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Elizabeth despertó en su habitación, no sabia cuanto tiempo había dormido.

La castaña se puso de pie y se mareo un poco, bajo a la cocina y vio a Asmodeo mirando unas revistas.

—Hola— Salido la chica con la voz un poco quebrada, tenia la garganta seca.

—Oh, por fin despiertas bella durmiente— Contesto Asmodeo con una sonrisa, cerrando la revista.

—Donde están los demás?— Pregunto mientras boztesaba.

—Evan, Laila y Eddy en la escuela, Peter y Baal trabajando y Ady stalkeado a Evan, no le digas que te dije—

—Mierda... La escuela— Miro la hora en el móvil de Asmo y se mordió el labio. —Llegare tarde a la segunda clase... Me llevas?— Asmo asintio.

Elizabeth corrió a cambiarse y tomar sus cosas después se dirijeron a la escuela.

—Adios Hanna— Se despidió Asmo de la chica la cual salio corriendo despidiéndose con una mano.

La castaña llego Gracias a Dio... Gracias a Asmodeo a tiempo, entro sin hacer mucho ruido y salido a Evan.

—Buuh— Dijo Elizabeth poniendo las manos en los hombros de su amigo.

—No jodas Hanna!, Me has matado del susto— Grito el chico dándole un golpe a su amiga, Laila río levemente.

—Yo te veo muy vivo, querido amigo— Evan rodó los ojos. —Bueno, entonces que planes hay para hoy?—

Las clases terminaron, Laila tenia planes con su familia, Evan y Eddy saldrían y Elizabeth se quedaría sola.

La castaña no quería regresar a casa, tenia que pensar sobre lo que había ocurrido últimamente, por lo cual decidió caminar un rato por la ciudad hasta que se dio cuenta de lo tarde que era.

—Mierda... Me he perdido— Susurro sacando su móvil de la mochila, lo intento prender pero este estaba descargado. —Enserio?!— Bufo molesta y siglo caminando.

Se quedo parada unos instantes pensando en que debía de hacer, cuando alguien le toco el hombro, Elizabeth se giro y vio a un hombre de no mas de treinta años.

—Hey chica, estas sola?— Un escalofrío recorrió el cuerpo de  Elizabeth, esta trago saliva. —Vale, estas sola— Confirmo el hombre —Las chicas no deberían de andar solas a esta hora, sabes hoy en día hay muchas personas malas— El hombre le sujeto de la muñeca.

Elizabeth se quedo estática, cuando reacciono se intento sacar del tipo pero este solo puso más fuerza en su agarre.

—Sueltame— Se quejaba la chica, el hombre le ignoraba —Ayuda!, Alguien Ayudeme!— Grito Elizabeth y el hombre le dio un puñetazo en el estomago, dejándola sin aire.

—Se una buena chica cariño, no grites— La voz del hombre retumbo en su cabeza, se estremeció, tenia miedo, demasiado miedo.

—Porfavor, déjeme ir— Susurro con al voz quebrada el hombre la había llevado hasta un callejón. —Suelteme!— Grito y el hombre le propino otro golpe pero esta vez en el rostro.

La sangre comenzó a brotar de su boca, las lágrimas salían de sus ojos mojando sus mejillas, entonces una voz familiar resonó en aquel callejón.

—Creo que he escuchado que ha dicho que la soltaras— La chica levanto la mirada y vio a Miguel frente a ella.

—Tu quien te crees?, ella es mi hermana, no tienes el derecho de decirme que hacer— Contesto el hombre, Miguel fruncido el ceño y dio un paso hacia ellos, el hombre tembló.

—De verdad?— Sonrió siniestramente el arcangel y sujeto con fuerza a la chica, acerco sus labios a la oreja de la castaña y susurro. —Cierra los ojos— Esta aunque muy confundida lo hizo, y despues pudo ver a través de sus párpados una gran luz.

Cuando seso la luz, Elizabeth abrió los ojos, miro a los ojos a Miguel y las lágrimas comenzaron a brotar nuevamente de sus ojos.

—Gracias— Dijo entre sollozos, la chica le abrazo y este se quedó paralizado por unos instantes, nadie jamas le había abrazado.

—No podemos quedarnos aquí, alguien podría vernos junto al cuerpo— Contestó el joven hombre, Elizabeth miro al suelo y vio al hombre con los ojos quemados.

Miguel le tomo de la muñeca y la llevo hasta el auto de este.

—Sabes conducir?— Pregunto la chica  impresionada.

—Sabes leer?— Respondió Miguel mirándola de reojo.

—Si, solo que creía que tu solo teletransportabas— La castaña se puso el cinturón.

—Eso hacia, hasta que salí en youtube por aparecerme de la nada, así que cuando no es realmente necesario no lo hago—Contesto amablemente Miguel mientras conducía.

Cuando se detuvieron, estaban frente a una casa muy parecida a la de Peter solo que más pequeña, aparecer tenían gustos similares.

—Bonita casa— Dijo Elizabeth mientras bajaba del auto. —Pero aquí no vivo—

—Lo se, es mi casa— Elizabeth se sorprendió, no sabia que "Miguel el arcangel" tuviera una casa— Pero es demasiado tarde para que un taxi te lleve, puede que te encuentres con otro tipo como el anterior, y no creo que quieras decirme donde vive Lucifer— Añadió el hombre.

—Buen punto— Ambos entraron a la casa, era demasiado parecida a la de Peter.

—Vale, si que son familia— Susurro la castaña.

—Que has dicho?!— Miguel fruncido el ceño.

—Nada, nada—

—Bueno... Sigueme— Subieron las escaleras hasta lo que parecía el cuarto del arcángel.

Miguel abrió el closet y saco una camisa de botones blanca y se la entrego a Elizabeth, esta fruncio el ceño sin comprender.

—Pontela, no creo que sea como dormir con esa ropa— Esta dudo unos momentos pero decidió obedecer y se cambio en el baño.

—Listo—Dijo al salir del baño, tenia su ropa doblada entre los brazos.

—Dormiras conmigo— Aclaro el arcangel esta se quedo boquiabierta.

—Tan rapido?— La chica había entendido perfectamente pero lo hacia para molestar al pobre arcángel.

—No, no, es que, no, solo esta, esta habitación— Miguel se sonrojo, estaba tan rojo como un tomate.

Elizabeth se acostó a su lado y le beso la mejilla.

—Gracias por lo de antes, y por esto— La chica se acurrucó a su lado.—Buenas noches—

—Buenas noches Hanna—


•LUCIFER• (pausada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora