Capítulo 9

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- ¿y ahora qué? - preguntó la valenciana

- No lo sé, solo disfrutemos del momento - la beso, a la rubia se le olvidó respirar, dejo de parecerle importante - porque está pasando de verdad

- Sí, está pasando... ¿qué has hecho todos estos años? ¿Dónde has estado?

- Fui a Telford durante una temporada

- ¿Telford, Inglaterra? - preguntó impresionada la rubia

- Si

- ¿qué te llevo allí?

- La seguridad de saber que tenía algo en aquel pueblo

- ¿el que?

- Familia - contestó la navarra acordándose de Noe, Manu y los Javis

- A veces se me olvida que haces lo que quieres cuando quieres - rio Alba - ya me gustaría a mí haber vuelto

- Eh, Ginebra no está nada mal - comentó la castaña

- sí bueno... espera, ¿tu como sabes lo de Ginebra?

- Soy mágica - contestó la navarra mientras la rubia pensaba en la respuesta - no te comas el coco, ha sido Marina

- ¡Marina! ¿habéis estado en contacto todo este tiempo y nadie me ha dicho nada?

- Fue la única persona con la que sentía la confianza suficiente como para preguntarle de ti, claro, ella me mantenía informada de lo que pasaba

- Vamos que ya sabes todo de mi

- Pues más o menos - contestó la navarra divertida - ¿sigues considerando volver a Ginebra?

- No, hace mucho que tomé la decisión, es una oportunidad profesional importantísima, pero no me quiero ir de Madrid - rio Alba - llevamos una semana aquí ¿por qué has tardado tanto en decir lo que sentías?

- ¿cómo le dices a tu ex que sigues enamorada de ella? seguro que es una mala idea, lo estropearías las vacaciones a todos, a no ser que... ella también siga enamorada de mi ¿y si se sintió así el primer día que nos volvimos a ver, pero estaba muy asustada de decirlo? Y ha estado evitándome todos estos días. Podríamos volver a estar juntas y ser una de esas parejas cursis que siempre se sienta en el mismo lado del banco para estar más cerca la una de la otra; podríamos vivir juntas por fin, con un perro, podríamos casarnos y empezar una familia, podríamos envejecer juntas... incluso en sus peores días nunca podría dejar de quererla, o... o ella podría no sentir lo mismo, seguro que no ha vuelto a pensar en mi de esa forma, de una forma romántica y ¿por qué lo haría? Es mi ex, solo mi ex y yo soy la estúpida egoísta que lo jodió todo una vez y puede joderlo de nuevo por mis sentimientos, en el peor de los casos se iría y no volvería a saber de ella directamente o no me volvería a hablar, mierda... ¿y si no me vuelve a hablar nunca más, ni si quiera para decirme que me aparte de algún sitio? Creo que no podría vivir en un mundo en el cual supiera que no volvería a dirigirme la palabra para bien o para mal, en el cual no podría ver su sonrisa, aunque no fuera para mi. No se lo puedo decir, debería guardar todo esto dentro de una botella y tirarla al mar para que llegase a una isla desierta, por lo menos hasta que se case, yo aparecería en mitad de la boda, borracha y me declararía delante de todo el mundo. Debería hablar con chicas disponibles, no con mi ex. Solo quiero lo que nunca voy a poder tener; no, claro que no, me merezco ser feliz; Estoy cansada de llorar para dormir, pensando que ella está con alguien más; ya no puedo poner una sonrisa cuando me hablan de ella y fingir que ya no me importa. Todos y cada uno de esos pensamientos han pasado por mi cabeza esta semana, cada vez que estaba contigo o pensaba en ti; por eso no he dicho nada, para intentar olvidarte, para conseguir superarte, pero meses y meses después, intento fallido tras intento fallido me he dado cuenta de que era imposible, por mucho que quisiese no podía olvidarte, ¿sabes porque? has contaminado todo en mi vida, cada objeto, cada sitio me recuerda a ti, tengo un recuerdo tuyo de cada cosa que veo, me he dado cuenta que no era cuestión de que me gustaba alguien más, me gustas tú y no puedo remediarlo

- ¿cuándo te has dado cuenta de esto?

- Desde que te vi aparecer en casa de María el otro día, desde que te volví a ver

- ¿de entre millones de humanos te enamoraste de mí? - preguntó divertida la valenciana

- Me he hecho esa pregunta todos los días ¿por qué tu?

- No lo sé, no soy nada especial

- Mira que eres pesada con ese tema, a veces me gustaría cambiar de lugar contigo, para que vieras con que ojos te miro yo

- ¿y cuando Marina te hablaba de mi...?

- Desde aquella noche pensé que estábamos destinadas a enamorarnos, no a tocarnos - comentó Natalia arrancando un trozo de césped - ¿eres feliz?

- ¿estás aquí? - preguntó Alba

- Sí

- Pues lo mismo te digo

- Bien - sonrió la castaña levantándose - vamos - tendió su mano para levantar a la rubia

- De vuelta al barullo - dijo Alba cogiendo su mano

Esto ya no existeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora