- Vamos a ver - dijo África mientras se adentraba en el chalé junto con el resto de los jóvenes - tenemos una suerte que no nos la creemos, hay ocho habitaciones señores
- Un cuarto por cada dos - calculó Sabela
- Exactamente - asintió la madrileña - ¿Quién con quién?
- Noelia - dijo Julia
- Dave - continuó Carlos
- Mari - añadió África
- Nat - comentó la gallega
- Joan - dijo Miki
- Alfonso - gritó Marta desde la terraza
- Famous - siguió Damion
- Albitaaaa - sonrió la canaria - dormimos juntas - la abrazó
- Pues ala señoras - dijo María cogiendo sus maletas - tonto el ultimo - añadió antes de salir corriendo escaleras arriba - ¡algunas habitaciones son mas chungas que otras! - gritó al escuchar como los jóvenes reían desde abajo
- Coño - dijo Marta mientras seguía a la madrileña
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- Pues no está mal - dijo Sabela dejando sus cosas encima de una de las dos camas
- Podría habernos tocado entre Noelia y Marilia y por lo menos las habitaciones de al lado son las de Damion y Joan - comentó la castaña - así que dormir, vamos a dormir
- Demos gracias por eso - sonrió Sabela
- Nat - apareció María por la puerta
- Dime - contestó la navarra
- Solo venía a preguntar ¿Cómo está la movida entre tu y Alba? Hay interacción, es nula, alguna frase, palabra, gesto... ¿algo? - preguntó la madrileña - solo es para tenerlo encuentra y no joder el viaje a nadie
- Nada de nada Mari - contestó Natalia
- Pero si tampoco fue para tanto - recordó María
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4 años antes...
- Vamos a ver - dijo África desde el sofá - no lo entiendo, creo que me he perdido
- ¿os acordáis la fiesta del productor ese de música? ¿la de Barcelona? - dijo la valenciana un poco más calmada
- No - reconoció María
- Sí tía, que nos invitaron a Alba, a Sabela a ti y a mi pero no pudimos ir - le recordó África - el que le ofreció el contrato a Natalia
- Ahhh ya, vale, vale, ya se cual es - se acordó María
- Natalia volvió rara de Barcelona - continuó la rubia
- Le acababan de ofrecer un contrato musical Alba - le recordó África
- No, estaba rara, era algo más - dijo la valenciana - pero pensé que eran cosas mías, que me estaba haciendo líos yo sola y lo dejé pasar - "no quiero saberlo" pensó María para sí misma - pero al parecer sí pasó algo - sollozó la rubia - hace dos horas me han llegado unas fotos - se sinceró
- fotos como - intervino África temiéndose lo peor
- no quieres saber que fotos - lloró Alba
- no puede ser - se levantó María
- seguro que es mentira - intento convencerse a si misma la otra madrileña
- ten - dijo la rubia dándole su móvil desbloqueado
- su puta madre - se impresionó María
- Natalia no te haría esto jamás - dijo África todavía en shock
- Eso mismo he pensado yo al principio - contestó Alba - pero las fotos no mienten Afri
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- Bueno... en realidad un poco - reconoció la madrileña - emm... solo venía a preguntar eso, ahora nos vemos - dijo saliendo de la habitación mientras Natalia se llevaba las manos a la cabeza
- Nat - intervino Sabela - todos sabemos lo que pasó
- Pues parece que no es suficiente - contestó la castaña agobiada
- No fue fácil de tragar Nat, para nadie - dijo la gallega - era lo último que nos esperábamos todos
- ¿por qué tuve que ser tan idiota? ¿Por qué fui a la fiesta si ni siquiera me gustan? - comentó la navarra al borde de las lágrimas
- Eh, Nat - se acercó Sabela a abrazar a la castaña - todos cometemos errores a lo largo de nuestra vida
- Yo cometí el más grande - dijo Natalia
- Deja de martirizarte - pidió la gallega - ¿quieres que bajemos a ver qué pasa por ahí abajo?
- Prefiero quedarme sola un rato Sabela - contestó la castaña - no te enfades, pero necesito veinte minutos conmigo misma
- Claro - accedió Sabela - yo me bajo que oigo voces - sonrió la gallega - voy a tener que echarle la bronca a alguien ya - rio antes de darle un beso en la frente - ahora nos vemos Nat
- Gracias - sonrió la navarra
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- Venga Alba, están todos en el jardín - dijo Marilia - no te puedes quedar aquí toda la semana
- De hecho, sí puedo - contestó la valenciana
- Por favor - pidió la canaria
- Es que ahora no me apetece
- No te quiero dejar sola
- Pero si sois miles abajo, no va a pasar nada - rio la rubia
- Pero ¿vas a estar bien?
- Sí
- ¿me lo prometes?
- Te lo prometo
- Más te vale ¿eh? Si no subo y te saco de aquí a rastras
- Gracias por preocuparte Marilia - sonrió Alba
- Bueno - contestó la canaria - subo dentro de un rato - dijo antes de salir de la habitación
- Ay - se tumbó la valenciana en la cama - ¿por qué has venido Natalia? ¿por qué has aparecido?
