Capítulo 5

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"Duraznos"

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Un suspiro se escapó de mis labios y froté mis ojos con el dorso de la mano en cuanto cerré la puerta del BMW negro.

Nadie se hacía una idea de lo mucho que detestaba pelear con mis amigos; sobre todo con Siwon, pues vivía con él y no disponíamos del factor tiempo para arreglar nuestros problemas.

-El cinturón de seguridad, Donghae.

Le sonreí al señor Lee para después obedecerlo. Hacía mucho tiempo que nadie me decía eso, aunque probablemente se debiera a que no me había subido a un auto desde la escuela secundaria.

Desde que comencé a vivir por mi cuenta tomaba el autobús más que nunca. Yo no tenía auto y estaba lejos de tenerlo, pero no me hacía falta, al igual mis amigos y básicamente toda la gente que me rodeaba.

El señor Lee puso en marcha el motor y la cafetería se fue haciendo cada vez más pequeña en la lejanía.

Traté de mentalizarme como el pasado lunes, pero simplemente no pude. Esto no ocurría todo el tiempo; incluso creía que el hecho de que estuviera pasando ahora era producto de un milagro. Es decir, me encontraba sentado en el auto de mi escritor favorito, quién conducía en silencio a mi lado.

A lo mejor se percató de mi mirada sobre él, porque se detuvo ante una luz en rojo y me sonrió con mucha naturalidad.

Analicé sus profundos ojos negros antes de darme cuenta, pero estos brillaban, brillaban tanto que casi podían hacerle competencia a su sonrisa.

-No debes sentirte incómodo conmigo. No somos extraños -deslizó sus dedos a través de las hebras negras de su cabello, echándolo hacia atrás en el proceso-. Tú has estado leyendo mis libros y yo tus cartas ¿no? Todo durante cinco años.

-Supongo que tiene razón.

La sensación se parecía a tener un amigo por correspondencia y, de un día a otro, conocerle en persona.

-Cuéntame de ti, Donghae ¿Cuántos años tienes? ¿Cuáles son tus pasatiempos? ¿A qué te dedicas?

-Tengo veintidós -agaché la cabeza hasta mantener mi vista puesta en mi regazo y comencé a jugar con mis dedos-. Me gusta mucho leer sus libros y hacer teatro, de hecho tengo un grupo. También soy estudiante de universidad, estoy en el departamento de literatura.

-¿Quieres ser escritor?

-Sí, algún día -sonreí ante la idea de mi sueño realizado.

-¿Qué es lo que escribes? ¿Cuál es tu especialidad?

-Hago poemas y... -me callé un momento porque me daba vergüenza confesar esto, pero sabía que él no se burlaría de mí -y romance. Novela rosa, ya sabe ¿no? A veces también un poco de tragedia, pero esto no es muy común.

-Asombroso. -Como era de esperarse, no se rio. Mucha gente sí lo hacía al enterarse de que un chico escribía romance, pero yo no entendía por qué solo a las mujeres se les permitía sin ser juzgadas ¿Acaso un hombre no podía pensar en el amor eterno? -Me gustaría leer alguno de tus escritos...

-No son buenos -me apresuré a responder. En realidad Siwon y mis amigos opinaban lo contrario, y yo, la mayoría del tiempo, me sentía muy orgulloso de lo que escribía, pero... el solo pensar que mi ídolo quería leer mis creaciones me ponía en estado de pánico, porque... ¿y qué si no le agradaba? No podría vivir con ello -Es decir... no se comparan a los suyos.

-No quiero compararlos -soltó una risita al mismo tiempo que el semáforo volvía al color verde-, solamente tengo curiosidad. De todos modos ¿qué clase de loco compararía una novela rosa con una de horror? Dime ¿tú lo harías?

La vida es un libro (Eunhae fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora