On Patrol ➵ 지국민 [JiKookMin]

s i e t e

Una vez que la película termina, el cine comienza a vaciarse a medida que se apagan las luces tenues, pero los dos permanecen sentados. Jungkook aprovecha este tiempo para mirar descaradamente la cara del hombre más pequeño, porque la oscuridad de la sala hizo que fuera un poco difícil estudiar en detalle las características celestiales perfectas y divinas de Jimin durante las últimas dos horas.

Jimin se traga la atención con fuerza y ​​tira de su mano por temor a que otras personas los vean, pero Jungkook mantiene un firme control, porque al Oficial Jeon no le importa lo que otras personas piensen de ellos. La mano del chico se siente perfecta en la suya, se siente increíble, así que seguirá haciéndolo hasta le diga que le suelte.

Jimin se sonroja por completo cuando un grupo de chicas camina susurrando furiosamente tan pronto como los vislumbran. Una pareja también se acerca y los mira con curiosidad.

—Oficial, creo que la gente está mirando...— comienza tímidamente, bajando la cabeza.

—Eso es porque somos muy guapos.— responde con indiferencia, haciendo que el hombre más pequeño se ruborice aún más.

Finalmente, solo quedan los dos en la sala, y cuando uno de los empleados viene y les dice que también se vayan para limpiar el lugar, Jungkook casi le gruñe al hombre. Los dos salen, con un tinte rosado que aún limpia las mejillas del rubio.

—¿Realmente lo dijiste?— Jimin pregunta en voz baja mientras se van del edificio.

—¿Decir qué?

—¿De verdad yo... Te gusto?

—Síp.— responde sin un momento de vacilación, con una sonrisa confiada en su rostro.

—Pero, ¿por qué?

—¿Por qué no? No tienes nada que podría disgustarme.— se encoge de hombros como si fuera la pregunta más tonta del mundo y, francamente, Jimin no estaba preparado para eso.

—Apenas me conoces.

—Mi instinto no se equivoca.

Jimin se detiene y mira al hombre más alto. De todas las cosas que esperaba que salieran de la boca del policía, su fe en su propio instinto no era una de ellas. Abre la boca para protestar, pero se detiene cuando vislumbra la convicción absoluta en los ojos de Jungkook. Habla en serio sobre lo que está diciendo, y Jimin ya no está seguro de qué pensar.

—¿Has salido con hombres antes?— pregunta, esperando que la respuesta sea sí, porque no puede lidiar con un caso bi-curioso o con alguien que está probando con un hombre por el gusto de hacerlo. Ya ha oído hablar de tales historias de horror, y definitivamente no va a permitirse convertirse en un caso de estudio.

—Nop.— responde, haciendo estallar su "p" y Jimin suspira. —Pero tampoco he salido con mujeres, así que, como sea.

—¿...Nunca has salido con nadie?— pregunta, sus ojos entornados en sospecha. No hay forma de que alguien tan ridículamente guapo y francamente un poco divertido para estar con él, se haya quedado soltero todo este tiempo. ¿Es Jungkook uno de esos rompecorazones que sus amigos le habían advertido? ¿Los que desaparecen en cuanto te acuestas con él? No puede lidiar con eso ahora. Su primera relación homosexual después del fiasco en la escuela secundaria no puede ser con un hombre que lo dejará sintiéndose como una mierda a la mañana siguiente.

—Sí, es una historia muy larga.

—Creo que tenemos tiempo.— presiona, porque esto es importante para él. No puede perder el tiempo con un rompecorazones. Puede que sea nuevo en todo esto de citas, pero sin duda sabe qué evitar.