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Rose

-eres una inútil! Realmente piensas que el juego se acaba tan fácil?-.

-cariño.. apenas comienza lo que muchos conocen como infierno.-

Simplemente asentía a todo lo que decían. Todo lo que me hacían. Realmente me había ido de tu lado, todavía no comprendía que no te vería más, por qué? Que hice para merecer esto?

Me tomo del brazo y me estampó contra la pared mientras clavaba sus dientes en mi lastimada piel. Lo único que podía hacer era llorar y rogar por no desangrarme por tales actos contra mi. Sus ojos eran tan oscuros, disfrutaba verme así, débil, vulnerable ante todos. Sonreía mientras caminaba hacia mi, yo solo pude temblar al sentir su frío tacto en mi mejilla.

-es hora cariño, veras como disfrutaba de sentir mi piel sobre la suya..-

Te odio. Por razones cómo está te odio manoban.

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Estaba sola. Veía a través del gran ventanal de aquella casa que había heredado de su padre. Era como una cárcel para mí, parecía disfrutar tener a una esclava, ya no me veía como su novia, simplemente era un humano al cual podía controlar a su Merced. En parte lo tenía merecido, soy una estúpida por haber querido seguir el ritmo sexual de lisa.

Me odio y te odio, simplemente eso, me entiendes?

Podré decir mil veces en este miserable mundo que te odio y te desprecio con toda mi alma, pero, con solo oir tu nombre mi palpitar se vuelve anormal y mis pensamientos se centran en ti.

Perdí, lo sé, por qué no importa lo que hagas te necesito más que a nadie. Estar sola en la boca de un mundo donde todos quieren verme caer y morir no es fácil, sentir que me jalan hacia ese desconocido que queda en las sombras me da miedo. Tus manos en las mías son las únicas que necesito, mientras me digas que desde ahora todo estará bien.

Siento tu piel sobre la mía, se siente tan real que quisiera llorar. Mi mente hace lo posible para entender que a pesar de todo estás a mi lado acariciándome, dándome el amor que hace falta en este momento.

Recuerdo haberte visto llorar varias veces cuando las luces se apagaban y pensabas que mi presencia estaba desaparecida en la noche. Pero no, te equivocas cariño, Vi como todas las noches ibas a la ventana a llorar mientras tomaba una navaja e intentabas cortarte.

En qué pensabas? Estabas tan rota como yo por perderme?

Intentabas hacer todo lo posible para hacerme entrar en razón, me daba rabia que lo hicieras, por qué apesar de todo siempre tuviste razón. Pero por qué? Simplemente por qué no pudiste detener todo y hacer que nada de esto pasará?

Mis lágrimas nunca se detuvieron, nunca tendrán un final.

Tomé el único recuerdo que tenía de ti. Lo veía con mis ojos llorosos mientras que una leve sonrisa se colaba en mi rostro.

"Este será un recuerdo de todos los momentos que pasamos.. por qué a pesar de todo, si no estás a mi lado.. seguiré amándote como el primer día que nos conocimos.."

Tú mirada junto a la mía era perfección. Esas palabras fueron como dagas a mi corazón, tan fuertes que nunca las pude retirar.

Así fue como me di cuenta que todo tenía un final, no todo era felicidad. Siempre me sentí como una princesa en un pequeño pero lindo cuento de hadas, en donde nuestros pasos eran marcados en un gran libro de recuerdos irreversibles. Nadie podría decir que nuestra relación fue horrible, por qué nuestras sonrisas siempre estuvieron pintadas por nuestras acciones.

Lo siento, sí? Lo siento por no admitir que perdí.

Me levanté y camine por los pasillos, escuchando como conversaban en la gran sala de esa casa. A pesar de todo nunca se separaron, yo siempre fui el mal tercio entre ellas.

Ambas miraron hacia donde yo estaba, dedicandome una sonrisa de locura mezclada con felicidad. Era algo obvio, seungwan tenía problemas graves, uno nunca sabría cuando accionaria de una manera distinta.

Era impredecible, eso me daba temor.

Sigo hundida en un vaso de agua, por qué simplemente no me voy?

Por el simple echo de que no me dejaran salir.

"Harás lo que yo diga rose, cariño no lo tomes a mal, simplemente no quiero que te vallas de mi lado."

Lo había visto de una manera tan normal, que no me di cuenta de lo que había detras de sus palabras. Tan acostumbrada estaba a la dominación que al principio no me molestó. Pensaba que haría lo posible para imitar a lisa y ser mejor que ella.

Me equivoqué, ella iba a un extremo que no había conocido con ninguna persona.

Su caminar me daba miedo, su sonrisa provocaba que quisiera huir de ahí. Me tenía en sus brazos, me abrazaba mientras susurraba cosas incoherentes a mi oído. Intentaba hacerme entender que no había un final.

-que pasaría si el sol que tanto querías terminara tornándose rojo?-.

Cerré mis ojos mientras sentía sus manos en mi cuello. Sus suspiros sobre mi piel y sus constantes gemidos cerca de mi oído.

En qué paisaje de sexo estaba?

Esto realmente era como una casa de lujuria, como si todos los pecados fueran lo esencial para vivir aquí. Quite sus manos mientras me alejaba de ella, me miró confundida mientras le hacía una seña para llevarme a algún lugar de la casa y cogerme hasta más no poder.

-sera diferente..- sentí como colocaba una cadena en mi cuello y me lanzaba al suelo.-

Gemi de dolor al sentir como su látigo hacía contacto con mi piel. Una cuantas lágrimas recorrieron mis mejillas al ver como todas las luces se apagaban y me llevaban a algún lugar de la casa.

Lisa dónde estás? Dónde estás cuando realmente te necesito?

Veo más oscuridad en mi vida, antes por lo menos podía admirar el resplandor de tu cabello, lo cual contaba como una bella luz salir para alumbrar mi camino. Me

Me tomo de los brazos y arrancó mi brazalete dejándolo solo en el suelo. Pude sentir su expresión de odio por tener ese pequeño pero significante objeto para mi. Sentí una gran cachetada mientras me gritabas y hacías énfasis en unas cuantas palabras.

"No volverás a ver a lisa, comprendes? Este aquí o en el infierno de alguna manera nunca podrán estar juntas."

"Por qué una simple promesa con unas cuantas palabras hermosas no cuenta."

Algo se rompió y termino por caer dentro de mí al sentir que todo me caía encima.

En qué me había metido?

Solo deseo que amanezca y pueda ver cómo me toman de los brazos y me obligan a ser feliz. No soporto la oscuridad, no en un manicomio.

Espero que algo te ilumine y veas lo que hay detrás de mis palabras cuando veas lo que dejó para ti cariño.

Tengo esperanzas de verte, de darte el último suspiro a ti mientras mi mano se aferra a la tuya y nuestras sonrisas vuelven a ser verdaderas.

Escuchas eso?

Son los latidos de mi corazón ya lastimado por falta de tu amor.

Eres como una droga manoban, cuando la tomas no puedes dejarla nunca. Eres tan importante para mí que me quemas sin piedad, sin ver como mis ojos lloran por verte con otra persona.

Te odio, pero no puedo evitar amarte como la primera vez que nos conocimos.

Everyday //chaelisa//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora