Everyday //chaelisa//

#30

-chae?-. Lisa veía la habitación, sin obtener alguna respuesta o sonido de parte de ella.- estás aquí?-.

Se levantó y comenzó a correr por toda la casa sin encontrar alguna señal de la coreana. Sintió su corazón volver a hacerse pequeño y encerrarse en sus paredes sin sentir algun palpitar como los incontables del día de ayer.

Sacudió su cabeza pensando que había hecho mal para que se alejara de ella tan rápido. Al menos que haya hecho lo mismo que hacia ella con las demás, jugar e irse sin dejar rastro. Era chaeyoung, nunca haría eso, por lo que esa posibilidad la descartó por completo.

Tomó su teléfono para verificar la hora, eran aproximadamente las doce del medio día. Era tarde, la noche realmente la había dejado sin fuerzas, y para su sorpresa muy adolorida también. Su espalda estaba rasguñada por lo que esas pequeñas rasgadas dolían como el infierno.

Se colocó una camisa para salir a buscarla, necesitaba aclarar las cosas por qué no sabia que había hecho para que repentinamente desapareciera del mapa.

-chae donde estas?-. Se auto preguntó al no tener ninguna información sobre ella.

Nuevamente estaban separadas y eso no era bueno para ambas.

Se sentó por un rato en su cama, observando cómo un brillo le estorbaba en la cara sin detenerse. La luz entraba por su ventana, pero era algo que lo reflejaba, haciéndola molesta.

Bajo su mirada encontrando un trozo de papel en el suelo acompañado de un pequeño, pero reconocible brazalete.

No solo era un simple brazalete. Era el que le había entregado hace dos años junto con una promesa que no llego a cumplirse.

Una carta, realmente, que pasaba por la mente de chaeyoung al tan solo dejar un pedazo de papel? Tan importante sería?

La tomó entre sus dedos, asustandose por no saber de qué se podía tratar el contenido. Tal vez le había dejado su dirección, o simplemente se estaba despidiendo de ella de una forma no tan dolorosa. No porque se hayan acostado nuevamente significaba que quería volver con ella, o tal vez quería tomarse su tiempo y pensar en cómo verla nuevamente, para correr hacia sus brazos y ser felices por fin.

La abrió, encontrando un texto con su letra, observando cómo no expresaba algo bueno en la carta.

Solo karma, y más karma acumulado durante esos años.

"Nuestros corazones podrán latir, pero realmente ya no sé qué sentir. Me quema el no saber cómo salir de este maldito karma que me sigue. Al ver luz en esta noche bañada de estrellas al verte, pero perderlas al saber cuál puede llegar hacer el resultado de este juego. Influencias y más influencias, logrando conseguir que me robaran para meterse en mi cuerpo, tanto físicamente como mentalmente.

Debo hacerlo, quiero pero no puedo. Lo hago por tu bien cariño.

Siento como me parto, pero nadie comprende el porqué de todo esto. Solo por un juego de convertirnos en dioses de lujuria en una relación de amor y tristeza.

Por qué? Quieres atraparme y nunca soltarme?

Quieres que mis alas nuevamente aparezcan con tan solo verte?

La noche cae sobre mis ojos, la sangre fluye por mi cabeza, me vuelvo irreconocible al caer y caer sin que nadie me haga ver qué las estrellas volvieron."

Un pequeño sollozo salió de sus temblorosos labios, cerro sus ojos mientras arrugaba el papel y pronunciaba un nombre con mucho asco al querer saber que le había hecho a su pequeña princesa.

-seungwan..-

Se levantó y bajo su mirada, no importaba cuanto tardará pero conseguiría respuestas del comienzo de una historia de la cual tenía completo desconocimiento de ella.