Dos horas y muchas vueltas en la cama después, Alba decidió que ya era hora de ponerse en pie, el reloj marcaba las siete de la mañana, pero la realidad era que la valenciana no podía conciliar el sueño. El resto de jóvenes decidieron conciliar el sueño la noche anterior, pasadas las dos de la madrugada, por lo que dedujo que nadie se encontraría despierto a aquellas horas
- Buenos días - alcanzó a decir una vez se encontraba en la cocina al ver una figura sentada en el extremo opuesto de la mesa
- Menudas horas - contestó Natalia mientras Alba sentía como se paralizaba su cuerpo entero, la última persona con la que quería cruzarse recién levantada era con la navarra
- Hola - fue lo único que pudo articular la rubia
- ¿quieres desayunar?
- Emm... - dijo Alba jugando con sus dedos de las manos - no - se dio media vuelta - voy a salir a correr - añadió saliendo de la cocina a una velocidad asombrosa
- ¿desde cuándo corre? - se preguntó la castaña antes de volver a su libro
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- "voy a salir a correr" ¿enserio Alba? - dijo la valenciana para sí misma cuando había andado lo suficiente como para encontrarse en mitad de la nada - todo el mundo sabe que no corres, serás idiota - añadió mientras comenzaba a caminar más despacio hasta pararse junto a un árbol - no te puede seguir poniendo así de nerviosa, acuérdate Alba - se dijo - acuérdate de lo mal que lo has pasado por favor
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4 años antes...
- Alba, de verdad, no sé de que me estas hablado - dijo la castaña con lágrimas en los ojos
- Mira Natalia - contestó la valenciana enseñándole las fotos - de esto te estoy hablando ¿no te acuerdas? - preguntó con una mezcla de dolor y enfado
- No - negó la navarra - no, no me acuerdo
- Por favor, si la cagas, por lo menos ten el valor para reconocerlo
- Te lo juro mi amor, no sé lo que pasó no sé lo que hice - dijo la castaña
- No Natalia, se acabó, ahí sabias muy bien lo que estabas haciendo - contestó la valenciana determinante
- Si me dejases hablar - intervino la navarra
- No, lo has dejado todo muy claro ya - se negó la valenciana
- Te lo voy a explicar...
- Te he dicho que no Natalia
- ¡eres idiota Alba enserio! - dijo Natalia elevando la voz por primera vez mientras observaba como había asustado a la rubia que comenzaban a brotarle las primeras lágrimas, se arrepintió en ese mismo instante de haber dicho eso
- ¿de verdad? - preguntó dolida
- No... no Alba, claro que no, no quería decirlo así
- Pues ya lo has dicho - dijo Alba apartando a la castaña de su camino
- Alba...
- No Natalia, ni Alba ni gilipolleces, lo has dicho, ahora carga tu solita con las consecuencias - dijo cogiendo un abrigo de encima de la mesa
- ¿A dónde vas a estas horas? - se preocupó la castaña
- No te importa Natalia, ya no es problema tuyo - dijo Alba antes de salir por la puerta principal
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- Por eso no puedes - se dijo Alba a sí misma tras recordar la escena - tienes que ser fuerte, ya no eres la Alba de hace cuatro años que la necesitaba para ser alguien más - añadió antes de retomar el ritmo de nuevo
- ¿Dónde estabas? - preguntó Marilia en cuanto la valenciana apareció por el salón
- He salido a... a correr un rato - contestó la rubia - ¿no te lo ha dicho... bueno, da igual, aquí estoy
- No, no me lo ha dicho nadie - dijo la canaria algo más tranquila - que susto me has dado
- ¿Quién tenía que habérnoslo dicho? - se acercó África curiosa
- Nadie - contestó Alba - voy a ducharme, ahora bajo
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- Mira tía, eso ya es un avance - dijo Julia tumbada en una hamaca del jardín
- Uy sí "Menudas horas, ¿quieres desayunar?" - continuó otra joven - ¿para cuándo la boda?
- Gracias Marta - dijo Natalia tras la sinceridad de la malagueña
- Bueno, pero ¿Qué querías que hiciera Marta? - intervino la gallega - la verdad, podía haber dicho algo peor
- ¿Cómo qué? - preguntó Marta
- Emm... - pensó Sabela - ya se me ocurrirá algo
- Ahss ¿Qué más dará por dios? - apareció Miki - da igual lo que diga, Alba habrá hecho el idiota también, me la he cruzado por las escaleras y venía de "correr" así que para que veáis como está el tema
- Matarme por realista, pero ¿no podéis estar normal y ya? Con lo fácil que sería... ser amigas, hablaros como personas normales o no ser amigas si queréis, pero por favor, no hagas de cada encuentro la situación más rara del día - dijo Julia
- No es tan fácil Jules - contestó Natalia - pero te prometo que lo voy a intentar
- Con eso me vale - aceptó la andaluza
- A mí no - añadió Marta - hundisteis mi barco y no os lo voy a perdona así de rápido - dijo mientras se levantaba muy dramáticamente