Capítulo 7

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Ricardo

Valentina estaba demostrándome en este momento que tenía valor para decirme todas esas palabras, pero sabía perfectamente que hasta haciendo eso tenía un toque de inocencia, estaba jodido porque ¡mierda! que quería besarla ahora mismo, desde que se acercó a mí, no tenía ni la menor idea que ese pequeño gesto me había puesto a mil. Todo en ella era especial, todo en ella me demostraba algo que no vi en nadie más.

Ya no podía permitir que esto, que estaba pasando entre los dos parara.

Temía de mil maneras lastimarla, porque yo no era alguien que demostraba cariño y amor. Solo pensaba en cómo llevarme a la cama a cada mujer que me parecía bonita o sexy, pero con ella era diferente, tenía miedo, por primera vez temía lastimar a alguien, y que ese alguien fuera ella.

No podía dejar de mirarla, mirar cada movimiento, su rostro, sus labios, y en especial sus bellos ojos, tenían un brillo tan especial.

-Permíteme llevarte a tu casa. - pedí, por nada del mundo voy a dejar que vaya sola a casa.

-Lo siento, no creo sea buena idea, puedo ir a la parada e ir en bus. -Dijo con simpleza.

-Va anochecer y parece que lloverá, no dejare que te vayas sola.

-Está bien. - resoplo indignada. Yo solo reí por su gesto.

Pedí la cuenta a la camarera y nos retiramos de la cafetería en dirección al auto. Todo fue silencioso como al principio, solo se limitó a darme la dirección de su casa, tampoco hable, solo conduje.

Su hogar quedaba a unas cuantas cuadras en donde por accidente bañe su cuerpo con un charco de agua, conocía estas calles perfectamente, nunca imagine que ella viviera por este sector, estacione el vehículo, regrese a mirar donde se encontraba ella, tenía la cabeza en el respaldo del asiento y seguro estaba dormida, no pude evitarlo acaricie su cabello para poder así despertarla, se removió no pude ver si sus ojos se abrieron, pero giro su rostro, no podía dejar de admirar su bello rostro esa mirada esmeralda que me tenía cautivado desde la primera vez que la vi, no me cansaría de decirlo.

-Lo siento.

-No debes disculparte, hemos llegado. -asintió.

-Gracias por el café, por la charla y por traerme a casa. - se limitó a decir, estaba nerviosa.

-No debes agradecer para mí fue un gusto hacerlo. - se giró yendo a coger la manija de la puerta, pero la detuve del antebrazo delicadamente.

-Prométeme que esta no será la última vez que te veré. - rogué, no quería que vuelva a huir de mí, estaba tan seguro de que ya no había vuelta atrás a todo esto.

-No lo será. - dijo girando su rostro quedando cerca de mí, quería besarla de una maldita vez, pero debía esperar, no quería ir rápido; no con ella. Se estaba acercando más a mí, hasta que dejo un beso en mi mejilla, ¡Carajo! Que se sentía tan bien tener sus pequeños y delicados labios en mi piel, es que no había descripción su gestos cada vez me desarmaban como nunca antes.

Me miro y sonrió, sin decir más salió del auto y esta vez la deje ir, la deje ir, porque si no iba a perder el control y terminaría besándola de una vez por todas como tanto quería.

Su calidez, su inocencia, su forma de ser me han cautivado como a un loco y la deseo, la deseo en cuerpo y alma como ha nadie.

Valentina

Una semana había pasado desde el encuentro que tuve con Ricardo, era más difícil que antes sacarlo de mi mente, no supe nada de él, eso era más que lógico ni uno de los dos teníamos nuestros números telefónicos, nos perdimos del tiempo y lugar que nos olvidamos de todo eso. No voy a negar que lo busque en las redes sociales, aunque solo sabía su primer nombre intente encontrarlo a través del perfil de Joseph, y fue en vano porque no halle nada.

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⏰ Última actualización: Mar 24, 2019 ⏰

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