Decir que temían por sus vidas era poco, pero muy aparte de eso, el problema ahí era el espacio. Si de por si el armario era pequeño y lograba llenarse con 3 personas adentro, ahora, imagínenlo con seis. Ten estaba justo de frente a la puerta, a su izquierda tenia a HaeChan, TaeIl, DoYoung, JungWoo y de nuevo Ten y así.
En medio del semi circulito estaba WinWin. Como pudieron, estaban sentados, al menos la alfombra era cómoda...
Cantemos al señor con nuestro corazón... Cantemos al señor con nuestra—
¡Cállate JungWoo, me pones más nervioso! –Lloriqueó HaeChan.
¡¿Cómo crees que estoy yo?! –Se defendió.– ¿Divirtiéndome? ¡Por supuesto que no!
¿Qué, entonces soy el único que se está divirtiendo? –WinWin aplaudió emocionado, ignorando el temor de los demás.– ¡Ay Tennie, me recuerda cuando jugábamos a las escondidas! Esos si eran tiempos tranquilos.
¡Ssshhhh! ¡WinWinnie guarda silencio, S-Satanás podría escucharnos...! –Ten estaba aferrado a WinWin.
Bueno, si eso te pone feliz me callare. –Dijo sonriendo.
Después de eso, la mayoría se mantuvo callado por unos 2 minutos. Dos largos minutos donde el único que hablaba y hablaba era JungWoo...
¡Siento mucho haberme burlado de ese chico y su gorro súper pasado de moda! –Ahora, JungWoo confesaba sus pecados y estaba en buscar del perdón.– ¡T-También lamento haberme reído de la pobrecita gente que se caía en las calles! ¡Y lamento haberle mentido a Ten aquella vez! –Se cubrió la cara a punto de llorar.– ¡LA BANDADA EN SU CABELLO SE VEÍA HORROROSO!
¡Hey! –Ten se ofendió.– ¡Cállate JungWoo, se me veía espectacular!
A decir verdad...–
¡Tu cállate, HaeChan!.–
¡Aunque me calles, sabes que es cierto! ¡H-Hey, hey! ¡No me estés tocando el culo! —Dijo HaeChan.
¡Qué puto asco, creí que era la alfombra! –Chilló Ten.
¡Deja de apretarme, me duele! ¡Quita tu puta mano!–
¿Cómo diablos quieres que lo haga si a duras penas puedo respirar? Además, no eres el único. ¡JungWoo tiene encima de mí una mano en una parte en donde no debería tenerla!.–
¡Dile entonces a TaeIl que se mueva para que me pueda estirar! –Contestó.–
Mira, JungWoo, respétame o te pego.–
¡NO! ¡Es tu culpa que estemos aquí! ¡Por tu culpa me voy a morir, y si me muero, pues se acaba mi vida!.–
Wow JungWoo, no me digas. –Dijo HaeChan sarcástico, rodando los ojos.
¡Tu cállate Rubia Oxigenada!.–
¡¿Cómo me llamaste?!.–
R-U-B-I-A O-X-I-G-E-N-A-D-A.–
¡ENTRALE PUES! –HaeChan se le aventó a JungWoo, como lo tenía casi de frente, tuvo que encimársele a WinWin. Su ruda pelea de manotazos a lo salvaje, había comenzado.– ¡¿A QUIÉN PUTA MADRE LE DICES RUBIA OXIGENADA, EEH?!
¡A TI, RIDÍCULA SIN GRACIA!.–
¡Mi cuello! ¡MI CUELLOOOO! –Gritaba el pobre WinWin en medio de la pelea y los gritos.
¡Y-Yaaa! ¡HaeChan, JungWoo, basta los dos! ¡ME ESTÁN PATEANDO! –TaeIl trataba de regresar a HaeChan a su lugar.– ¡Y ESTÁN MATANDO A WINWIIIN!
¡De acuerdo lo admito! –DoYoung habló, o mejor dicho gritó finalmente, haciéndolos callar.– ¡Las putas cosas sobrenaturales o como se llame si existen! ¡¿Feliz, Ten?!
HaeChan y JungWoo se calmaron, y como si nada hubiera pasado, regresaron a la normalidad, acomodando su ropa y cabello.
Tranquilo DoYoung, este no es el momento de admitir tus errores, está bien, descuida... –Ten sacó su mano con mucho esfuerzo (Porque había acabado en el culo de HaeChan otra vez) y acaricio el hombro del bajito.– Pero viste, te lo dije~.
¡Chittaphon! –Regañaron TaeIl y el propio DoYoung.
¡¿Qué?! ¡Ves, para la otra hazme caso!–
¡¿E-Escucharon eso?! –Interrumpió JungWoo.– ¡¿QUÉ ES ESE—?!
¡Shhhh! –Ten le cubrió la boca.– Se oye cómo...
Como si quebraran algo. –Completo WinWin, observando a Ten.
¡SATANÁS YA ENTRÓ! –Gritó JungWoo junto a HaeChan.
¡CHITTAPHON!
¿Dijo Chittaphon? –Preguntó WinWin curioso.
¡CHITTAPHON!
¡¿PORQUÉ SABE MI NOMBREEE?!–
¡Te quiere a ti! ¡F-FUERA DE AQUÍ TEN! –DoYoung como pudo, comenzó a empujar a Ten.
¡¿QUÉ HACES?!–
¡No pienso morir sólo porque esa cosa quiere tu culo, o lo que sea que quiera! ¡A-Ayúdenme a sacarlo!–
A JungWoo y HaeChan no tuvieron que repetírselo dos veces.
¡NO, NO, NO, NO! ¡DÉJENMEEEEE! ¡AAAAHHH! –Ten gritaba y se aferraba a todo lo que podía. En una de esas le agarró el cabello a TaeIl.
¡TEN NO TE RESISTAS! –Gritaba HaeChan.– ¡MAÑANA VOY AL CINE CON MARK, YA ME COMPRE ROPA SUPER LINDA Y NO ME VAS A ARRUINAR ESO!
¡QUE PELÍCULA NI QUE MADRE, YO QUIERO VIVIR! ¡SACRIFÍQUENLO! –JungWoo en verdad que se estaba esforzando.
¡ABRAN LA PUERTA! –Ordenó DoYoung.
Ahí voy~. –Contestó WinWin.
¡¿WINWIN?! –Ten se horrorizo.– ¡TODOS MENOS TU!
Lo siento, Tennie. Es que ya no hay espacio y si te vas si podre estirar mis piernitas –Sonrió con la mano en la perilla.
¡WINWIN! ¡TAEIL! ¡AYÚDAME! ¡ERES LO ÚNICO QUE ME QUEDA!.–
¡Es muy tarde! ¡Nadie te puede ayudar! –DoYoung tenía una sonrisa macabra en el rostro.
¡Maldita sea! –DoYoung tenía razón.– ¡AAAAHH~!
Sin ninguna clase de apoyo, y apuñalado cruelmente por la espalda, a Ten no le quedó otra cosa que gritar y resistir lo más que pudiera.
¡SUÉLTENME AAAAAHHH!–
¡LA PUERTAAA!–
¡Puerta lista~! –WinWin abrió la puerta.
¡AAAAAAHHH AYUDAAA!–
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Situaciones tenebrosas, ridículas y bochornosas.
FanficTen invitó a DoYoung, HaeChan, JungWoo, WinWin y TaeIl a su departamento que compartía con TaeYong. Emocionado, les dijo que quería mostrarles algo súper genial que recién había comprado. El primero en llegar puntual cómo siempre fue DoYoung, Ten lo...