La alarma de seguridad sonando.
Los candados rotos.
Las cajas abiertas en diferentes sitios.
Un ventanal hecho trizas.
Dinero esparcido por el suelo.
Era lo que se encontraron en la que, alguna vez, fue una maravillosa tienda.
-¿Puedes apagar esa cosa? -pidió Kihyun intentando esquivar los vidrios quebrados.
Luego de salir del hospital, prácticamente le habían rogado a la madre del menor que los dejara a las afueras de la tienda, ésta al principio no estaba muy convencida por el estado en el que se encontraban pero después de que le explicaran lo sucedido no dudó en dirigirse allí.
El teléfono del pelinegro comenzó a sonar desesperadamente y atendió de inmediato al leer el nombre de su tía en la pantalla, tuvo que alejar el aparato de su oído debido a los fuertes gritos que se escuchaban a través de la línea.
–¿Sabes? cometí un error al dejarte a cargo de la tienda. –suspiró pesadamente, como si intentara calmar sus nervios. –. Hablé con tu madre y piensa lo mismo, así que desde ahora tú y ese chico no trabajarán más en mi tienda.
–¿Qué? pero si yo tuve la culpa, no él. –se excusó el rubio.
–Si hubiera estado en la tienda...
–¿Y crees que estando aquí evitaría el robo? –preguntó Hoseok rodando los ojos.
–No digo eso, pero.... –hizo una pausa luciendo exasperada. –Mi tienda.
–De verdad lo siento, pero no puedes despedir a Kihyun -dicho esto corto la llamada.
Apreto el celular con fuerza y observo con cansancio el caos que debia de arreglar, con o sin ayuda del castaño. –¿Por qué hiciste eso? –reprendió con el ceño fruncido.
–Solo dije la verdad, tu necesitas el trabajo más que yo -respondio el pelinegro guardando su teléfono.
–No es cierto, lo hago por comprar bolsas de nuggets. Es algo infantil -se encogió de hombros haciéndolo entender.
–Haremos algo -propuso él. –Trabajarás aquí todo el tiempo que quieras, a cambio yo recibiré el secreto para no subir de peso comiendo porquerías.
El castaño lo fulminó con la mirada, no era justo que le cediera el puesto de trabajar allí, siendo que él era el sobrino de la dueña y solo por invitarlo a comer se arruino todo. Pero Hoseok era tan cabeza dura que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para salvarle el pellejo a Kihyun, y él comenzaba a dudar de que si se trataba solo de la receta para no engordar comiendo nuggets o de algo mas.
–Si continúas así, tal vez, y solo tal vez, puedas conseguirla -le guiñó un ojo y se alejó de él para tomar una escoba y comenzar a limpiar ese desorden.
Desde ahora, Hoseok debía de esforzarse por no destrozar los nervios del pequeno castaño y asi obtendría lo que deseaba desde hace mucho, ¿no?
🌼
ESTÁS LEYENDO
nuggets ➳ wonki
Fanfiction❝en donde Kihyun compra semanalmente decenas de bolsas de nuggets❞ adaptación fixariot ©