Capítulo 29.

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Dos meces y diez  días que estaba sola, la señora del alquiler es una buena mujer me aguanto cuando no tenia para pagar el alquiler. Me conseguí un  trabajo de empleada domestica en una casa de familia y agradezco que siempre me encuentro con personas buenas conmigo.  No ganaba mucho pero daba para pagar el alquiler y  comer. Los mareos seguían pensé quizás sea por la mala alimentación que venia teniendo.

-Debes de ir a un hospital niña -dice Roberta la dueña del alquiler.

-No veo necesario pero ya que insiste iré mañana ¿quieres acompañarme?

-¡Claro! Pero primero debes de avisar  a tus patrones, para evitar problemas.

-Tranquila lo haré, ¡Gracias!

-Bien, quedamos así. -sonrió y se fue a hacer sus cosas. Nos llevábamos bien con Roberta, ella me contó su historia, era una niña de calle, la violaron y quedo embarazada a sus dieciséis años pero aun así quería a su hija,  pero como era muy joven y no tenia la  posibilidad de darle una buena vida  la dio en adopción  y nunca mas supo de ella.

-Hola buenas tardes, Disculpen que me presente a esta hora es que -interrumpen.

-Pasa niña, no es molestia justamente queríamos hablar contigo, nos iríamos donde vives pero llegaste primero  -sonría feliz como siempre la señora de la casa.

-Tenemos una sorpresa para ti niña -me abraza el señor. Eran súper buenos conmigo agradezco de encontrar personas así.

-¿Sorpresa? -dije sorprendida y ansiosa.

-Si, tenemos un boleto para ti, para que vayas a estudiar en una universidad y no te preocupes por los gastos porque nos encargamos nosotros - no tuve reacción ante esas palabras. Hace unos días estuvimos hablando sobre mi vida, pero jamas creí que esto sucedería.

-No, no lo puedo aceptar no tengo como pagar eso.

-No, no  aceptaremos  un no como respuesta y no debes de pagarnos nada,  solamente aceptar y ponerle todas las ganas al estudio.

Los abrase tan fuerte me sentí tan emocionada que oportunidad única que tenia. Por otro lado me daba tanta pena aceptar, no quería quedar como una aprovechadora.

—La verdad, me emociona esto y también me deja con mucha vergüenza, no quiero que piensen que me aprovecho de ustedes yo...

-Ya niña, no pienses así y piensa la gran oportunidad que tenés y que quizás después ya no lo tengas.

-Okey, no sé como agradecer esto -ellos sonríen y ya no quieren hablar mas del tema, entonces le comentó- Mañana faltaré al trabajo, porque debo ir a una cita médica.

-¿Te sucede algo?- preguntan a coro.

-No, en verdad acompañare a mi amiga Roberta.

-Bien, mañana por la tarde podremos hablar sobre el viaje, piensa bien lo que vas a hacer, quizás no llegues a tener esta oportunidad nuevamente. -dicho eso, hablamos un poco mas, luego regrese  feliz al alquiler conté a Roberta sobre la universidad y ella quedo  muy feliz por mi  y también algo  triste a la vez porque se quedaría sola, ya se estaba acostumbrando de pasar tiempo conmigo y yo igual. Por la noche en mi habitación me puse a pensar en lo que pase con Alex leía su carta una y otra vez, por mi cabeza pasaba que mis mareos podría ser un embarazo pero espero que no sea así.
Al día siguiente fuimos al hospital, nos llaman por mi nombre pasamos las dos, el doctor hace una revisión  como lo hace normalmente y luego  me toma una muestra de sangre, me pregunta algunas cosas y respondo, luego pidió  que esperara afuera, el analice no demoraría mucho ya que contaban con todo para hacerlo ahí. Luego de una hora y media nos llaman de nuevo, Nos sentamos  y el doctor hace lo mismo, suspira y pregunta

-¿Estás o estuviste en una relación? - y a ti que te importa, fue lo que casi dije.

-Si... -dudé- estoy en una relación -Roberta me mira.

-¡Bueno! Entonces ¡felicidades! ¡Esta usted embarazada! -«Qué».

Yo no sabia que hacer, que decir, solo me emocioné, Roberta me abrazo pues ella sabe que no estoy en una relación y posiblemente sabe quien era el papá ya que yo conté mi historia, ¿qué haría ahora? Un bebe, si al menos Alex estuviera aquí.

-¡Gracias! ¿Y de cuanto tiempo estoy doctor?.

-Dos meces y catorce días, aunque lo sabremos bien si usted se hace una ecografía.

Hablamos con el doctor me dio la orden para la ecografía y podía hacerme hoy mismo en el hospital, así que no perdí mas tiempo y fui a hacerme. Tuve una gran emoción al escuchar su corazón latiendo, Estaba de dos meses como me lo dijo el doctor, mi felicidad eran tan grande que tenia una sonrisa de oreja a oreja.

—Aun no se ve el sexo del bebé, pero lo importante es que se ve súper sano -decía la pediatra que me estaba atendiendo-  es importante que te hagas control todos los meses para ver si el bebé sigue creciendo bien -yo solo podía mover mi cabeza en seña de si, estaba tan emocionada que no podía ni hablar- por ahora debes de tomar unas vitaminas las cuales te doy la orden y las compras.

Cuando salimos del hospital fuimos hasta la farmacia mas sercana, con mi sonrisa muy notoria y con los consejos de Roberta.

ENAMORADA.[Johnny-Depp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora