5. Regreso

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Luego de que todos los estudiantes allí presentes desaparecieran ante mi vista me decidí por regresar a mi hogar, no, mi casa. Extrañamente esa opresión constante que sentía en mi pecho había dejado de doler un poco, podía ahora respirar más tranquilo.

Lo primero que hice al llegar fue dirigirme a la cocina y rectificar si mi tía seguía allí, por sorpresa, me encontré con una pequeña nota

"cariño, voy a salir un rato a encontrarme con tu madre y mi esposo. No sabía si querías venir, pero si quieres, te estaré esperando aquí.

Oh! Y gracias por el desayuno! Te quiero"

Por mi cabeza empezaron a rondar nuevamente dudas. Finalmente me decidí por quedarme en casa, todavía no estaba listo para visitar la tumba de mi madre. Dejé pasar el almuerzo y me tumbé en cama, miré por minutos un punto fijo sin mover un solo músculo de mi cuerpo, cuando mis ojos se sintieron pesados los cerré y volví a sentir aquella calidad indescriptible que me arrullaba y me entregaba tranquilidad, quede profundo entre aquella canción de cuna que hacia eco en mis oídos y aquel abrazo cálido que me rodeaba aunque no hubiera nadie más allí.

2 de marzo- 2014

Pasó una semana entre la misma rutina repetitiva hasta el día de ayer cuando recibí una llamada del director de la escuela exigiendo que entrara mañana mismo al colegio o le darían mi cupo a alguien más, nuevamente las dudas entraron en mi. Luego de pensarlo por un tiempo me decidí por ir y aquí estoy yo, alistando todo lo que necesitaba para poder entrar a la jornada escolar. Un silencio retumbaba por toda la casa ya que hace unos días mi tía había partido a su ciudad nuevamente recordándome más de una vez que vendría a visitarme en cuanto le fuera posible.

Di unas vueltas por la casa al tener todo listo y finalmente decidí salir de allí para dirigirme al instituto para ver las afueras de este. Al llegar lo ví más oscuro de lo que recordaba, ladeé mi vista por los alrededores viendo que aún habían estudiantes por el entorno. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al ver a un chico en el piso con unas gafas rotas en sus manos, estaba llorando y junto a el habían unas personas soltando carcajadas escandalosas.

-No volverás a negarte o sabrás lo que pasa. Mañana quiero la tarea completa.

Abrí mis ojos al presenciar que ese chico de piel levemente bronceada escupía al contrario en el pecho y se iba entre carcajadas. Sentí mis manos temblar y me quedé completamente inmóvil, realmente quería ayudar al chico en el suelo pero mi cuerpo lo impedía. Di unos pasos hacia atrás con miedo y corrí nuevamente hasta casa, me encerré en el cuarto y solté todo lo que guardaba desde hacía semanas, grité de forma desesperada, ahogada, golpeando los objetos a mi alrededor una y otra vez, solo deseaba desaparecer, ahora mismo solo deseaba llorar pero, por qué no podía hacerlo?.

-POR QUÉ? QUÉ MIERDA HICE PARA MERECER ESTO?- mi cuerpo dolía, me sentía derrotado. Nuevamente las paredes se encontraban llenas de sangre. No me detuve.

24 de marzo-2014

Un sonido estruendoso y repetitivo llenó la habitación, abrí los ojos de golpe y me sorprendí con la escena ante mi, todo estaba en el piso destrozado, habían paredes con rastros de sangre y yo me encontraba acostado en el suelo. Me levanté soltando un quejido por el dolor que producían las heridas en mi cuerpo que posiblemente fueron causa de los golpes contra los distintos objetos la noche anterior.

Estuve a punto de dirigirme a mi cama para descansar nuevamente pero recordé la advertencia del director. Suspiré pesadamente y me dirigí hasta el baño, tome una rápida ducha y me vestí, un dolor en mi pecho creció al ver mi reflejo en espejo, mi estado actual era realmente deplorable, me daba asco verme a mi mismo de esa manera. Maquillé mis marcadas ojeras , vendé las heridas en mis nudillos y salí a paso lento por el mismo camino que había seguido el día anterior.

No pensé en nada durante el camino, el frio que me dominaba no permitía que pensara claramente ni en mis mas grandes dolores. Al llegar a la puerta principal agaché mi cabeza por reflejo y caminé hasta la dirección mirando constantemente al suelo. Escuchaba a mis alrededores los murmullos de las personas y sentía sobre mi miles de filosas miradas despectivas; Y, aunque debería estar acostumbrado, seguía doliendo.

Sin darme cuenta ya estaba frente a la gran puerta que daba paso a la oficina del director de la escuela, di tres golpes y entré haciendo varias reverencias a modo de saludo, noté la mirada fija de aquel hombre y tragé saliva aterrado.

-Jungkook, no te preguntaré como estas porque es algo obvio y no te daré palabras de aliento ni mostraré pena por ti porque sé que no servirá de nada.

Esperaba todo menos eso.

Abrí la boca sin poder soltar alguna palabra, balbuceé cosas inaudibles por la confución sobre la situación, su mirada no era de pena hacia mi y eso me reconfortaba.

-Gracias- solté casi como en un susurro, el asintió e inmediatamente me extendió unos papeles.

-Ahí hago algunas aclaraciones sobre ciertas cosas, esta tu horario y tu material de estudio en caso de que lo necesites; Tu salón es 1003, está al final del pasillo del piso de arriba, si necesitas algo mas búscame.

Todo había sido realmente rápido por lo que no tuve tiempo suficiente para poder reaccionar de la manera adecuada, tan solo di una reverencia al contrario y salí de la oficina. Al echar un vistazo a los pasillos ví que ya estaban vacíos por lo que corrí hasta el salón que el director había indicado, una profesora se acercó a mi y me indicó el puesto en el que me debía ubicar, nada de presentaciones como en películas estadounidenses, nada de saludos eufóricos ni amigos instantáneos. Me ubiqué en el lugar en silencio y como era de esperarse, nadie puso mayor atención en mi.

Buen comienzo, no?

Las clases pasaron en su normalidad absoluta, permanecí invisible ante todos los allí presentes hasta que se dió el primer receso. Me quedé en mi asiento comiendo unas galletas integrales y agua, pasaron varios minutos en silencio hasta que los mismos chicos que ví el día anterior me miraron y entre susurros se acercaron a mi.

-Con que tú eres Jeon... Mataron a tu madre, no?- un moreno alto fue el primero en hablar.

Mi piel se heló en un instante y sentí mis labios temblar sin poder pronunciar palabra alguna.

-Callate Joon, acaso no ves que lo asustas? - un chico de cabello rosa fue el siguiente en hablar dirigiéndose al contrario a modo de reclamo.- Hola pequeño, soy seokjin- mientras sonreía me extendió su mano y yo me quedé en completo silencio obsevandolo, no hice nada.

-Mira niño, aquí solo hay dos opciones: estas con nosotros, o están en contra nuestra, obviamente habrá consecuencias...que elijes? - continuó mirándome fijamente con aires de superioridad.

Mordí mi labio con desagrado. Acaso me harían lo mismo que al chico del otro día?

-Personas como ustedes me dan asco- me levanto de mi lugar en silencio y salgo del salón sintiendo las miradas asustadas de todos los presentes.

Sentía miedo, me arrepentía y al mismo tiempo no, solo sonte una carcajada alta mientras tomaba mi estómago con ambas manos y reí como no lo había hecho en años.



Promise || Taekook ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora