Capítulo 1

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Seis agentes esperaban impacientes a que el cirujano les informara de cómo había ido la operación. La otra operación, la que consistía en atrapar al sudes que llevaban persiguiendo desde hacía varios días, había salido terriblemente mal. El sudes se había suicidado, pero antes de hacerlo le había disparado a Morgan. A pesar de que no le había dado de lleno, la bala había rebotado, y finalmente una esquirla le había impactado en la cabeza. Ahora se debatía entre la vida y la muerte.

Llevaban horas sentados en aquella fría y aséptica sala de espera y, cuando por fin el médico apareció, prácticamente se abalanzaron hacia él.

- La operación ha ido bien... Fue una herida limpia dentro de su gravedad. Unos milímetros más hacia adentro, y no lo habría contado. Es pronto para descartar secuelas, pero les puedo asegurar que ha tenido mucha suerte. Hasta que no despierte en unas horas no sabremos nada más- Les informó con voz pausada.

Penélope suspiró con relativo alivio, tratando de convencerse a sí misma de que todo saldría bien a pesar de que llevaba horas llorando de forma intermitente, incapaz de soportar la idea de perder a su mejor amigo. El resto, más comedido, lo llevaban mejor pero sólo en apariencia. Hotch había mantenido una actitud circunspecta, e intercambiaba miradas con Rossi que se veía igual de preocupado que él. Ambos estaban más que pendientes no sólo de Penélope, sino también de Reid, que permanecía apoyado junto a la pared, prácticamente aislado del resto. J.J., que lo conocía mejor que nadie, lo abrazó en un par de ocasiones, sabiendo lo difícil que le resultaría a él tomar la iniciativa. Emily, por su parte, no se había movido de su asiento, con la vista fija en el suelo y sin mostrar ninguna emoción en su semblante. Alguien que no la conociera, habría sido incapaz de determinar si estaba triste o preocupada. Simplemente actuaba como si no estuviera allí.

Ahora, con las nuevas noticias, parecía haber lugar para la esperanza.

Tuvieron que aguardar varias horas más, hasta que Morgan estuvo lo suficientemente despierto como para poder recibir visitas. Por precaución, el médico les aconsejó que entraran de dos en dos, y por supuesto, a García le faltó tiempo para correr hacia la habitación. Después de un breve intercambio de miradas, J.J. la acompañó.

Emily permanecía sentada en aquella incómoda silla, como si se hubiera quedado petrificada, a pesar de que el resto parecía mucho más animado.

- ¿Emily?- Rossi se sentó a su lado. La había estado observando durante todo aquel tiempo, inquieto por la forma en que se había aislado del resto, como si estuviera sumida en su propio infierno personal. No le extrañaba. Morgan y ella eran compañeros en el campo, y desde que ella había vuelto, él se había convertido en su protector- Se va a poner bien... Ya puedes respirar...- La consoló pasándole el brazo por detrás de sus hombros.

Sentir el calor de Rossi hizo que todas sus barreras se desmoronaran, y las lágrimas que había estado conteniendo durante todo aquel tiempo, comenzaron a deslizarse por sus mejillas mientras su respiración se volvía cada vez más agitada. Hotch se volvió hacia ella con preocupación, e incluso Reid se acercó a ella desconcertado por su reacción.

- No fue culpa tuya- Le dijo Hotch por enésima vez desde que todo había ocurrido. Y esperó de nuevo por el mismo silencio con el que había respondido en cada una de las ocasiones.

Pero está vez alzó la vista hacia él.

- ¿Cómo no va a serlo? Esa bala era para mí.- Jadeó entre lágrimas.

Reid se puso de cuclillas junto a ella. Todos sabían lo que había ocurrido. Efectivamente la bala iba a dirigida a Emily, pero en el último momento, Derek se había interpuesto entre ambos, salvándola de una muerte segura.

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