Sakura, Sasuke, Temari y Shikamaru.

715 52 10
                                    

―¿En donde me quedé? - Confusa preguntó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

―¿En donde me quedé? - Confusa preguntó. ―Ah, sí, ¿Que tanto escuchaste?

―Todo.

―Ya veo... - Esta aún le daba la espalda. ―Naruto-kun, verás, se que querías que volviéramos a ser como antes, pero... Pero necesito ir con él, es algo importante que tengo que hacer  y tu no tienes nada que ver con esto.

―Hinata... ¡Sí, hay algo en lo que tengo que ver-dattebayo! - Quedó perplejo ante aquellas palabras.

Luego de haber escuchado su nombre por parte de él solo se dió vuelta aún sin verlo a la cara pasó a su lado tocando su hombro con el suyo y se detuvo.

―Se acabó. - Prosiguió caminando hasta abrir la puerta. ―Ya con ésto no tienes nada que ver. - Dijo para cerrar la puerta e irse.

××


Sakura y Sasuke.

Sakura.

―Pasan de las 12:50, ¿Qué es lo que quieres?

El cielo se estaba nublando, parecía que iba a llover. 

―Hace un par de minutos no estabas de tan mal genio. - Respondió Sasuke cerrando la puerta de la azotea.

Ella se encontraba en la azotea de la torre, justamente estaba en el borde del edificio.

El viento azotaba con fuerza sus cabellos, y el frío que producía era tanto que en ocasiones no podía evitar temblar.

Y como si nada empezaron a caer las gotas de agua.

―Hace frío ¿no? - Él parecía esforzarse en sacar conversación con ella.

―Sí. - Parecía pensativa y de cierta manera era como si evitase hablar demás con él.

××

Pov Sasuke.

Luego de que salimos de la oficina quería hablar un segundo con ella, pero no estaba en su habitación, ni en ninguna otra, desperdicié tiempo buscandola, pero había un lugar donde no había ido, la terraza.

Era poco probable que estuviera allí, estaba haciendo un frío del quinto demonio, pero no perdía nada con intentarlo.

Para mi sorpresa al llegar allí efectivamente ella se encontraba en ese lugar. Pero estaba sola, y sentada al borde de la torre. Sabía que se había percatado de mi presencia pues al entrar trate de no hacer ningún movimiento llamativo, creo que eso fue lo que la hizo darse cuenta.

―Pasan de las 12:50, ¿Qué es lo que quieres?

No mostró ningún tipo de emoción, aparte de que no podía verle el rostro no había movido ninguna parte de su cuerpo.

―Hace un par de minutos no estaba de tan mal genio. - Tal vez con eso podría ver de que trabaja su actitud.

Pero no respondió.

Traiciones y celos (Hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora