Capitulo 4.

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Notas de autor:

Comenzare a usar más "Jaejoong" en vez de Youngwoon para no confundirme y por qué es más fácil xD. El próximo capítulo espero que pueda traerlo pronto, ya tengo mas o menos la idea (¿) si tengo que admitir que no pienso muchos los capítulos antes de hacerlos, solo estoy dejando que fluyan por lo que a veces puedo perder el hilo, pido disculpas por ello.

Espero que les esté gustando esta historia, si es así les pido que por favor dejen comentario o un voto, like o lo que sea xD. Gracias <3

Capitulo 4.

La brisa del viento era cálida pero no sofocante, mientras el joven de piel acaramelada se encontraba cortando algunos pedazos de madera para la fogata que usarían por la noche para salvaguardar el calor.

So Hyunn estaba a corta distancia de él, recostado sobre un árbol sin hacer ningún movimiento como apreciando el panorama, Yunho le lanzo una mirada curiosa, preguntándose en qué momento su tío se apartaría por fin.

Habían pasado ya algunas semanas desde que su nuevo amigo y él pasaran juntos la mayor parte de las tardes cuando su tío se iba lejos.

Desafortunadamente había pasado una semana entera desde la última vez que So Hyunn se había alejado y comenzaba a extrañar a su amigo, no es que no quisiera a su tío. Pero cuando estaba con él no podía evitar sentirse solo, su tío rara vez hablaba más de dos palabras y nunca quería contarle que tenía en mente.

Por el contrario, Jaejoong resulto no ser tan tímido como en un principio había pensado, una sonrisa se formó en sus labios. Jaejoong era muy hablador, aunque siempre tardaba en empezar a dejar fluir las palabras. Era como si el tiempo que estuviera lejos lo volvía nuevamente a ser el chico ausente y triste que vio por primera vez. Pasando los minutos y las horas, eso cambiaba y una personalidad animada, aunque algo torpe se dejaba ver fuera de aquel caparazón.

Recordó como casi caía de un árbol cuando fue descubierto la segunda vez que lo espiaba después del incidente del lobo, casi rió al recordar el desastre que había dejado en el camino, con Jaejoong lleno de hojas y tierra en toda su ropa y cabellos, rasguños, aunque insignificantes que habían hecho enojar al palido chico. Y sin embargo tras de aquella visita el niño había simplemente aceptado su atracción a estar junto a Yunho, acudiendo al menos dos veces por semana para encontrarse con él, no volviendo a esconderse y simplemente apareciendo frente a él.

Un puchero se formó en sus labios, realmente quería ver a su amigo, y como si sus rezos hubieran sido escuchados, observo como su tío se levantaba y sin dar explicaciones se alejaba del lugar.

Yunho canto en victoria y se apresuró hacia la pequeña cabaña donde estaban refugiados para sacar de ella una mochila, la cual cargo consigo a lo largo del camino del rio Han, sin importar lo pesada que era no perdió aquella resplandeciente sonrisa.

Por fin encontró la roca grande y frondosa donde se quedaba de ver con su amigo y espero pacientemente al lado del rio, espero y espero y por un momento su corazón se sintió acongojado ante la idea de que Jaejoong no fuese a venir, pero no se vio decepcionado cuando Jae salía de entre los arboles casi una hora después.

Ambos se sonrieron cómplices, Jaejoong dio un salto y se sentó a un lado de él y comenzaron su charla interminable acerca de las cosas increíbles que habían visto, en realidad el que hablaba más era Yunho contándole a su amigo todo lo que su tío le había enseñado.

Yunho sabía que el mismo era un ignorante, que desconocía casi todo lo que había por saber sobre este mundo, pero incluso él tenía una vaga idea de cómo era el mundo para el resto de las personas; Como llevaban sus vidas, como era el caos de una ciudad, sobre las personas andando en carrozas, sobre los niños estudiando en escuelas para aprender a leer y escribir, sobre política, sobre historia, incluso sobre modales.

PoisonedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora