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"Yo no podía contar contigo,
y la vida es una cuenta atrás
donde dos personas se dan la vuelta en el último momento.
Una de ellas desaparece, otra se queda.
Adivina cual fuiste tú"

Terminó de peinar su cabellera rubia y puso un mechón atrás de su oreja, lo había dejado crecer a tal punto que ya podría hacerse una coleta, dejándose un extraño fleco que lo hacían ver mas bonito de lo que Ben naturalmente era.

Su mente rondaba en la tristeza que permanecía en su pecho, que aprisionaba y lastimaba, quiso cortarla de su ser pero las espinas le impedían todo

Porque eso creía, que su tristeza tenía espinas.

Tomaba a su tristeza como un nuevo compañero de hogar, que lo acompañaba a todos lados y a todo momento.

Ben no estaba sólo, tenía a su tristeza.

Le acariciaba el pelo con la esperanza de volverla cenizas.

Le leía libros, pero nunca terminaba de llorar.

Le hizo un espacio abismal en su cama.

Sopló su cumpleaños, deseando abrir los ojos y no verlo nunca más.

Porque ya era como un conocido, un amigo, un hermano, una pareja y un amante, eran inseparables, porque la tristeza nunca lo quiso abandonar.

Posó un Chesterfield mentolado en sus labios para después encenderlo y darle una larga calada, sintiendo como el humo quemaba su garganta hasta llegar a sus pulmones, pudriendolos más y más.

Volvió a mirarse al espejo y vió cada pequeño detalle de él, mientras continuaba fumando, detestandose desde lo más profundo de su ser, odiaba lo que veía, repudiaba cada centímetro de él.

Porque su tristeza tenía un único culpable de hospedaje.

Y en la mira del rifle sólo se encontraba él.

Tomó su celular junto con sus auriculares para activar el aleatorio en su lista, que la vida lo sorprendiera con la próxima canción.

Fue la hermosa voz de Lennon en Girl quien bendijo sus oídos, tomando camino hacia su terraza, mientras tarareaba aquel gracioso coro.

Se sentó en un pequeño sofa que había allí y se dedico a mirar el nocturno cielo, coronado de millones de estrellas y variedad de constelaciones, miro atentamente toda las que pudo y sonrió, puesto que amaba la tranquilidad y belleza de la noche.

- ¡Y esa de allí se llama Sirio! Era bastante venerada por los egipcios, indicaba el crecimiento del Nilo, por lo cual indicaba que habría buena cosecha y, ¿Acaso escuchaste algo de todo lo que dije, Benjamin?.- Bufó molesto antes la desatención a su gran y elaborada explicación hacia su acompañante, quien se encontraba muy atento admirando las facciones del otro y como la luz de la luna iluminaba de forma tenue, dando una hermosa vista del joven Mazzello.

Se cruzó de brazos y se alejó de Ben, denotando su molestia y disconformidad ante la falta de atención que estaba recibiendo, porque las personas cuando crecen van madurando y cambiando, pero Joe mantenía la actitud de niño pequeño cuando no recibe la atención que cree merecer.

Su pequeño acto de enojo fue interrumpido por las risillas del rubio, le causaba tanto ternura como gracia la actitud de su amado, que le recordaba la vez que Joe estrelló su propio móvil al ver que Ben no le prestaba atención, el último mencionado solía molestarlo de esa forma, cosa que enfadaba demasiado al castaño.

Relajó el ceño mientras observaba curioso a Ben, le parecía raro que comenzará a reírse, pero amaba tanto verlo así que había olvidado completamente su enojo, volviendo a acurrucarse en el pecho de su amado.

- ¿Crees que lo nuestro será eterno, Ben?.- Sus ojos curiosos viajaron a las
estrellas.

- Podriamos lograrlo si dejas de comportarte como un niño.- Burló por la reciente actitud y recibió un golpe un tanto fuerte de el castaño, para después depositar un beso en la cabeza de Joe.- Hablando seriamente, podemos volverlo eterno si así lo quieres.

- Pero nada es eterno.-

- Creemos nuestra propia eternidad, donde seamos sólo tu mirando las estrellas y soñando con amarnos hasta los últimos dias de nuestras vidas.-













































— ¿Casamiento?.- preguntó incredulo mientras tanteaba su taza de café para darle un largo sorbo sin quitar la vista de Lucy.

— Si, después de tanto tiempo con Rami hemos decidido casarnos.- sonrió llena de orgullo y felicidad.- Y a pesar de todo lo que ha pasado, creo que Rami querría verdaderamente que su mejor amigo esté en tal momento importante de su vida.-

— No lo sé, no creo que todavía me haya perdonado, ni yo me he perdonado a mi mismo,  además Joe estará con esa jirafa vieja y sólo armara revuelo que nos crucemos.- La mirada de Ben reflejaba dolor y tristeza.

Amaba saber que Joe era feliz y que estaba bien, era lo que mas quería para él, pero lo desgarraba saber que nunca pudo provocar algo así en él y que otra persona lo estaba logrando.

— Ve solo un rato, hablaré con Gwilym después para que las cosas esten tranquilas, ¿Si?.- Deslizó un sobre por la mesa del café y se levantó dejando unos billetes en la mesa.-  Te espero el viernes, Ben.-

Perdió el rastro de la rubia cuando se retiró de la cafetería, tomó el sobre y lo guardo en su bolsillo, mientras se dedicaba a mirar la gente pasar por enfrente del ventanal.

Miles de pensamientos arrasaban en su cabeza intentando pensar seriamente en qué hacer, cuestionando si era necesario y recreando escenas de lo posible a ocurrir y todas daban un mismo final.

Ver a Joe

Tal vez y no sería tan malo

Tal vez y podría hablar con él

Tal vez y lograrían reconciliarse

Tal vez y pueda volver a amarlo

Tal ve,  sólo eso

La vida es una constante incertidumbre basada en un "Tal vez"

Tal vez ésta vez las cosas saldrían como Ben quería, o tal vez no.































que onda ahre

well, despues de mil años acá un capítulo divido en dos partes antes del gran final, es corto pero el siguiente va a ser bastAAAANTE largo

espero que tengan una linda semana ♡

aleph ؛ hardzelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora