¿Cuál es tu peor secreto?

"¿Qué se sentirá ser bonita?" 13

Alba

Estaba en plena calle con la mano alzada pidiendo un taxi apurada pidiendo a todos los dioses que mi jefa no se cuenta de mi tardanza, no era la primera ni última vez que me quedé dormida. Si existes Dios, mándame un auto, pedia también pronto aprender a manejar.

Sumándose a mi desgracia ningún taxi se detenía, ¿es el día internacional de ignorarme? me hicieron brujería o algo para tener esta suerte. Entonces llegó, nótese el sarcasmo, mi héroe.

— Hey chaparrita ¿a dónde con tanta prisa? — se estacionó delante mío el rubio pretencioso.

— Al trabajo — contesté apurada, enserio es un mal momento.

— Si quieres te llevo  — dijo con su típico tono galante. Impaciente de acabar la conversación respondí: No gracias.

— Anda ¿por dónde queda tu trabajo?

— En el Centro Artístico de San Myshuno.

— Queda a lado de mi trabajo y no veo que pasen muchos taxis por aquí — insistió y mis opciones eran limitadas.

— Espero que sepas conducir, porque si me muero te jodere desde del infierno.

Marcus me dedicó una sonrisa riéndose, la misma sonrisa de siempre, ¿qué onda con este tipo?

Olivia

Después de haber prendido incienso para la prosperidad, planeada ir al spa, pero cuando mire mis pies, es que este piso está terrible. No puedo dejar mi casa así, me costo demasiado como para tenerla en este estado. Fue inevitable ir por el trapeador.

— Ni se te ocurra pasar que estoy trapeando — le advertí a Mia que justo salía de su habitación, quedó quieta con las manos arriba, para su mala suerte, mi signo se caracteriza por ser perfeccionista.

— Yo solo quería a trabajar ¿por fa? — preguntó cómo pidiendo permiso — Déjame salir y compraré despensa.

— Está bien, apunta y no me hagas repetir — declare, Mia saco su teléfono y empecé — Leche de almendras, leche de fresa, yogurt del griego sin azúcar, queso sin lactosa para mí, las galletas de Haru, chocolate, las de cocodrilo, condones, la salsa sin picante para las botanas de Alba, detergente de olor lavanda, no otro aroma porque Haru es alérgica. No te olvides nada.

— En especial los condones para ti ¿no?

Mi rostro enrojecio — Es de prevención, a mi no me da tiempo de comprar.

— ¡Lo sabía! — me acuso — ¿Quién es? Cuente, ándale.

— Mi novio, sí, tengo un novio, además mi vida sexual es privada.

— ¿Lo conozco?

Sí, tú primo. Fue salvada por un grito por parte Harumi. ¿What happened? Corrimos a ver, la encontramos llorando frente al espejo del baño, me acerqué para revisar su rostro y Madre de Dios. Mia quedó igual de pasmada que yo.

— Será mejor que cancele mi cita en el spa — empecé a marcar en mi teléfono, vamos apenas una semana viviendo juntas y ya había pasado de todo.

— ¿Se nota mucho? — preguntaba la pobre de Haru. Su rostro traía quemaduras en las mejillas.

— Mia trae las toallas, rápido — le pedí, ella se fue corriendo a buscar.

— Yo...no entiendo, seguí cada paso que decía el tutorial — me mostró el video de YouTube, estoy 100% segura que la mayoría de los ingredientes que mencionan ahí no deberían ir en la cara.