6. Serendipia

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-Personas como ustedes me dan asco- me levanto de mi lugar en silencio y salgo del salón sintiendo las miradas asustadas de todos los presentes.

Sentía miedo, me arrepentía y al mismo tiempo no, solo sonte una carcajada alta mientras tomaba mi estómago con ambas manos y reí como no lo había hecho en años.

No pasó mucho hasta escuchar a mi espalda pasos apurados que se dirigían hacia mi, me volteé de forma casí instantánea hasta visualizar a un chico pelinegro bastante asustado.

-Qué mierda hiciste...?- aquel chico me observaba con pena y un poco de terror.

-Ah?

-Ellos van a arruinar tu vida, Jeon. No vuelvas a cometer un error así.

Antes de poder pronunciar una palabra ví al chico alejarse por lo que me dediqué a morder mi labio y pensar detenidamente en mis actos.

Madre, creo que arruiné todo.

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Aunque deseara que aquel momento épico que llenaba mi orgullo no acabará jamás, me ví obligado a entrar nuevamente a clase por aquella estruendosa campana que da aviso para adentrarnos al salón, sintiéndome observado por cada profesor que pasaba por los pasillos.

Noté en el resto de clases que algunos me miraban con miedo y duda, otros con pena y otros solo se susurraban cosas inaudibles mientras clavaban su vista en mi.

Así el día terminó en completa normalidad, sin alguna anormalidad que me llegará a molestar, y no sólo el resto del día, también las dos próximas semanas habían sido relativamente tranquilas y monótonas, lo cual era de agradecer.

Al parecer, no todo había salido tan mal. Posiblemente ya lo olvidaron.

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Mamá? Eres ?

Mamá... N-no te vayas

Mamá! MAMÁ!

7 de abril, 2014

Me incorpore de golpe en mi cama, sintiendo el sudor frío caer por mi frente, mis manos estaban temblando y no sabía por qué.

Había tenido ese sueño otra vez?

Inhalé y exalé con lentitud repetidas veces hasta sentir que mi respiración se tranquilizaba. Como si fuera una rutina, lo deje pasar de largo y continué con mi día, me organicé como cualquier otro día y a pasos lentos me dirigí a ese lugar que tanto me aterraba.

Al ingresar a aquellos pasillos escolares caminé con rapidez intentando mantener mi mirada constantemente en el piso y evitando cuanquier llamado.

En medio del camino escuché varias risas y un claro sollozo de fondo, me acerqué al lugar de donde provenían estas y observé nuevamente al chico de gafas tirado en el piso sonteniendo un rosario en su mano mientras lloraba. Me acerqué un poco más y pude visualizar con claridad a los dos Kim, el pelirrosa solo se reía mientras observaba la escena.

El recuerdo de las advertencias del chico extraño del otro día golpearon mi mente y me di la vuelta decidido a seguir con mi camino, pero los quejidos continuaban, los gritos de ayuda me enloquecian.

-A la mierda... -me di nuevamente la vuelta y caminé con rapidez hasta la escena, miré a Joon de manera desafiante.

-Pero mira a quien tenemos aquí, es el pequeño Jeon- el pelirrosa habló mirandome con una sonrisa.

Promise || Taekook ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora