CAPÍTULO 4
Fue un día algo corto el siguiente ya que los profesores nos explicaron brevemente que libros debíamos comprar, sus formas de calificar y demás… Ya me entendéis. Por lo que en dos horas ya estábamos en casa.
En cuanto llegué a la llegada, tomé asiento en uno de los asientos de espera y eché la cabeza hacia atrás.
Suspiré.
A pesar de lo corto que me había resultado el día, mi cansancio era inaguantable.
No había dormido en toda la noche y no por el hecho de ser una habitación nueva, ya que en ella sólo está la cama y cajas de mudanza, es porque sentí una sensación extraña, como si alguien me hubiese estado observando detenidamente la noche completa.
Algo extraño.
Súbitamente, Ashton se sentó a mi lado pero no articuló palabra, sólo se inclinó hacia adelante y trasteó con su móvil.
Entendía su comportamiento, ese día únicamente habíamos discutido y nos maldecimos un par de veces.
Había descubierto que era un presumido.
Giró su cabeza y sonrío.
Sonrió con esa sonrisa que a cualquier chica del instituto le hubiese vuelto loca o con la que habría fantaseado pero que a mí me irritaba del todo.
¨También te gusta¨- me recordó mi conciencia.
¨Cállate¨-la ordené.
Le lancé una mirada interrogativa, cuestionándole aquello.
Bajó su mirada de nuevo al móvil.
Me fijé en cuanto quedaría para que el autobús hiciera su entrada.
10 minutos.
No podía creérmelo.
-¿Por qué tenemos que esperar tanto hoy?-le pregunté hastiada.
-A mí no me lo preguntes.-respondió secamente.
-¿Por qué eres tan gilipollas?
No pensé lo que acababa de salir de mi boca pero no me lamenté por ello.
-¿Y tú por qué eres tan borde?
-¿Perdona?-aquello me sorprendió.-Yo no soy borde
-Sí, lo eres.
-Sólo contigo, odio tu chulería.
-Y yo que seas tan antipática.-sentenció.
Bufé y di por terminada la conversación.
-¿Podemos empezar de nuevo?
-¿Quieres decir que olvidemos todas estas discusiones que hemos tenido en tan sólo 2 días?
-Exacto.
-No lo creo.
-Oh Alexis, vamos…-se quejó él.
Pensé que tenía razón, igual él cambiaba.
-Pero quiero que seas consciente que lo hago por los demás para que no tengan que soportarnos.
Sonrió triunfalmente.
Repentinamente, se levantó y se alejó unos metros de mí.
Nuevamente, se aproximó y recolocó su pelo.
-Hola preciosa, soy Ashton, ¿cómo te llamas?
No pude evitar una carcajada creando otra proveniente de él.
Le imité y alcé mi cuerpo del asiento, presentándome.
-Soy Alexis, llámame Alex.
Tras unos 4 minutos curioseándonos el uno al otro y aprovechando para conocernos mejot, me dejó patidifusa con lo que comenzó a decir.
-Será un rollo eso de mudarse, ya sabes el hacer amigos de nuevo.
-No es eso lo peor, lo peor es que te acabas acostumbrando. Hay un momento en el que ya no te sorprende y te acostumbras. Ya no sabes ni quién eres, ni el lugar a donde perteneces. Eso es lo más complicado. Y si encuentras algo raro en ese sitio no sabes si el lugar es raro o tú eres la rara.
Sonreímos. Y sin saber la razón, reímos.
-Tienes una sonrisa preciosa.
Aquello chocó completamente en mi cabeza y no pude cruzar ni una palabra. Todo lo que me venía a la mente era incapaz de decirse.
-Gracias.-esbocé una pequeña sonrisa.
Transcurrieron segundos o tal vez un minuto y no podíamos parar de mirarnos el uno al otro.
Pero repentinamente, la mirada de Ashton se desvió a un punto ubicado tras de mí.
Sin cortarme, giré mi cabeza y me encontré con una rubia oxigenada vestida en mi opinión, extrañamente.
-Adiós Ashti.-formuló saludando al castaño.
Llevaba una falda extremadamente cortada.
Él sólo se limitó a guiñarle un ojo.
No encontré razón por la que me salió aquel punto celoso, pero surgió.
Entonces vino a mi mente.
Ashton era un maldito mujeriego.
Me había creído todo este juego que hubiese practicado con medio instinto.
Mi odio volvía.
-Alex.-pronunció mi nombre y me sacó de mi ensoñación.
-Dime.-cogí mi móvil y lo revisé observando bastantes mensajes, por lo que decidí contestar posteriormente.
-Te estaba explicando quién era ella.
-Repite.
-La chica que acaba de pasar.-asentí.-Es Sally Murphy, una de las chicas más populares del colegio y de las más completas.
-¿Completas?.-aquello me extrañó.
-Respecto físico.-seguía sin entenderle.-Bonita de cara y un cuerpo admirable.
Hice una mueca de la cual me arrepentí y le comenté que prosiguiera.
-Pero Patty y compañía también son populares ¿no?
-Hay dos grupos de populares el de Sally y el nuestro. Rivales entre ellos.
¡Me había incluido!
-Murphy es la capitana de las animadoras, todas las muchachas de este instituto quieren llegar a ser como ellas, las animadoras.
-No me incluyas.-repliqué poniendo mala cara.
-¡Oh por favor! ¡Alexis Marston! ¿Cómo puedes decir eso?-se sobresaltó como si hubiese dicho una barbaridad.-Las animadoras son las chicas que más chicos se llevan.
-Y también las que más golpes se llevan con los pompones esos, eso explica su falta de neuronas.
Ashton no pudo ahogar una risa.
-Es así.-comenté seria.
En ese mismo instante el autobús llegó y subimos, esta vez juntos.