sexta parte

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Ambos despertaron en una gran habitación blanca, en medio de un fuerte olor a medicina. Las camas estaba una junto a la otra y los chicos luchaban por permanecer con los ojos abiertos debido a la debilidad en sus organismos.

Kihyun fue el primero en levantarse. Su último recuerdo fue haberse esforzado por sacar su móvil y llamar a su madre para que los recogiera en el parque, para su suerte  ella fue de inmediato y al vernos en semejante estado no dudó en llevarlos al hospital.

–Estoy manchado con vómito. -susurró Kihyun llamando la atención del pelinegro.

Voltearon sus cabezas hacia la puerta al escuchar un sonido proveniente de ésta, una mujer con traje blanco entró seguida de la madre del menor. Ésta tenía cara de preocupación y su mano derecha sostenía un pequeño bolso.

–Hijo, traje ropa para que te cambies, dudo que quieras seguir con esa camiseta toda manchada. -dijo acariciándole el cabello y el castaño le dio una sonrisa agradecida.

–¿No me harán un lavado de estómago o algo? saquenlo de mi cuerpo. -chilló Hoseok ganándose una mirada de odio por parte de la enfermera.

–No hace falta, sólo te inyectaremos suero fisiológico, estás muy deshidratado. -murmuró ella abriendo un cajón donde se encontraban todo tipo de jeringas.

–¿Y a él qué le harán? -preguntó alejándose de la aguja que iba directo a su trasero.

–¿A mi? nada, no es la primera vez que me intoxico con nuggets. -explicó encogiéndose de hombros.

Su madre, a su costado, lo miraba con desaprobación al notar que disfrutaba del sufrimiento de su amigo.

–¡No es justo! no volveré a vomitar, lo prometo, pero no me ponga una inyecci...¡Ouch! -se quejó cuando no pudo evitar que la jeringa hiciera contacto con su piel.

–Es todo. Descansen, beban mucha agua y procuren no comer comida en mal estado. -la enfermera le guiñó el ojo al menor, anotó algunos datos en un libro y posteriormente salió de la habitación.

–Iré a cambiarme. -Kihyun tomó el bolso y se escabulló en uno de los pasillos de la clínica.

Su madre observaba con curiosidad a Hoseok mientras él intentaba no intercambiar miradas con ella, admitía que se sentía un poco nervioso, agotado y adolorido.

–¿Puedo hacerte una pregunta? -preguntó la mayor.

–Claro.

–¿De dónde conoces a mi hijo? -el chico tragó profundo antes de contestar.

–Uhm...bueno, él solía ser cliente en la tienda donde trabajo...-dijo.

–Ahora recuerdo. -rió.-  ¿Tu lo ayudaste a conseguir trabajo? -inquirió con una mirada pícara que asusto al pelinegro.

Hoseok pensó por un momento, técnicamente él no lo había ayudado, su tía simplemente lo había contratado porque creía que sería una buena influencia y lo ayudaría a llevar la tienda en su ausencia.

–Algo asi...-él sonrió a pesar de las constantes punzadas en su parte trasera.

La mujer abrió la boca para decir algo pero Kihyun apareció en ese mismo instante.

–¿Podemos ir a casa? -preguntó colgando el bolso en su hombro.

Las ojeras debajo de sus ojos demostraban el agotamiento en su cuerpo, era obvio que quería marcharse lo más rápido posible de allí.

–¡Bien! firmaré algunos papeles y nos iremos, los espero afuera. -al decir esto, la mayor se marchó.

–Lo siento. -pronunció el pelinegro.

–No es nada. -respondió Kihyun jugando con sus dedos.

–Lo es, fue mi culpa, sólo quería llevarte a comer los nuggets que tanto te gustan y terminamos intoxicados. -habló decepcionado.

–Fue...algo lindo de tu parte. -respondió el castaño sonriéndole levemente.

Hoseok sonrió también, Kihyun le hizo una seña para que se fueran de allí pero el sonido de su celular los interrumpió.

–¡Lee Hoseok! juro que cuando llegue a casa lo primero que haré es matarte ¡Han robado la tienda! -se escuchó a través de la línea.

Era hombre muerto, definitivamente.

Y no sólo él, también Kihyun.

_-_-_
well, me tardé una bocha en actualizar PERDÓN.
no iba a actualizar más pero despues de leer los comentarios y ver los votos que le dan a ésta historia me dieron ganas <3 esperen los otros cuatro capitulos que faltan.

nuggets ➳ wonkiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora