Fanatico451

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Sinceramente nunca me ha gustado física, de hecho, ninguna ciencia. Soy más una persona de literatura o historia, incluso artes.  Por eso cuando la profesora explica la importancia de las leyes de Newton,  prefiero dedicarme a dibujar en mi cuaderno, estoy totalmente en las nubes. Me molestaría en actuar como si pusiera atención pero la profesora nunca  se fija en mí ni en mi falta de interés en su clase.

—Señorita Hudson—murmuro una maldición al escuchar mi apellido. Levanto mi cabeza y me encuentro con los ojos de la profesora Morín fijos en mí.

— ¿Podría decirme cual es la segunda ley de Newton?

— ¿Si algo puede salir mal, saldrá mal?—Digo dudando, no creo que Newton haya dicho eso, pero es lo mejor que tengo.

 —No, esa es la ley de Murphy, y visto que tanto le interesa, quiero un trabajo de su biografía. Envíelo a mi correo a más tardar a las 12 de la noche.

Genial. Murphy seas quien seas acabas de joderme el día.

Cuando toca el timbre, lo primero que hago es escribir en mi brazo el súper trabajo, de otra manera se me olvidaría. Después de guardar mis cosas voy hasta la salida y tomo rumbo a la cafetería. Pero alguien me detiene. Sé de sobra que es Jackson. No sé porque tiene ese afán de molestarme, me coloca apodos estúpidos y hace comentarios igual de estúpidos. Y para mi suerte, compartimos todas las clases. TODAS.

—Hoy no Jackson, no estoy de humor—hablo antes de que pueda decirme nada mientras me giro para enfrentarlo. Mis mejillas se tiñen de rojo al encontrarme con Ethan.

Ethan es todo lo contrario a Jackson. Ethan es el prototipo de chico perfecto, es dulce y muy simpático, aunque es muy tímido, por eso casi nunca hablamos.

— ¿Creíste que era Jackson?

—Sí, lo siento, como siempre está molestando, supuse que eras él.

—No hay problema—una pequeña sonrisa baila en las comisuras de su boca—Me preguntaba si necesitas ayuda con tu trabajo.

—Oh no, creo que puedo hacerlo. Aunque podría necesitar ayuda para estudiar a Newton, ya sabes él y yo no nos llevamos muy bien— Hago una mueca con la intensión de hacerlo reír, y lo logro.

—Bien, cualquier cosa que necesites, aquí estoy.

—Gracias. Ahora debo irme, deben estar esperándome, adiós.

—Adiós Emily

Sonriendo llegue a la cafetería, mi mochila cuelga de mi hombro derecho, tomo una bandeja y me coloco a la fila. Después de elegir mi almuerzo visualizo a mi mejor amiga Amanda sentada en una de las mesas de al fondo. Me hace una seña para que me siente con ella.

—Hola de nuevo—saludo con una sonrisa en mi rostro.

—Hola.

Dejo mi mochila en el suelo y me dispongo a tomar asiento, y en ese momento siento como alguien tira suavemente de mi cabello. Ahora si no hay duda, se trata de Jackson.

—Hola enana—su estúpida sonrisa cargada de seguridad me irrita, Jackson toma asiento en una de las sillas cercana a mí.

— ¿Cuántas veces tengo que decirte que 1 metro 55 centímetros no es considerado enanismo?— murmuro irritada, mientras tomo asiento.

—Comparada conmigo eres una enana.

—Que tú seas un gigante no hace que nosotras seamos enanas—Amanda salta en mi defensa y se lo agradezco, no estoy de ánimo para tratar de hacer razonar al estúpido gigante.

—Como sea—Jackson rueda sus ojos y sé que por ahora dejara el tema en paz.

Amanda me cuenta lo que ha hecho en su día mientras comemos. No lleva ni cinco minutos cuando Jackson la interrumpe.

—Muy entretenido Mandy—su voz derrocha sarcasmo, Amanda lo mira enfadada— Tengo que irme, gracias por las papas Emily—Dice mientras me guiña un ojo, lo miro confundida.

Jackson se para rápidamente mientras con una mano saca todo mi plato con papas fritas para irse corriendo a la otra mesa donde están sus amigos.

—Te juro que no lo soporto.

Son las 11:30 de la noche y por fin he terminado el dichoso trabajo. Mis ojos se cierran de sueño y sé que mañana tendré unas grandes ojeras.  Abro mi correo y mis ojos se sorprenden al ver un mensaje totalmente diferente a los comunes.

De: fanatico451@mail.com

Para: Emily.Hudson96@mail.com

Eres hermosa.

Abro mis ojos excesivamente, nunca me espere algo como eso. Decido enviar el trabajo antes de que se me olvide y vuelvo al correo misterioso para responderlo.

De: Emily.Hudson96@mail.com

Para: fanatico451@mail.com

No lo creo. ¿Quién eres?

El correo fue enviado a las 5 de la tarde, realmente no espero una respuesta inmediata, pero esta llega de igual forma.

De: fanatico451@mail.com

Para: Emily.Hudson96@mail.com

Soy tu admirador.

 De todas las respuestas que se me cruzaron por la mente, esa nunca fue una de ellas, mis manos se congelan a la par de mi cerebro y no puedo formar un pensamiento coherente. Decido ignorarlo e irme a acostar, de seguro es una broma y mañana encontrara a alguien más para molestar.

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