Mia
— No sabía si estarías despierto — entre a su cuarto, cerrando la puerta detrás de mí, él aún se veía desanimado, estaba en su cama con su laptop en sus piernas — Vine a dejarte tu premio.
Pésima excusa, quería verte. Dejé el sobre del cheque sobre la cómoda.
— Gracias.. — colocó su laptop a su lado, la vi de reojo había puesto en pausa un videojuego — Tendré que conformarme, al menos esto lo gane sin ayuda.
Me senté a lado suyo — Lamentó esto.
— Es horrible, todos estos años trabajando, resultaron una mentira, ahora me siento un mediocre
— Cierra la boca, no lo eres
— ¿Cómo sabes que no lo soy, Mia?
— Porque para mí, eres el chico más inteligente de todo el mundo, eres mi niño genio.
Sonrió tímido, es lindo cuando lo hace.
— Además, que importa, tú eres excepcional, que se pudra el ganador, él jamás tendrá la inteligencia que tú tienes, vas lograr cambiar el mundo ..
No pude terminar a hablar cuando se lanzó a besarme. Mi espalda chocó levemente contra el colchón, quedé debajo de él, besaba mis labios enloqueciéndome, si que deseaba hacerlo hace mucho. A la mierda todo. Sujete su cuello, quería dejarlo sin oxígeno, pero él las quitó, las retuvo a la altura de mi cabeza.
Mierda, friki.
Fue poniendo su pelvis entre mis piernas, apenas aflojó la retención de mi manos, me liberé para quitarme mis shorts de algodón. El sujeto mi rostro gentilmente para volver a juntar nuestros labios, enredé mis dedos entre sus cabellos, él olía a esos perfumes costosos era adictivo. La forma en la que recorría mi cuerpo sus dedos como si quisiera conocerlo bien y guardar en su memoria cada parte. Nunca había sentido cosquilleos así, sé que soy hermosa, pero en la forma en la él me veía, me hacía perder la cabeza.
Quise pensar que mi entrepierna nada ocurría, pero no podía engañarme a mi misma. Podía sentir como mi temperatura subía cada vez más. Pensé que estaba todo debajo control cuando sentí su rodilla frotar contra mi entrepierna, ahí perdí todo autocontrol,se sentía mejor de lo que imaginaba.
Me aferré a su espalda jadeando — Sigue..
Él seguía jugando con movimientos, se quitó sus lentes que estaban empañados, mordía mi labio para no gritar, volvió a colocarse entre mis piernas, aún traía su pantalón podía sentir su cremallera, aún así podía sentir el bulto que había crecido. Rodeé mis piernas en su cintura, necesitaba sentirlo aún más cerca. Él soltaba jadeos con voz gruesa, me emocionaba más solo escucharlo. Mierda, solo quería que me arrancara la ropa. Se ocultó entre mi cuello dejando besos húmedos que me estremecían más de lo que ya estaba, carajo, se sentía demasiado bien.
Empezaba a moverse, yo también lo hacía, sujeto mis caderas con firmeza, mis piernas flaquearon. No tenía intenciones de quitarme la ropa interior, no íbamos a hacerlo, aún no. Levantó mi camiseta, fue bajando dejando besos por mis pechos, árque la espalda, quería que sus besos bajaran más, primero por mi abdomen, me seguí moviendo quería más abajo y fue descendiendo.
Volví a soltar otro gemido más fuerte, no pude evitar recordar cuando Evan que decía que mis gritos son horribles
— Perdón
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¿Cuál es tu peor secreto?
RomanceEl amor es una mierda y es peor cuando te enamoras de alguien que vive al frente de ti. Stiles Wayne es un joven introvertido que trata de olvidar todo sobre el amor. A él lo único que le mueve el corazón son sus videojuegos, así como también su pa...