Imagina: Durante una cacería recibes una herida casi mortal que obliga a Sam y Dean a llevarte al hospital de inmediato.
Sam p.o.v.
—¡Dean debimos de haber sido más cuidadosos!— le grité a Dean, él no se estaba preocupando lo suficiente por _____.
Estábamos fuera de su habitación, esperando que la doctora saliera y nos dejase entrar para ver si estaba bien, para saber si estaba bien...
Dean estaba sentado, no estaba preocupándose lo suficiente, pero ya no me sorprendía ya que siempre hacía lo mismo. Yo estaba de pie, no podía parar de dar vueltas en círculos esperando ya una respuesta de la doctora, alguna señal de que estuviese viva.
—Sammy, tienes que calmarte, vaba estar bien.— me repitió Dean por quinta vez, no podía calmarme, no quería calmarme, estaba preocupado por _____.
Entonces la puerta de la habitación se abrió y del interior salió la doctora, ambos la miramos fijamente esperando a que nos diera una respuesta.
—Está bien, está descansando, aún no es muy consciente de lo que está pasando y sería conveniente que entrase solamente uno de vosotros.— advirtió, mirándome primero a mí y luego a Dean.
Me giré a mirar a Dean rogándole que me dejase entrar a mí con la mirada, él asintió y entonces entré lo más rápido posible al cuarto, cerrando la puerta tras de mí.
Me senté en una silla junto a la camilla en la que se encontraba _____, estaba respirando con calma y hasta parecía estar durmiendo, si era así no quería despertarla.
—¿Sam...?— susurró, me acerqué a ella preocupado para mirarla más de cerca y hablar.
—Estoy aquí _____.— contesté.
—Sam, siento haber arruinado la caza, debí de ser más cuidadosa...— dijo con dificultad al respirar. Contuve mis lágrimas lo mejor que pudo parar hablar sin que se me quebrase la voz.
—No digas eso, no es culpa tuya... ¿Qué tal estás?— dije para que no se sintiera culpable por lo de la caza.
—Bien...— dijo desganada y con la voz gastada, aquello me rompió el corazón, traté de sonreír levemente pero de forma involuntaria unas lágrimas escaparon de mis ojos y no pude evitar romper a llorar.
Una mano llegó a mi mejilla, era la mano fría de _____. Puse mi mano sobre la suya y entrelacé mis dedos con los de ella.
—Perdóname.
—No tienes por qué disculparte.— me contestó, lo cual me hizo llorar aún más. Estuvimos así hasta que mis lágrimas se esfumaron, entonces simplemente nos quedamos en silencio mientras agarraba su mano.
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Supernatural One-shots (pedidos abiertos) ©
Hayran KurguEste libro lo dedicaré a publicar cortas historias de los personajes masculinos (¿y femeninos?) de la serie conocida como "Supernatural" o "Sobrenatural". Espero que os guste y sea de vuestro agrado. :D ⚠ No copiar y/o adaptar esta obra. ⚠ Puede co...