Un enorme estruendo sacó de su sueño a Tony y Steve.
Nada más levantarse de la cama, con sus corazones golpeando con violencia sobre sus cajas torácicas, ambos pensaron en lo mismo y se giraron hacia la cuna.—¡Lucas!—exclamó Steve al encontrarla vacía.
Salieron a trompicones de la habitación.
En la sala principal se había abierto un enorme boquete en una de las cristaleras. Vieron helicóptero que se acercaba peligrosamente a la torre. En uno de los laterales, donde el compartimento permanecía abierto, varios agentes que reconocieron de Hydra aguardaban para dar el salto hacia el boquete y tomar el control de la Torre Stark.—¡Busca a Lucas!—le ordenó Tony a Steve mientras las piezas de su traje volaban desde el almacén hacia su cuerpo, encajando poco a poco a lo largo del mismo mientras se dirigía hacia el enorme agujero en la cristalera.
Estaba a punto de llegar cuando se percató de que le faltaba una pieza. El guantelete derecho.
Miró a todas partes, esperando encontrarlo volando en dirección a su extremidad, pero la pieza no aparecía.—¿Qué narices...?
Apenas acababa de terminar de maldecir cuando un misil salió disparado a sus espaldas, rozándole prácticamente la cadera al pasar y volando a toda velocidad hacia el helicóptero.
Impactó en el lateral, provocando una explosión que hizo vibrar la torre mientras los restos del helicóptero se precipitaban al vacío.Tony, boquiabierto dentro de su máscara, se giró lentamente para ver quién había sido el responsable de aquello.
Creyó, por unos instantes, que alucinaba al descubrir a su hijo Lucas. El guantelete estaba adherido a la perfección a su mano. Al venirle grande, la pieza le llegaba prácticamente hasta el hombro.—¡Malos!—gritó, señalando hacia la ventana—. ¡Adiós malos!
—¡Lucas!—Steve apareció por detrás, agarrando al bebé e intentando quitarle el guantelete—. ¡Eso no se toca! ¡Madre mía!Tony se deshizo de su traje al tiempo que corría hacia ellos y retiraba la pieza del brazo de su hijo.
—¿Cómo has...?
Su cabeza le daba vueltas como si estuviera centrifugando. Por un lado, Hydra les acababa de atacar en plena madrugada y su sistema de seguridad había fallado. Debía tomar nota de ello y reforzar las cristaleras de cara a otro intento de asalto. Pero, además, su propio hijo había salvado la situación utilizando el guantelete de su traje. Y, no conforme con ello, ahora tenía que reportar el incidente y asegurarse de que no había víctimas inocentes.
Porque las bajas Hydra las acababa de causar su hijo. Con dos añitos, acababa de colgarse varias muertes a sus espaldas.—F.R.I.D.A.Y, ¿cómo ha salido mi hijo de la cuna?
—Desconectó el sistema, señor.
—¿Y no podías haberlo reconectado?
—También me desconectó a mí, señor. Usted acaba de conectarme de nuevo al requerirme.
—¿Informe de daños?—preguntó por puro protocolo, puesto que su cabeza seguía dando vueltas pensando en lo que acababa de pasar.
—Rotura en la cristalera de la última planta. Cinco víctimas mortales pertenecientes a Hydra. No se reportan daños personales tras el impacto contra el suelo posterior a la explosión.
—Menos mal—suspiró Steve.
—¡¿Menos mal?!—exclamó Stark, mirando a Steve como si fuera lo más raro que se le había puesto delante—. ¡Nuestro hijo acaba de matar a cinco personas!
—Que nos iban a matar a nosotros. Nos ha salvado.
—¡Se ha escapado de la cuna desconectando el sistema y a F.R.I.D.A.Y.! ¿Lo ves normal o es que soy yo quien se está volviendo loco?Steve se acercó a Lucas, que observaba la situación con suma tranquilidad, y le sostuvo bajo las axilas para elevarlo y mantenerlo en sus brazos.
—Eres un bebé muy inteligente, Lucas Stark.
—Oh, no, no. Si va a ser un killer, prefiero que se llame Lucas Rogers—Se pasó una mano por la frente, que curiosamente le goteaba de sudor—. F.R.I.D.A.Y, refuerza el sistema de seguridad de la cuna. Que no pueda abrirla bajo ningún concepto. Ya me encargaré yo de mejorar tu interfaz.
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El hijo de Tony Stark
FanfictionEn la que Tony Stark recibe el regalo anónimo más raro y frágil que le hayan hecho nunca: un bebé. Su bebé.