación sino iba a explotar, la deseaba, dejándola por un momento busque entre los cajones del escritorio un condón, me miraba coqueta al ver como sacaba la envoltura y me dispuse a colocármelo. Sin pensarlo más me acerque a ella saque su braguita, baje mi pantalón, quedando completamente desnudos, agarre su espalda con mi brazo elevándola hacia mí, ella enredo sus piernas de nuevo en mi cadera, y sin piedad me introduje en ella de una sola embestida, gimió arqueando su espalda.

Comencé embistiéndola una y otra vez, viendo como sus senos brincaban en mi pecho por la fuerza que estaba poniendo, gruñí al sentir sus uñas clavando mi espalda, gemía y jadeaba.

–Ricardo– grito

–Si nena dilo más alto– pedí, jadeo mucho más mi nombre, la seguía penetrando con fuerza, seguía mis movimientos ayudándome a introducirme mucho más en ella, sentí como su cuerpo se estremeció avisando que ya estaba cerca, no di tregua y seguí en lo mío.

Dio un grito voraz al correrse, sentí sus fluidos vaginales recorrer cada parte de mi polla, seguí penetrándola, gemí al sentir mi propia liberación. La sostuve entre mis brazos, para guiarnos al sofá recostándola y saliendo de ella.

En el despacho solo se podía escuchar nuestras respiraciones, sudorosos y jadeando aun por lo que acabábamos de hacer.

–Fue mucho más intenso que las anteriores veces – dijo ella acabando con nuestro silencio.

–Digo lo mismo– regrese a verla, ella hizo lo mismo y comenzamos a reír, cómplices de lo que hicimos minutos atrás.

Comenzamos a cambiarnos, ella ya dispuesta a irse ofrecí llevarla pero se negó porque había traído su vehículo.

–Hasta Mañana Rebecca – me dispuse a decir antes que abriera la puerta y se vaya.

–Nos vemos mañana Ricardo, soñare contigo, follando sin piedad – dijo, guiñándome el ojo y riendo.

Asentí riendo, después de que se marchara, fui a mi habitación a tomar un baño para después dormir, el día de mañana tendría una agenda muy apretada, y no quería faltar por nada del mundo.










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Aquí tienen el segundo capítulo mis hermosas admito que fue difícil hacerlo, de verdad, pero no me quejo termine Feliz de lograrlo, espero lo disfruten.

Y pronto el destino de Valen y Ricardo se encontraran, estoy ansiosa que eso pasee...

Besos 

¿Lograrás ser Feliz con Él?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora