Eran aproximadamente las 9 de la noche, hacía más de tres días que los 16 jóvenes habían llegado a la casa donde se quedarían durante aquella semana, al parecer el senderismo por la montaña había cansado a la mayoría, ya que todos se habían ido a dormir, sin embargo, Natalia se encontraba intacta, por lo que decidió aprovechar para salir al balón a tomar algo de aire y fumarme un cigarro.
- ¿cómo tu por aquí? - se giró la valenciana a mirar a Natalia
- ¿cuánto llevas ahí? - preguntó la castaña sonriendo sorprendida al tener un minuto a solas; anteriormente cuando se reunieron en el punto de encuentro con el resto del grupo intercambiaron miradas, pero sin pronunciar palabra, a ambas les sorprendió el reencuentro, sin embargo, no surgió nada más, se habían ignorado prácticamente toda la estancia desde Madrid
- Un rato más que tu - contestó la valenciana, sin evitar recordar el juego de miradas durante el viaje en autobús
- Pensaba que era la única de todas que seguía en pie - rio la castaña, echando el humo del cigarrillo hacia un lado mientras recorría con la mirada a la rubia
- Pues has pensado mal - contesto Alba mientras observaba vagamente a la navarra - veo que no has cambiado, parece el mismo cigarrillo que el de hace unos años
- Algunas cosas no cambian - sonrió Natalia
- Ya veo ya - contestó la valenciana mirando de arriba abajo a la castaña, como si estuviera juzgándola - como tus Converse amarillas, por ejemplo, o tu pelo - rio
- Pues tu... vaya cambio que has dado, casi no te reconocí en casa de la Mari - rio - pero sigues igual de preciosa - comentó la castaña haciendo el intento de acortar distancias, solo un poco
- Natalia... hemos venido a estar bien los dieciséis - cortó la rubia
- Ya lo sé, hazme caso que no tengo otras intenciones - asintió la navarra
- Gracias - contestó Alba mientras se deba cuenta del relativamente corto espacio que existía entre ambas - ¿por qué has venido?
- Para librarme un poco del estrés del trabajo, para ver como estabais todas - dijo Natalia mientras se le formaba una ligera sonrisa mientras hablaba, recordando buenos tiempos - ¿y tú?
- La verdad no lo sé - rio la valenciana - para comprobar que todo sigue igual, supongo - contestó mirando a los ojos de la castaña por primera vez en todo el viaje - ¿qué haces ahora? ¿todo como siempre?
- Han pasado 4 años, dudo que todo siga igual - rio Natalia por lo bajo - en cuanto terminé la carrera me puse a trabajar en un despacho de abogados, en la parte de asesoramiento jurídico internacional, ya sabes que mi padre siempre le gustó la idea, no me va nada mal, pero sabes que lo mío siempre fue la música, por eso decidí probar suerte, dentro de poco voy a sacar mi primer EP - contestó - ¿y tú? ¿Qué has hecho? Creo que tienes mucho que contarme - sonrió la castaña mientras retiraba el mechón de pelo que cubría el rostro de la valenciana a causa del viento
- eso está bien - contestó Alba mientras se alejaba de la navarra - lo del grupo, lo de hacer caso a tu padre... discrepo, pero ¿qué le vamos a hacer? - añadió mientras se metía las manos en los bolsillos y bajaba la mirada - yo me decanté por las organizaciones internacionales, siempre me gustó, ya lo sabes
- Claro, me acuerdo de aquellas charlas con Dave acerca de las problemáticas mundiales, entendía la mitad, pero la pasión con la que hablabas de ello era algo contagiosa he de reconocer - recordó Natalia - me alegro mucho de que te dediques a lo que te apasiona, serás la mejor algún día