tercera parte

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Como cada sábado, Hoseok se encontraba en la tienda cumpliendo su "turno", es decir, comiendo pringles y mensajeándose con sus amigos.

–¡Shin Hoseok! –el grito de su tía lo hizo sobresaltar, de inmediato escondió el tubo de pringles en un cajón para que ella no lo notara.

En unos segundos estaba frente a él, con su ceño fruncido y los brazos en su cintura con un gesto de enojo.

-He revisado las cámaras de seguridad ¿Me puedes explicar qué hacías robando pringles, corriendo con bolsas de nuggets y por qué no hiciste nada cuando ese chico se fue sin pagar? –farfulló.

Hoseok se removió incomodo en su silla, había uno que otro cliente en los pasillos y el grito de su tía había hecho que todas las miradas se posaran en ellos. Tocó su nuca de forma nerviosa, pensando en una buena excusa para su locura.

–Bueno...y-yo...–comenzó pero se calló al instante por no saber que decir.

–¿Sabes qué? Ahora me quejaré con tu madre, mientras tanto atiende a los clientes y trata de que no nos roben otra vez. –los ojos de la mayor se oscurecían debido a la furia.

–¡No me acuse con mi mamá, por favor! –habló el chico colocándose de rodillas y juntando sus manos en forma de suplica.

Ella rodó los ojos y susurró un "señor, deme paciencia" antes de alejarse, a lo cual Hoseok sintió una especie de culpabilidad, su tía era una mujer solterona y sin hijos, por lo tanto al no tener contacto con niños, o en este caso, adolescentes, contaba con una paciencia tan diminuta que su único sobrino lograba sobrepasar hasta el punto de querer estrangularlo.

Continuó por media hora atendiendo a los clientes que llegaban en multitud a su tienda, hasta el momento que el pequeño Kihyun llegó con dos bolsas de los famosos nuggets y una caja de helado de chocolate.

–Hoseok tienes que...–Le entrecerró los ojos al chico, quien la miraba con una expresión asustada.

Hoseok se apresuró a pasar los productos por la caja registradora para que Kihyun no fuera víctima del carácter explosivo de su tía.

–¿Tú eres el niño que ayer se fue sin pagar?

Kihyun tragó profundo y se dispuso a contestar, pero Hoseok se adelantó.

–Él no es, tía. –Le respondió Hoseok, dándole el vuelto al más bajo.

–Estoy segura que...–Dijo poniendo un dedo en su barbilla.

El sonido de un teléfono la interrumpió y ella corrió a contestar, por fin los chicos pudieron salvarse del interrogatorio de Lee Minjung.

–Eso fue...extraño. –El castaño susurró con los ojos abiertos como platos.

–Dímelo a mi. –Contestó Hoseok, encogiéndose de hombros.

–Creo que puedes comenzar a llamarme Kihyun. –El mayor enarcó una de sus cejas, sorprendido.

–¿Y eso? –Preguntó haciendo reír al más bajo.

–Me salvaste del monstruo de tu tía. –Habló sin ningún filtro.

–Eso sonó a insulto.

–Sé que la odias tanto como yo y todos los clientes de esta tienda. –Mencionó mirando hacía su alrededor.

–Eso es cierto..., Kihyunnie. –El mencionado sonrió y miró sus bolsas recién compradas.

–Si continúas siendo tan amable como, puede que logres conseguir el secreto. –Propuso.

–Eso sería genial.

El menor hizo un ademán de despedida y caminó rápidamente hacía la salida de la tienda, dejándolo con una boba sonrisa en los labios  y con la mirada confusa de su tía a sus espaldas.

nuggets ➳ wonkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora