Lucifer. Fantasize about me

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Imagina: Eres un ángel que ayuda a Sam y Dean, y tu pareja secreta es Lucifer.

Aviso: Lemon 🔥🔥

Acababa de llegar de un caso junto a Sam y Dean, los cuáles me dejaban quedarme con ellos en el búnker cuando no tenía nada mejor que hacer, así siempre que necesitasen ayuda yo estaba presente.

Les desee buenas noches y me dirigí a mí cuarto, yo obviamente no iba a dormir, pensaba seguir viendo una serie sobre un hombre alienígena que viaja por el espacio-tiempo con una cabina de teléfono azul... Los humanos tienen una gran imaginación.

Al entrar pude ver a alguien sobre mi cama, ese alguien era Lucifer, con quién estaba saliendo en secreto. Cerré la puerta rápidamente detrás de mí.

—¡Luci! Sabes que Sam y Dean te están buscando. Es peligroso que estés aquí.— le dije, quitándome mi abrigo y dejándolo sobre una silla.

—Pero he venido porque quería verte.~— contestó con un tono juguetón. Suspiré y me tumbé a su lado sobre la cama, sus alas me abrazaron y yo las acaricié cuidadosamente. Él sonrió y me besó.

Al principio era un beso lento, pero rápidamente se convirtió en uno más subido de tono, se posicionó un poco sobre mí, acorralándome con sus alas. Mordió mi labio un poco bruscamente, haciéndolo sangrar levemente, pero aquello le gustaba por lo que luego lamió mi labio mientras jugaba con mi lengua. Yo no me quejé ante aquella sensación, puse mis manos sobre su pecho para después pasarlas por su cabello.

Se separó del beso, dejándome con la respiración un poco agitada. Sus ojos lujuriosos se centraban en mis ojos suplicantes, a lo mejor era culpa del Diablo, pero él siempre me hacía sentir todos esos deseos impuros.

—¿Quieres más?— me preguntó, volviéndose a acercarse a mí peligrosamente cerca. Yo asentí, volviendo a juntar mis labios con los suyos.

Sin que yo me diese cuenta él había bajado una de sus manos a mí intimidad y se disponía a jugar conmigo. Comenzando con lentos y suaves roces de sus dedos sobre mi ropa que me hicieron sonrojar y sorprenderme.

—L-Luci, podrían escucharnos...— le dije mordiéndome el labio inferior levemente, él sonrió.

—No podrán entrar aunque quieran.— respondió, metiendo una mano dentro de mi pantalón.

Pocas veces había experimentado esto, solo lo había hecho con Lucifer y aún me sorprendía cada vez que lo hacía. Sabía dónde poner sus dedos para hacerme suspirar y suplicar por más, mi respiración se aceleraba momentáneamente mientras yo le pedía más a Luci.

—Estás muy húmeda para solo habernos dado un par de besos.— me dijo sonriendo de lado, haciéndome sonrojar aún más.

Me quitó mis pantalones, dejándome en ropa interior, y comenzó a desabrochar mi camisa. Cuando ya solo me encontraba en ropa interior y se disponía a seguir tentándome, le dije que él también se quitara la ropa, me miró con una sonrisa juguetona, haciendo lo que le había dicho.

Se quitó la camiseta que llevaba lentamente, dejándome apreciar su cuerpo y luego se quitó los pantalones, quedándose en boxers. Pude notar un gran bulto debajo de su ropa interior. Puso entonces dos dedos bajo mi barbilla para levantar mi cabeza y que le mirase.

—Mis ojos están aquí arriba.— dijo con su voz grave, provocando que sintiese como mis mejillas ardían más que nunca. El rió levemente, metiendo una mano en mi ropa interior y comenzando a tocarme lentamente, haciendo que todo se transformase en una tortura por querer más y más.

Leves gemidos escapaban de mis labios cuando tocaba mi punto más sensible, y llegó un momento en el que solo se quedó masajeando ese lugar con dos de sus dedos. Mordí mi labio inferior para reprimir mis gemidos, pero Lucifer metió dos dedos dentro de mí, lo que provocó que mis gemidos volviesen a salir de mis labios.

Sacó sus dedos de mi interior, observando mi expresión cansada y mi respiración acelerada, me desnudó al completo, dejándome sin nada puesto, y él hizo lo mismo. Hasta ahora no había llegado tan lejos con él y estaba un poco nerviosa, así que él abrió mis piernas gentilmente y entrelazó sus dedos con los míos, luego introdujo su miembro dentro de mí, al principio yendo lento y haciéndome suspirar por cada embestida que hacía, pero la velocidad aumentó y mi suspiros se convirtieron en gemidos.

Daba fuertes embestidas contra mí y le gustaba que mis gemidos se escuchasen, sentía como daba en mi punto G y me hacía sentir como si solo estuviéramos él y yo. Llegamos juntos al clímax, provocando que gimiese una última vez ante tanto placer.

Él se tumbó a mi lado, apegándome a su lado gracias a sus alas. Puse mis manos sobre su pecho mientras recuperaba la respiración.

—Deberíamos repetirlo mañana.— dijo, a lo que yo me reí levemente.

—Si hiciéramos esto todos los días acabaría por convertirme en una demonio.— bromeé, a lo que él sonrió levemente, besando mi frente.

—Lo repetiremos cuando quieras.— me contestó, besando mis labios nuevamente y haciéndome sonreír.

—¿Quieres ver una serie?

Bonus:

Dean se acababa de levantar y fue a desayunar junto a su hermano Sam, el cuál ya había preparado el desayuno.

—Dime que no fui el único que escuchó a _____ anoche.— dijo Dean con un tono adormilado.

—Yo también la escuché, ¿Crees que estaba con alguien?— respondió Sam, mirando su portátil en busca de algún caso.

—No lo sé, nunca imaginé que los ángeles pecaran.— rió Dean, empezando a tomarse su café.

Entonces apareciste en la sal con la camiseta de Lucifer, habías olvidado completamente que la llevabas, saludaste a los chicos y ellos te miraron extrañados al verte tan informal.

—_____, ¿De quién es esa camiseta?— preguntó Sam, a lo que tú miraste tu camiseta y te sonrojaste rápidamente, volviendo a tu cuarto con la excusa de que te habías equivocado de ropa.

Entraste y viste a Luci confundido, mirando por la habitación sin camiseta, cuando te miró rió.— O sea que ahí estaba mi camiseta.— dijo acercándose a ti para quitarte su camiseta, tú reíste también y cogiste tu camisa para ponértela.

—Adiós cariño.— te despediste de él, dándole un corto beso sobre los labios antes de que desapareciera.

Volviste a la cocina mientras te ponías tu abrigo y saludabas de nuevo a los chicos.

—¿Con quién estabas anoche?— preguntó Dean con una sonrisa de lado.

—¡Dean!— dijo Sam dándole un golpe con el codo para que se callara.

—U-uhh... ¿Larga historia?— contestaste, sabiendo que aquella excusa siempre solía funcionar.

Supernatural One-shots (pedidos abiertos) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora