Callar mis silencios
volverlos mar
hojas
hielo.
Hacerlos arder
romper a reír
llorar sin romperme,
subir el volumen por encima de ellos:
mis demonios,
que me abastecen la mirada
pero me queman por dentro.
Descansar me hace falta,
cerrar las ventanas al mundo
un par de días
o vidas, no sé.