•LUCIFER• (pausada)

†34†

Asmo, Mon y Elizabeth llegaron a la mansión donde el coleccionista tenia el pergamino con la pista que los conduciría a la llave.

Asmodeo se convirtió en la morena nuevamente, dijo que les vendría bien para la misión.

—Soy solo yo, o comimos muy poquito?— Dijo la chica tocándose el estomago.

—Solo tu— Dijo Asmo caminando hacia la entrada de la casa, había dos guardias con armas.

—Alto— Dijeron poniéndose enfrente de la puerta.

—Venimos a ver al Sr. Wells, tenemos una cita— Uno de los hombres dijo algo por un intercomunicador y después abrió la puerta.

—siganme— Entraron a la mansión y siguieron al hombre hasta una habitación, donde se encontraba un hombre de al menos cuarenta años.

El guardia se fue y Asmo se sentó en una silla.

—Entonces, ustedes viene por esto— Coloco el pergamino, sobre el escritorio.

—Si, le ofrecemos tres millones de euros— El hombre soltó una carcajada.

—No me interesa el dinero, tengo demasiado— Dijo con egocentrismo.

—Entonces, que es lo que quiere por el?— Pregunto Asmo confundido.

—A ellos dos—Dijo mirando a Elizabeth y Mon con una sonrisa perversa.

Mientras tanto Baal, Evan y Ady estaban llegando a la ultima localización que los demonios habían sabido del profeta.

Era un departamento en los limites de París, entraron al edificio, subieron al piso seis y tocaron la puerta con el numero sesenta y seis.

Abrió una chica rubia de aproximadamente dieciséis años, se veía confundida.

—Emm, Quienes son?— Pregunto la rubia.

—Somos Adirael, Belcebu y Evan— Dijo Ady con una sonrisa, el chico de cabello rosa negó con la cabeza. —Somos demonios y necesitamos tu ayuda— Añadió y la chica lo miro como si estuviera loco.

—Yo soy muggle— La chica mior a Evan.

—Entendí tu referencia, pero como que ustedes son demonios?, de manera figurada supongo— Evan negó.

—Los demonios existen, los ángeles, dios, el diablo— Dijo Baal y la chica se hizo a un lado para que pasaran dentro.

—Entonces también existen, los hombres lobos, los vampiros y todo eso?— Evan negó con la cabeza.

—Si, pero ahora te necesitamos— Contestó Baal, Evan fruncio el ceño.

—Y porque ahora yo me entero de eso?— Musito el chico de cabello rosado.

—Vale, es demasiado información para procesar— La chica se sentó en su sofá —Mi nombre es Eliette, por cierto—

—Bueno, seria excelente si nos acompañarás ahora— Dijo Evan con una sonrisa.

—Si, y como se que no mienten y son unos locos— Baal y Andy pusieron sus ojos negros. —Bueno, les creo—

Entonces un rubio salio de una habitación y con el ceño fruncido miro a los chicos.

—Ette, Quienes son ellos?— Pregunto el chico confundido.

—Demonios, creelo son demonios, menos el chico de cabello rosado— El chico se encogió de hombros.

—Los demonios son malos, sabes?— Dijo el rubio con obviedad, mientras sacaba comida de la nevera.

—Nosotros no, saben los ángeles no estarían pidiendo que por favor los acompañasen, te secuestrarían y ya, le paso a una amiga— Dijo Evan.

—Supongamos que voy con ustedes, iría con mi mellizo Eugéne, pero a donde?— Pregunto la Eliette.

—A Miami— Dijo Adirael, la rubia miro a su hermano —Tenemos un avión privado—

—No se tu Ette, pero yo me apunto—

Mientras tanto Bel y Peter estaban en la catedral de Notre Dame. Se bajaron de la camioneta y en la entrada estaba Astaroth.

—Me alegra que aun no estés muerto Lucifer — Dijo Astaroth.

—Lo mismo digo Roth— Entraron a la catedral.

—Intente tenerlos bajo control, pero no funciono por mucho, necesitan que alguien los mande, alguien que les de miedo, alguien como tu—

Bel, Roth y Peter caminaron hasta el final de la catedral la cuán están llenas de demonio y otros seres del inframundo.

Entonces Peter miro a todos los presentes eran cientos.

—Ya no seguiremos sirviendo a alguien como tu— Dijo uno de los demonios.—Eres una decepción para tu padre, No eres digno de ser su hijo—

Muchos comenzaron a decirle cosas a Peter el cual estaba relajado y sereno.

Entonces sus ojos se volvieron negros y alzo la mano en dirección al primer demonio que hablo y comenzó a axfixciarlo.

Chasqueo los dedos y de los ojos del demonio salio una luz muy fuerte y de la boca salio un humo negro, después lo soltó y el cuerpo cayo muerto.

—Alguien tiene otra queja sobre mi?—