Eran las seis de la mañana cuando me levanté, había dormido muy poco ya que la ansiedad por verla me estaba matando. Sólo deseaba que fuera y poder conocerla un poco más aunque, sabía que le iba a costar abrirse bastante.
Después de darme una ducha, decidí no desayunar ya que sabía que iba a hacerlo en la cafetería, agarré mi abrigo y salí listo para lo que fuera que tuviera que pasara, pero en cierto punto me hacía sospechar.
***
Salí de casa a las nueve y comencé a caminar directo a la plaza, tenía tanto miedo y nerviosismo que agradecí vivir lo bastante alejada para poder pensar y analizar lo que estaba a punto de suceder. Aún no entendía por qué le iba a interesar a un desconocido y sobre todo por qué el regalo, no me quejaba de haberlo recibido.
A la vez que continuaba caminando, mi mente seguía maquinando, no podía dejar de pensar en las cosas que debía realizar y me di cuenta de lo mal que estaba, cómo me había dejado estar. Pero lo más importante era que debía, urgentemente, buscarme un trabajo y tenía una idea de dónde podría ir además necesitaba cuidar a mi pequeño Mich, él me necesitaba estaba comenzando a ser una parte muy importante de mi vida y sobretodo me hacía sentir viva de nuevo. Después debía decidir si continuar con la universidad o no, algo que me iba a costar mucho tomar la decisión correcta.
Sin darme cuenta, ya me encontraba en el lugar de la cita, suponía que era eso aunque no me sentía preparada para ello.
***
Estuve un buen rato esperándola, no me podía quejar ya que yo había sido el que había salido muy temprano de casa.
Cuando la vi llegar, fue algo maravilloso, fue como la primera vez que la vi entrar a la tienda. Lucía...tan...hermosa incluso tenía cierto rubor en sus mejillas que, para mí, era todo. Sin despegar mi vista de ella, me acerqué a su derecha y lo único que pude hacer fue contemplarla y nada más.
Al notar que alguien estaba al lado suyo se dio la vuelta y me miró, simplemente lo hizo y yo no pude pronunciar palabra alguna. Había ensayado algunas líneas pero ahora al tenerla en frente no pude decirlas.
Por primera vez observé cómo sus hermosos labios se alzaban en una sonrisa que hasta hoy no he podido olvidar.
—Hola —me saludó tímidamente, su voz era la de un ángel. Sé que a muchos le puede parecer cursi pero los que sintieron esa chispa llamada "AMOR" lo van a comprender.
—Hola —sus ojos eran increíblemente verdes, los ojos de la naturaleza. —Soy...soy Kyle —me costaba mucho hablar y cómo no costarme.
—Soy Lisi.
—Bueno...creo que te debo un café —sonreí como nunca lo había hecho desde que había perdido a mi hermano.
Sin decir nada más entramos y busqué con la mirada el lugar más alejado y tranquilo que hubiera. Nos dirigimos al final del local donde se encontraba una mesa frente a una de las ventanas. Como todo un caballero, corrí la silla para que pudiera sentarse y luego lo hice yo. Minutos más tarde llegó el camarero para tomar nuestro pedido, al principio creí que podría comer mientras estábamos juntos pero de inmediato mi apetito cesó y sólo mi curiosidad por ella aumentó.
***
Me mantuve mirándolo, por alguna razón sabía que lo había visto antes pero no podía lograr averiguar de dónde. Mi mente no estaba en buenas condiciones desde aquel momento.
Después de ordenar un café, me quedé observando por la ventana como la gente iba y venía. En ése instante me pregunté qué hacía yo allí, lo volví a mirar y sus ojos del mismo color que los míos se quedaron contemplándome y sentía como si me quisiera mantener a su lado.
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Dime... ¿Te espero o te olvido?
RomanceLa vida no es nada fácil y menos para dos enamorados. Ella solo deseaba estar a su lado y poder formar una familia con él pero el destino le marcó otro camino y sin darse cuenta estaba en el lugar que siempre había deseado con la persona que amaría...